Como si de una exposición museística se tratara, esta obra se compone de tres grandes áreas temáticas que profundizan en las interconexiones entre el mundo de las bellas artes y las instrucciones estatales desde 1833 hasta 1875, realizando un recorrido político-cultural a través de la historia de la construcción del Estado liberal en España durante el siglo XIX. «Las colecciones del Estado», «La sala de los paisajes» y «La galería de retratos» son los tres grandes escenarios a partir de los que se analiza la formulación de las representaciones, los imaginarios y los símbolos con los que se nutrió el Estado español decimonónico, algunos de los cuales se mantendrán en la memoria colectiva hasta la actualidad, como el simbolismo del Museo Nacional del Prado o del Congreso de los Diputados. Esta metafórica exposición nos adentra en la relación simbiótica entre el campo artístico y las instituciones estatales por medio de pinturas, litografías, guías de viaje, estampas y caricaturas. Al final del camino se entenderá cómo las normativas museísticas, la cultura visual y los agentes participantes de los organismos estatales se combinaron para configurar uno de los engranajes de la maquinaria del Estado español.