Los campesinos eran considerados por los tratadistas medievales como la base que sostenía el pesado tronco de la sociedad, pero más allá de estas imágenes, ya hace dos o tres décadas que los historiadores valencianos empezaron a prestar atención a los labradres, con una voluntad de renovación científica ligada, también, a la reivindicación de su papel histórico. Este libro es fruto del itinerario historiográfico de la «escuela valenciana» de medievalistas, una aproximación a los campesinos del País Valenciano como grupo social configurado alrededor del trabajo y de las condiciones en que tenía lugar, sobretodo las formas de desigualdad y de dominación, pero integrando a la vez los factores «inmateriales», como los marcos legales, los lazos comunitarios y familiares o, incluso, los usos del lenguaje, sin los cuales no se haría inteligible su realidad «material».