Misericordia, cuyo título encierra un doble sentido, que si bien parece inspirado por el nombre de la popular institución de beneficencia, el Hospital de la Misericordia de Madrid, con más contundencia argumental hace referencia al supuesto atributo divino, encarnado en la piedad de su protagonista, la criada y mendiga Benina. Narra, en medio de un descarnado desfile de pordioseros, tullidos y demás menesterosos de los bajos fondos de la capital de España, las andanzas mendicantes de Benina y el ciego «Almudena».