Estar preparado no es «querer morir», sino tener conciencia de que eso puede ocurrir. ¿Hemos asumido esa realidad? Contemplar la cumbre, siempre gozosa, orienta la peregrinación y la llena de sentido. Estamos llamados a la verdadera alegría, tanto mientras caminamos como al final, cuando llegue. En este libro, Grosjean ofrece puntos de referencia para recorrer con plenitud la propia vocación de hombres y mujeres cristianos; y lo hace mediante diez meditaciones que son, a su vez, luz, fuerza, consuelo y confianza.