De lingua latina, de Marco Terencio Varrón, es un estudio del latín desde varios puntos de vista: etimológico, morfológico, histórico, etc. A pesar del carácter fragmentario (pues buena parte de la obra se ha perdido), continúa siendo una importantísima fuente de conocimiento de la lengua latina. De lingua latina, obra de Marco Terencio Varrón, es un estudio del latín desde varios puntos de vista: etimológico, morfológico, histórico, de uso contemporáneo, etc. La lamentable pérdida de buena parte de la obra –de sus veinticinco libros originales sólo se han conservado del V al X, más algunos fragmentos– obliga a hacer conjeturas acerca de las partes desaparecidas a partir del esquema de las que sí poseemos, dedicadas a la etimología y la flexión. A pesar de este carácter fragmentario, continúa siendo una útil fuente de conocimiento de la lengua latina, y lo conservado demuestra la originalidad del tratado: se ocupa no sólo de cuestiones gramaticales concretas, sino de lingüística general, como la conclusión del carácter analógico de la lengua (está gobernada por reglas que hay que descubrir y estudiar, al tiempo que se aceptan las anomalías semánticas y gramaticales como parte de un fenómeno vivo). Marco Terencio Varrón (116-27 a.C.) fue un polígrafo, militar y político latino, considerado uno de los hombres más sabios en la Roma de su tiempo. César le encargó la dirección de las bibliotecas públicas, pero tras la muerte del dictador perdió su cargo y se le confiscaron los bienes; finalmente, Octavio le indemnizó y le devolvió a su antigua ocupación. Escribió setenta y cuatro obras, que fueron referente obligado en épocas posteriores para eruditos y padres de la Iglesia (en especial, san Agustín).