El reino suevo (411-585). Pablo C. Díaz MartínezЧитать онлайн книгу.
absque lacrimis Tolosae facere mentionem, quae ut hucusque non rueret, sancti episcopi Exsuperii merita praestiterunt. Ipsae Hispaniae iam iamque periturae, quotidie contremescunt, recordantes inruptionis Cymbricae, et quicquid alii semel passi sunt, illae semper timore patiuntur».
[48] Hydat. 34: «Alani et Vandali et Sueui Hispanias ingressi aera CCCCXLVII. Alii IIIIº kl. alii IIIIº idus Octobris memorant, die tertia feria, Honorio VIII et Theosio Arcadii filio III consulibus». Es probable que el texto aluda a un periodo, fecha inicial y final, hemos de imaginar que el desplazamiento no se produjo en una sola jornada.
[49] Hydat. 38: «Barbari qui in Hispanias ingressi fuerant caede depredantur hostili».
[50] Hydat. 40: «Fames dira crassatur adeo ut humanae carnes ab humano genere ui famis fuerint deuoratae; matres quoque necatis uel coctis per se natorum suorum sint paste corporibus; bestie, occisorum gladio fame pestilentia cadaueribus adsuaetate, quosque hominum fortiores interimunt eorumque carnibus paste passim in humani generis efferantur interitum. Et ita quatuor plagis ferri famis pestilentie bestiarum ubique in toto orbe seuientibus, predicte a domino per prophetas suos adnuntiationes implentur». Las referencias a la antropofagia con motivo de asedios o de irrupciones violentas y destructivas no son extrañas en las fuentes del periodo; véase Olympiodoro (10, 2) en relación con la irrupción de Alarico en Roma, entre otras referencias.
[51] Hydat. 40: «Conditam in urbibus substantiam tyrannicus exactor diripit et miles exauriunt».
[52] J. Matthews, Western Aristocracies and Imperial Court, cit., pp. 307-328. M. Cesa, Impero tardoantico e barbari: la crisi militare da Adrianopoli al 418, Como, Edizioni New Press, 1994, pp. 121-148.
[53] K. Ehling, «Zur Geschichte Constantins III», Francia 23/1(1996), pp. 5-8.
[54] Zos. VI, 4, 3. La referencia también está en Oros. VII, 40, 6 y Soz. IX, 11. Sobre la utilización de ejércitos privados véase D. Whittaker, «Landlords and warlords in the Later Roman Empire», en J. Rich y S. Shipley (eds.), War and Society in the Roman World, Londres-Nueva York, Routledge, 1993, pp. 286-291. Para el caso hispano R. Sanz Serrano, «Aproximación al estudio de los ejércitos privados en Hispania durante la Antigüedad Tardía», Gerion 4 (1986), pp. 235-264. Véase los comentarios de F. Paschoud, Zosime. Histoire Nouvelle, t. III, 2, París, Les Belles Lettres, 1989, pp. 31-37.
[55] Ph. Wynn, «Frigeridus, the British Tyrants, and the Early Fifth Century Barbarian Invasions of Gaul and Spain», Athenaeum 85 (1997), p. 95.
[56] NDOcc. XLII, 24-32.
[57] Una ley del 398 (CTh. VII, 14, 1), que alude directamente a Hispania, reprobaba el que se recurriese a ellos para fines particulares. Cfr. P. Le Roux, L’armée romaine et l’organisation des provinces iberiques d’Auguste à l’invasion de 409, París, Diffusion de Boccard, 1982, p. 397.
[58] J. Arce, «Gerontius, el usurpador», en España entre el mundo antiguo y el mundo medieval, Madrid, Taurus, 1988, p. 101. L. A. García Moreno, «Nueva luz sobre la España de las invasiones de principios del siglo V. La epístola XI de Consencio a S. Agustín», en M. Merino (ed.), Verbo de Dios y palabras humanas. En el XIV centenario de la conversión cristiana de San Agustín, Pamplona, Ediciones Universidad de Navarra, 1988, pp. 158-159 y n. 20, cree que las guarniciones hispanas recogidas en la Notitia Dignitatum fueron alejadas de España por Honorio, probablemente con destino a Italia, tras la deslealtad mostrada en el momento de la usurpación de Constantino III. Estas tropas serían sustituidas por la creación de un ejército de campaña, cuyo cuartel general estaría en Pamplona.
[59] Sozom. IX, 11.
[60] Zos. VI, 4, 1-2.
[61] Olymp. 13, 2.
[62] Sozom. IX, 12.
[63] Sozom. IX, 11.
[64] Ph. Wynn, «Frigeridus, the British Tyrants, and the Early Fifth Century Barbarian Invasions of Gaul and Spain», cit., p. 88.
[65] Oros. VII, 40, 5.
[66] M. V. Escribano, «Usurpación y defensa de las Hispanias: Dídimo y Veriniano», Gerion 18 (2000), p. 526.
[67] Cfr. R. Van Dam, Leadership and Community in Late Antique Gaul, Berkeley, California University Press, 1985, pp. 7-24. W. Davies y P. Fouracre (eds.), Property and Power in the Early Middle Ages, Cambridge, University Press, 1995, pp. 3-7 («Introducción»).
[68] M. V. Escribano, «Usurpación y defensa de las Hispanias: Dídimo y Veriniano», cit., pp. 509-534, cree que la afirmación de Orosio (Oros. VII, 40, 5) de que Dídimo y Veriniano no pretendían asumir la tiranía, es en realidad un intento de ocultar su condición de usurpadores del poder imperial, lo que vendría, en su planteamiento, confirmado por el tratamiento que de la noticia hacen las distintas fuentes del periodo. J. Arce, Bárbaros y romanos en Hispania 400-507 A.D., cit., pp. 44-45, es categórico al afirmar que los parientes del emperador se levantaron inequívocamente en su defensa.
[69] Oros. VII, 40, 5.
[70] Zos. VI, 4, 2-3.
[71] Este personaje no está en el texto de Zósimo, que presenta una laguna en el pasaje, pero es mencionado en uno de los fragmentos de Frigerido recogidos por Gregorio de Tours (Hist. II, 9). Cfr. Ph. Wynn, «Frigeridus, the British Tyrants, and the Early Fifth Century Barbarian Invasions of Gaul and Spain», cit., p. 88, n. 66. Más adelante, quizá en el verano del 410 Rústico reemplazó a Apolinar como prefecto del Pretorio; cfr. C. E. Stevens, «Marcus, Gratian, Constantine», Athenaeum 35 (1957), p. 344.
[72] Oros. VII, 40, 7. Sobre el origen y composición de estas tropas véase M. Cesa, Impero tardoantico e barbari, cit., pp. 135-136, n. 50, quien hace ver el afán propagandístico proteodosiano de Orosio que quiere dejar claro que el ejército del usurpador estaba constituido por bárbaros indisciplinados.
[73] Sobre el impacto de las invasiones en el entorno de la Meseta Central, véase P. C. Díaz, «La ocupación germánica del valle del Duero: un ensayo interpretativo»,