Vía crucis con los santos. Pablo Cervera BarrancoЧитать онлайн книгу.
sé que la fuerza de tu diestra me sostiene, por medio de mi Señor, Hijo del hombre, mediador entre ti, que eres el único, y nosotros, muchos, sumergidos en muchas dificultades. Por medio de Cristo Jesús quiero aprender a amar, porque yo también he sido conquistado por él y desde los tiempos antiguos soy llamado al seguimiento del Único, olvido lo pasado y me lanzo hacia el futuro, pero no hacia un futuro que desaparece, sino hacia la meta para llegar al premio. Se consume en el dolor mi vida, mis años pasan en llanto, pero, aunque estoy fragmentado en este tiempo, del que no conozco la trama, tú eres mi consuelo, Señor, Padre mío Eterno. Llegará el día en que me abocaré a ti, límpido y purificado, por el fuego de tu Amor. Tú sostienes a los que vacilan y levantas a todo el que ha caído y no caen quienes tienen en ti su maravillosa dignidad.
Oración
Padre Santo, que sostienes durante siglos tus promesas, levanta la cabeza de la humanidad oprimida por tantos males y abre nuestros corazones a la esperanza, para que sepamos esperar sin turbación el regreso glorioso de Cristo, juez y salvador. Por Cristo, nuestro Señor.
R/ Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
R/ Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
San Juan de Ávila
V/ Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R/ Porque con tu Santa Cruz has redimido al mundo.
Palabra de Dios
Is 63,8-9
Dijo él: «De cierto que ellos son mi pueblo, hijos que no engañarán». Y fue él su Salvador en todas sus angustias. No fue un mensajero ni un ángel: él mismo en persona los liberó. Por su amor y su compasión él los rescató: los levantó y los llevó todos los días desde siempre.
Reflexión
Mirándote, Señor, todo me convida al amor: el madero, la figura, las heridas de tu cuerpo..., y todo me da voces para que te ame y nunca me olvide de ti; si de ti me olvidare, oh buen Jesús, y no te pusiese por principio de mis alegrías, que se me pegue la lengua al paladar, y se me paralice mi mano derecha.
Oración
¡Señor! ¿Quién no se come las manos tras ti y te desea noche y día? ¿Quién no pierde el sueño por ti? Concédenos, Señor, no estar dormidos en las vanidades de esta vida, sino vivir centrados en ti, Bien sobre todo Bien, pues quien te halla pone fin a buscar otras cosas.
R/ Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
R/ Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
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