Reunidos por primera vez en español, Londres recoge los textos que el autor americano dedicó a la capital británica, «el lugar preciso del mundo que con más fuerza comunica la sensación de estar vivo». Con un estilo inimitable y la precisión de un fino observador, James desliza la mirada sobre múltiples aspectos de la gran ciudad y de sus habitantes. Todo pasa por su lupa, todo tiene cabida en su prosa: desde los efectos del hollín en el paisaje urbano, hasta la supuesta unanimidad de los ingleses; desde el verdor de los parques o la presencia salvífica del Támesis, hasta la vida en los suburbios; desde las aglomeraciones en ciertas esquinas o, hasta la soledad que se experimenta en verano y que uno debe compartir con exconvictos, vagabundos y gentes de mal vivir. todo lo hace James reelaborando el modelo de retrato, el concepto de narración, la idea del viaje, que conforme se acerca a su fin deja tras de sí la estela de una pérdida. El lector tiene en las manos un libro que invita al viaje, a revisitar esta «tenebrosa y moderna Babilonia», sí, pero también a la reflexión, a la crítica de la contemporaneidad y, sobre todo, a la gran literatura.