Círculos de las cosechas: ciencia y espiritualidad. Àngels Membrive VilàsЧитать онлайн книгу.
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Y aquí llegamos al fondo del mensaje: fue también un mensaje químico doble, porque esta molécula de Ackling Dike 2018 con sus enlaces dobles apareció al lado de una montaña realizada por el hombre para ritos funerarios en el año 2.800 a.C. y, la atropina, si no se administra adecuadamente, puede producir un efecto de química llamado “organocatálisis”.
Muchos seres humanos fallecieron allí, construyendo aquella montaña inmensa. ¿Por qué la construirían? El mensaje de esa organocatálisis es fascinante, porque en la actualidad se está investigando esa vía para erradicar el COVID-19. Son los catalizadores orgánicos más ecológicos basados en metales y ofrecen una amplia gama de posibles aplicaciones en la industria química.
Nos permitirán un acceso más rápido a sistemas de estructuras complejas y nuevas arquitecturas moleculares.
El desarrollo de organocatálisis tiene varias rutas sintéticas hacia análogos macrocíclicos de organocatalizadores de imidazolidinona, prolina y prolinol éter. Se conseguirá, para entendernos, construir carreteras para llegar al desierto donde está el monstruo.
Pero hay más, mucho más. Ackling Dyke 2018 es una estrella de siete puntas con motivos mayas en sus cuadros, evocando el principio de la construcción. Si nos damos cuenta, aparece la representación de un sol en su centro y fuera de las circunferencias otras siete estructuras más.
La inteligencia que está detrás de los círculos de las cosechas celebró así directamente nuestros avances pacíficos en astronomía y realizó un diseño que apuntó al hallazgo del sistema solar TRAPPIST-1 con siete planetas. Siete puntas y siete planetas.
Fue uno de los grandes descubrimientos de ese año.
El anuncio de que se habían encontrado siete Tierras alrededor de una misma estrella, a 40 años luz, fue acogido con entusiasmo tanto por parte de los científicos, como de muchos ciudadanos, más aún cuando se confirmó que los planetas TRAPPIST-1 d y e son los que más posibilidades tienen ser de ser habitables, confirmando así lo que otros equipos habían sugerido en años anteriores.
Lo más fascinante, como decíamos anteriormente, es que este dibujo ocupa la localización exacta para que aparezcan dos sombras en una de las espirales, algo que solo puede verse apuntando directamente a dos planetas con posibilidad de tener vida en su interior, igual que ocurría cuando el pueblo entero de hace cinco mil años esperaba un momento preciso de su calendario solar basado en el solsticio de verano.
Lo hicieron en el crop circle y, además, aprovecharon que en la montaña había también dos puntos visibles desde el aire. Una genialidad solo visible desde el cielo. La estrella de siete puntas, base de los megalitos, aparece claramente en esta preciosa figura, evocando la construcción que se realizó.
La mención a los mayas, sus calendarios y su forma de expresarse con su tiempo y sus dioses la abordaremos más adelante, pero lo más asombroso es que son las mismas matemáticas en pueblos que no se conocían entre sí y estaban separados por miles de kilómetros, perteneciendo además a épocas distintas, sin capacidad de llegar o contactar la una con la otra.
Pero aquí, en los crop circles, veremos que es la misma cultura que expuso un saber profundo a aquel pueblo de la península del Yucatán, y a sus mismos dioses. Kukulkan aparece también en los crop circles. Pero no solo eso. Aquí estamos ante un seguimiento impecable hacia nuestras culturas y nuestra ciencia. Desde la carrera espacial, hasta las conjunciones que pueden verse con nuestro planeta de por medio. Desde nuestra manera de ver el mundo hasta la química más profunda: la búsqueda de la medicina desde las construcciones. Construir templos para obtener respuestas.
Canalización y geometría sagrada
Nombre del diseño: AMNIO
Este crop circle es un heptagrama, una estrella de siete puntas utilizada antiguamente en diferentes tradiciones. Por ejemplo, en la tradición cristiana simbolizaría los siete días de la creación y era un símbolo muy utilizado como protector.
Pero aquí la vemos apuntando a 7 esferas con una greca maya que, como bien nos descubre Vicente, nos habla de un nuevo sistema solar con siete Tierras alrededor de una misma estrella.
Cuando conectamos con el conjunto creado vemos la manifestación también de los siete elementos y el poder de entenderlos y utilizarlos en nuestra vida.
Los movimientos del crop circle y sus formas asociadas que serían como el círculo o la esfera, nos marcan también direcciones magnéticas, números, colores, órganos y trigramas.
Tenemos una representación clara de los siete elementos:
-Tierra: en Geometría Sagrada la tierra está representada por el Hexaedro, el cubo de seis caras. En su aspecto positivo la tierra representa por tanto solidez, estabilidad y abundancia. En su aspecto negativo, cuando se presenta en exceso, puede generar una sensación pesada que ralentiza e incluso detiene el movimiento ya que sabemos que un exceso de tierra no permite elevarnos como seres espirituales.
Sus direcciones magnéticas son el Nordeste, el Suroeste y el Tai Chi (centro). Y una carencia o exceso de tierra afecta a los órganos estómago, bazo y páncreas.
-Agua: en Geometría Sagrada el Icosaedro es el encargado de activar y equilibrar en nosotros este elemento.
Un poco de agua está bien, pero en exceso parece que todo se nos escapa de las manos, como que no podemos controlar la vida y no tenemos nada asentado. Esto nos daría inestabilidad. Por eso es importante sumarle todos los elementos y activarlos con equilibrio.
El agua limpia, purifica, y también es una gran protectora cuando la utilizamos en Geometría Sagrada.
Su dirección magnética es el Norte.
Mientras las montañas son el Yin, el agua es el Yang.
-Fuego: el Tetraedro es en Geometría Sagrada el encargado del equilibrio del fuego en nosotros, trabajando intensamente a nivel emocional para que podamos seguir evolucionando.
En el ciclo de los elementos del Feng Shui, el fuego es creador de la tierra, destructor del metal e inhibidor de la madera.
Lo importante es integrar todos los elementos en nuestra vida tanto a nivel físico como espiritual.
Las formas tetraédricas, que pueden ser también en forma de lámparas y decoración, hacen que el fuego se active en nuestras vidas para así sanar emociones y bloqueos.
-Aire: el Octaedro regenta el aire en Geometría Sagrada. Ocho caras triangulares de sanación para todo lo relacionado con el corazón. En Feng Shui este elemento es más conocido como viento y, entre otros muchos aspectos, ayuda a la buena metabolización de las grasas.
Un desequilibrio con este elemento puede ocasionar que las grasas se distribuyan de forma desigual produciendo celulitis o engordar a pesar de las dietas.
-Éter: el Dodecaedro en Geometría Sagrada representa el éter y es muy necesario para poder comprender cómo funciona el mundo multidimensional.
Despertamos códigos y canalizamos de forma fluida