Añoramos tradiciones de pueblos mínimos. Queremos perdernos en caminos salidos de una ficción. Necesitamos historias de frontera con el valor de lo simple. En esta segunda entrega de Desconocida Buenos Aires, Leandro Vesco logra que viajemos en el tiempo y nos lleva a lugares donde los almaceneros siguen anotando las deudas en libretas y las cartas a mano le ganan al mundo digital. La profundidad de las tierras bonaerenses nos muestra pueblos entrañables con habitantes rurales, que son los grandes protagonistas de estos parajes, además de los bodegones y pulperías. Las rutas crean un puente inmediato con la vida sana y natural, el atractivo infalible del descanso pleno. Solo tenemos que animarnos a la aventura que nos proponen las historias de frontera para reconectarnos con la esencia y el alma de campo.