Doña Perfecta, viuda y vecina de Orbajosa, una ciudad provinciana de la España profunda, acuerda con su hermano, residente en Madrid, preservar el patrimonio familiar casando a su hija Rosario con su sobrino Pepe, brillante ingeniero, al que invita a visitar Orbajosa y conocer a su prima. A Pepe Rey, educado en un ambiente más evolucionado, progresista aunque católico, le chocará la mala impresión que les produce tanto a doña Perfecta como al cura del pueblo, don Inocencio.