El rey Saud, fundador de la nación saudí, ha fascinado a Alberto Vázquez-Figueroa desde siempre. Es comprensible cuando se conoce la historia de este héroe de dos metros de altura que tuvo noventa hijos varones y que inició la lucha por la recuperación de su trono con tan solo la ayuda un puñado de amigos, logrando vencer al todopoderoso imperio otomano y proclamando así la independencia de su pueblo.Adnan Khashoggi considerado durante mucho tiempo el hombre más rico del mundo, le regaló a Vázquez-Figueroa un estuche «forrado en piel de cordero aún no nacido» con textos en oro repujado y que contenía unas noventa grandes láminas con reproducciones exactas de los cuadros que adornan el Palacio Real de Riad y que cuentan, paso por paso, la historia de rey Saud. Las páginas de esta novela parecen estar describiendo cada uno de los cuadros. Los separan más de un siglo, pero ahora, en esta nueva edición de la novela, aparecen por primera vez estas maravillosas ilustraciones.