Universidades, colegios, poderes. AAVVЧитать онлайн книгу.
notificadas todas las universidades, el municipio y el rey. Además, y como uno de los acuerdos del claustro era escribir a quien conviniese, los comisarios escribieron también al inquisidor general y, como se recordará, desde el 26 de junio se acuerda escribir al regente de la real audiencia, en tanto que censor real. Las respuestas no se hicieron esperar. En claustro de 16 de julio se leyó la respuesta del inquisidor.
Claustro de 16 de julio de 1777
En esta reunión el rector Juan Antonio Mayans presentó la respuesta que había mandado el inquisidor general y obispo de Salamanca Felipe Beltrán.23 Comenzaba diciendo que la contienda suscitada en la Universidad es «de poco gusto» y que le ha producido mucha pesadumbre «porque otra unión y más sólida paz deseara en los ánimos de los Cathedráticos y Professores de esa Universidad…». Dice que recibió la carta donde se le informa de la disputa, pero también se le entregaron las actas de dos claustros generales –de 26 de junio y 3 de julio– y las diligencias practicadas. Opina «que la Universidad podía haverse contentado con la satisfacción que dio el Dr. D. Manuel Miralles, y con la promesa de añadir a lo último de la conclusión: fuisse in utero sanctificatam in primo instanti conceptionis». También considera «que aquellos Cathedráticos que han proferido que la expresión Genuit Unigenitum a Patre tiene sentido herético», y confunde la generación temporal y eterna del hijo, «son dignos de seria reprehención y deven ser obligados a retractarse de su dicho».
De igual manera, la valenciana debe informar a las otras universidades acerca de las retractaciones que se producirán al obedecer su carta, para que entiendan que no es la Universidad la que ha dado semejante censura, sino catedráticos particulares. Y si la tesis del bachiller Noé fuera digna de reprensión también lo serían otras expresiones autorizadas por la Iglesia que enunció. Tras la lectura de esta carta siguió la votación. Era evidente que el inquisidor estaba tomando partido por la opinión generalizada del claustro de teología expresada el 26 de junio, en el sentido de que la tesis no era digna de censura, pero sí de mayor explicación. Esta posición influyó en el ánimo de los catedráticos y puede verse en la votación que siguió. El acta recoge cada uno de los votos expresados por los 25 catedráticos presentes en aquella reunión. Cada voto es diferente a los demás, aunque en varias ocasiones se dice que votan como lo hizo algún doctor, casi siempre añaden matices. Nosotros hemos hecho una clasificación, hubo 6 tipos de opiniones expresadas:
Sentido del voto | N.º de votantes |
Que se escriba al inquisidor, pero sin determinar el contenido (Escrig, Madroño, Gombau y Camarasa). | 4 |
Que se cumplan las disposiciones del inquisidor, pero que también se le escriba aclarándole algunos aspectos que completan mejor la historia (Mañez y Llombart). | 2 |
Que se escriba al inquisidor diciendo que solo hubo uno que contradijo a los demás. En este tipo de voto también se incluye la propuesta de notificar a las universidades. Pero habrá cuatro posiciones sobre escribir o no a las universidades. Que se haga, que no, que de qué manera, que se escriba para desagraviar a Miralles y Noé, pero no se cuente la retractación (Sales, Cavades, Sidro Villaroig, Sala, Adalid, Vicens, Pérez Gómez y Querol). | 8 |
Que Miralles fue agraviado y se pide la retractación y que se avise a las universidades (Miralles, Pascual Carbonell, Joseph Marín, Carlos Cipriano Marín, Joseph Gascó, Durá, Castelló, Agut y Guimerá). | 9 |
La retractación de Adamdrat. | 1 |
Que el tema se resuelva en otro claustro. Por ahora que solo se junte la documentación que se ha generado (este parecer prudente fue de Manuel Locella). | 1 |
TOTAL | 25 |
El claustro no contó votos, acordó volver a reunirse para «tratar y cumplir lo prevenido en la Carta del Ilustrísimo Señor Obispo Ynquisidor General».24 Vicente León Navarro nos cuenta que este asunto era un capítulo más de las disputas entre tomistas y antitomistas que se ventilaban en la Universidad y en la Iglesia. La tesis del bachiller Noé debe afiliarse a la causa de los tomistas, mientras que la opinión de Adamdrat a los antitomistas. Además, el bachiller Noé era familiar del arzobispo Fabián y Fuero, conocido por su celo antijesuita, y tomista declarado. Luego de la carta del inquisidor nos dice Vicente León: «la postura de Adamdrat frente a Noé y Miralles, y por extensión al arzobispo, tuvo sus consecuencias. Fue castigado, suspendido de sus funciones sacerdotales, y encerrado en el convento de la Corona». Si bien Vicente León Navarro nos relata que el gobernador del Consejo, M. Ventura Figueroa, mandó liberar al preso, y que «fray Juan Ferrer, lector del convento donde estaba recluido Adamdrat, escribía al arzobispo para que le levantar la suspensión según ordenaba el Rey».25
La prisión de Adamdrat debió de ocurrir casi después de este claustro, pues ya no aparece en la lista de asistentes del siguiente de 19 de julio. Y debió de terminar antes del 17 de septiembre. Finalmente se llevó a cabo el doctorado del bachiller Noé y Adamdrat figuró como objetor. Salvador Albiñana recoge que Adamdrat continuó con su docencia unos años más, hasta su muerte en 1782.26
Claustros de 19 y 21 de julio de 1777
Se trata de la sesión más larga relativa a esta historia. De hecho, la votación no terminó ese 19 de julio27 y fue necesario continuar dos días después, el 21. En total votaron 27 personas, pero más de uno tomó la palabra en dos ocasiones. El claustro comenzó tratando la renuncia del doctor Jayme Pastor, por estar enfermo. Renunciaba a unos poderes que le había concedido la Universidad.
Después se leyeron dos cartas. La primera fue la del inquisidor, que se leía una vez más, y luego la de Francisco Pérez Bayer, preceptor de los infantes, fechada en Madrid el 8 de julio. Pérez Bayer decía que, de haberse hallado en la sesión del 26 de junio, se hubiera adherido a la opinión del claustro, en el sentido de que la conclusión del bachiller Noé necesitaba de reforma y mayor explicación, pues la tesis confunde y hace común el privilegio singular de la virgen, amén que fue un argumento que también se usó en contra del misterio:
porque las solas palabras Mariam fuisse in utero Sanctificatam, confunden y hacen común el Privilegio singular de la Madre de Dios, con el de Jeremías y el Bautista, de quienes también se dice con verdad que fueron sanctificados en el Vientre de sus Madres; como porque la expreción Sanctificata fuit in utero es la misma mismíssima que usavan, y de que se valían para explicar su sentir, antes y en el tiempo de Juan Escoto, los opuestos a este Misterio o piadosa opinión, como puede verse en Inocencio Quinto, en San Antonio de Padua, en Álvaro Pelagio, en Alex. de Ales y otros muchos.28
En post scriptum señala que la expresión «Genuit unigenitum a Patre» no es problemática («me parece puede salvarse la Propossición, sin confundir la generación eterna del verbo con la temporal»).29 Y dice que el genuit no genera duda, porque para referirse a una mujer normal en gestación se usa: «consipere». Pérez Bayer se declara preocupado porque considera que el asunto tendrá consecuencias, aunque desea lo contrario, que se serenen los ánimos. Y se ofrece por si puede ayudar en algo.
Luego se dio paso a la votación.30 En esta sesión votaron los siguientes catedráticos: José Escrig; Cayetano Aragonés, Joseph Madroño, Basilio Romá, Sebastián Sales, Joaquín Antonio Gombau, Jaime Camarasa, Manuel Miralles, Pedro Pasqual Carbonell, Agustín Cavades y Facundo Sidro Villarroig. Aquí se suspendió la sesión del claustro, pues era tarde, las 12.30 horas, y se acordó reanudar la sesión el día 21 de julio. El doctor Joseph Marín dijo que no podría asistir a la siguiente reunión, por lo cual dejaría su voto por escrito.
El 21 de julio de 1777 continuó la votación, que comenzó con el voto escrito del ausente