Lo único que quería Maggie Cray era una vida tranquila en su propia isla privada. Después de un matrimonio infeliz, lo que ansiaba era independencia y libertad. Y lo consiguió, hasta que Devlin Macafferty y su hijo pequeño, Dominic, aterrizaron en su paraíso.Ambos necesitaban ayuda y Dev se percató de que también necesitaban desesperadamente una mujer como Maggie. Para Dev y Dominic, el matrimonio con Maggie parecía la idea perfecta. Para Maggie, el matrimonio era algo a lo que no se iba a volver a arriesgar, por mucho que el amor que sentía hacia Dev y su hijo la tentara.