En su ensayo titulado El Humor, Sigmund Freud afirma: «El humor no es resignado, sino rebelde; no solo significa el triunfo del yo, sino también del principio del placer, que en el humor logra triunfar sobre la adversidad de las circunstancias reales». El colapso del Imperio austrohúngaro y la Revolución rusa son precisamente las «circunstancias reales» de las que se nutren los dos ciclos de cuentos incluidos en este volumen, en los que lo viejo y lo nuevo se rinden ante la feroz ironía de Jaroslav Hašek. Sin embargo, ni el autor ni su estilo salen indemnes de dichos acontecimientos. El Hašek burlón e irreverente, candidato del Partido del Progreso Moderado Dentro de los Límites de la Ley, se convierte página tras página en un narrador más cínico y desengañado, marcado por su experiencia en las filas del Ejército Rojo, vivencia que contará de manera magistral en Comandante de la ciudad de Bugulmá.