Carnaval y fiesta republicana en el Caribe colombiano. Alberto Abello VivesЧитать онлайн книгу.
de los Andes (2020). Estudiante de maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Connecticut, Estados Unidos. En 2020 ganó el estimulo a la investigación en nivel de pregrado del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH). Es autor, junto a Alejandra Mina y César Duque, de “Tejiendo la historia de la Historia. Reflexiones sobre la enseñanza de las Ciencias Sociales en el pos-acuerdo” Le Monde Diplomatique 174 (febrero 2018), 36-37.
Contenido
Muriel Laurent
Juan Sebastián Macías
1. Los hechos festivos ocurridos en Cartagena de Indias en 1808
2. Prácticas festivas, mestizaje y región cultural
2.1. Travesías culturales transatlánticas
2.2. Travesías festivas por el Caribe colombiano
2.3. Travesía del carnaval colonial a la fiesta republicana
3. Fiesta y formación de la nación: cambios de paradigmas
3.1. Las fiestas de la independencia de Cartagena en la naciente República de Colombia
3.3. Las élites y los símbolos de la independencia de Cartagena
3.4. La representación de las fiestas de noviembre
3.5. Consolidación de la transformación de las fiestas de noviembre
3.6. Soplan vientos de recuperación
A Manuel Zapata Olivella, Nina S. de
Friedemann, Jorge García Usta
e Ignacio Abello Trujillo,
IN MEMORIAM
[…] y hasta se metieron disfrazados durante el carnaval de noviembre en los cuartos de alquiler del antiguo barrio de esclavos de Getsemaní.
Gabriel García Márquez
El once de noviembre es para los cartageneros, sobre todo, una fecha carnestoléndica.
Jorge Artel
Las “tradiciones” que parecen o reclaman ser antiguas son a menudo bastante recientes en su origen, y a veces inventadas.
Eric Hobsbawn
La “tradición” debe distinguirse claramente de la “costumbre” que predomina en las denominadas sociedades “tradicionales”. El objetivo y las características de las “tradiciones”, incluyendo las inventadas, es la invariabilidad. El pasado, real o inventado, al cual se refieren, impone prácticas fijas (normalmente formalizadas), como la repetición. La “costumbre” en las sociedades tradicionales tiene la función doble de motor y engranaje. No descarta la innovación y el cambio en un momento determinado, a pesar de que evidentemente el requisito de que parezca compatible con lo precedente o incluso idéntico a este le impone limitaciones sustanciales.
Eric Hobsbawn
La memoria suele apelar a la distorsión o al engaño.
Juan Gabriel Vásquez
Así ha sido siempre. Cuando llega el imperio de las lentejuelas, lo primero que se hace es apartar, en el cuarto de las cosas no mostrables, las pocas reservas de la inteligencia; se despoja, en sus puros huesos y médula, a las fiestas del sabor primordial.
Jorge García Usta
Dos fiestas populares de importancia nacional en Colombia y de relevancia regional en el Caribe colombiano atravesaban caminos divergentes al comenzar la década de los ochenta del siglo XX. Las fiestas de noviembre que conmemoran la independencia de Cartagena de Indias, a orillas del mar Caribe, se encontraban en una crisis producida por un conjunto de factores políticos, institucionales y económicos; por su parte, el Carnaval de Barranquilla iniciaba su franca recuperación por un sendero que lo conduciría a ser declarado, años más tarde, en 2003, como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Primero fueron conversaciones entre amigos las que generaron una serie de interrogantes sobre el papel de estas fiestas en la transformación de las ciudades, la configuración de una región cultural y la formación de la nación. Entre ellos, Jorge García Usta, pionero en los análisis y gestor de iniciativas frente a la crisis cartagenera; Margarita Abello Villalba; Carmen Arévalo Correa; Mirta Buelvas Aldana, y Jaime Abello Banfi brindaron conocimientos y fueron activos promotores de la recuperación del Carnaval barranquillero.
Por otra parte, la posibilidad de hacer parte de la comparsa “Disfrázate como quieras” del Carnaval de Barranquilla durante más de dos décadas y el haber participado en la fundación del Comité por la Revitalización de las Fiestas de Independencia de Cartagena me permitió a mí y a Juan Sebastián Macías conocer estas expresiones desde adentro. Pero fue la invitación, extendida por el Centro de Estudios Económicos Regionales del Banco de la República en Cartagena de Indias, para participar en el panel sobre Fiestas y Festivales en el Caribe Colombiano del seminario Estudios sobre el Caribe Colombiano: Balance de Medio Siglo, evento conmemorativo de los veinte años de ese grupo de investigaciones, realizado en 2017, la que brindó la oportunidad de presentar una primera y breve versión de este proyecto investigativo. Luego, con los interrogantes surgidos en aquel momento, Juan Sebastián y yo nos pusimos en la labor de continuar las búsquedas, reforzar el trabajo en archivos, revisar la rica bibliografía existente, entablar comunicación con expertos de distintas disciplinas y reorganizar el cuerpo de ideas centrales.
Expresamos especial agradecimiento al historiador Sergio Paolo Solano de las Aguas, quien con la generosidad que le es característica orientó, como el mejor de los maestros, el estudio de fuentes primarias en el Archivo General de la Nación (AGN) y nos brindó apoyo en distintos momentos de la investigación; le doy las gracias a la historiadora Muriel Laurent, directora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andes, quien recomendó como asistente de investigación a Juan Sebastián Macías, de quien había sido su profesora, e hizo una lectura juiciosa de los borradores, al igual