El abuelo de Sophie Connell, vicario de St. Mark's, iba a oficiar su boda número dos mil, la última antes de jubilarse. Se esperaba que fuera un acontecimiento grandioso, pero Bryn Jasper convenció a la feliz pareja para que celebraran la boda en su precioso complejo turístico.Sophie estaba furiosa por el disgusto que iba a darle a su abuelo. Volvió de Nueva York dispuesta a convencer a los novios para que se lo pensaran mejor, incluso si ello suponía tener que ponerse a trabajar para Bryn. Pero cuando él resultó ser lo que ella siempre había soñado, su dilema fue aún mayor.