Latidos Ardientes. Foraine Amukoyo GiftЧитать онлайн книгу.
dos corazones se añoran el uno al otro
La conexión es vagamente inexplicable
Pero es exclusivamente expresable
Cuando un corazón parte en una maratón
Sólo entonces cambiará el giro
El ritmo del corredor se incrementa
Un corazón acelerado
Late más rápido que los demás
Después de un tiempo va tomando el ritmo regular
No puede estar a la carrera todo el tiempo
Debe volver al ritmo del corazón
Que siempre, engrasado ilumina la mente
Dando matices de colores a la piel
Puede cerrarse cuando la mente está herida
O si el cuerpo es asesinado
Es una joya con el que cada pecho está dotado
De forma sincera y preciosa
El amor es una gema
Las gemas hermosas son raras
Cuando encuentres una
Abrázala a tu pecho
El amor es hermoso para las bellezas de corazón
El amor es funesto para las bestias de corazón
Para cada sentido y movimiento
Dos órganos fueron dados
Pero sólo un corazón
Un corazón para encontrar su forma correspondiente
Y hacer el dulce amor, juntos
Uno, único en pareja
A dúo, de dos en dos.
Bromista Oscuro
Un nuevo amanecer está por liberarse
La noche y el día yacen desnudos bajo las mantas
Envueltos en brazos y acurrucados cálidamente
No desvincularían su comunión a toda prisa
Ambos miembros enredados y desenredados
Acariciando y catando figuras
La noche anudando su nariz en el suave cuello del día
Pasando los nudillos por toda su forma luminosa
Bromeando y fascinándola con besos nublados
No querría dejarla ir
Ella es su llamarada brillante
El encendedor de su capucha oscura
Oh caballero mío, detente, debes irte ahora
Se extiende y cubre parcialmente sus muslos con los de ella
Oh no, debes bajar de tu lasciva oruga nocturna
Debes ir a honrar las camas de tus numerosas amantes
Eres el hombre de todas las damas, no el mío para quedármelo
Ve ahora, no debes hacerlas esperar
Han estado despiertas desde el alba hasta el ocaso
Cuidando a sus súbditos, al acecho
Para que tu fachada descanse y se relaje
En la buena calidez que soportas
Nadie puede ver tus cambios de humor
A veces horripilante y a veces doloroso.
Soportando pesadillas o abrazando el cuerpo con manos frías.
Agradezco a las alturas de los cielos por otorgarte los mejores ánimos
Cada vez que honras mis aposentos
Eres tú, el intrépido y temible caballero
Tus cuentos almacenan incontables satisfacciones y disgustos
Y, aunque estoy celosa, quiero que te lleves contigo
Esta atmósfera romántica para tus próximas posesiones
Déjame ahora caballero perdido
Necesito bañar con toda mi luz a la fortaleza
Es mi deber asignado como pronóstico regional
Y, por supuesto, debes seguir adelante
Para ponerte a cubierto con tus amantes en otros reinos
Es nuestro destino permanecer solteros pero mezclarnos
Ser compañeros por tiempos restringidos
Es la suerte que tenemos que asumir
Una oleada en avance
En combates de besos y picotazos
Abrazándose holgadamente, lentamente se separan
Su caballero se ha ido
La pasión de anoche asola su cuerpo
Irradiando chispas que resplandecen su bella piel
Ella se vuelve malhumorada, extrañando a su caballero
Ella no pudo soportarlo más
Lágrimas de anhelo cayeron de sus ojos nublados
Lloviendo por sus mejillas y bendiciendo su barbilla
Buscando el calor y el cierre de su armadura
Preguntándose si estaba teniendo socorro
Con sus otras margaritas
Por fin volvió a ella
Debe haber sido gastado
Se adentró lentamente sobre su semental
Cubriéndola esta vez de todo corazón
Sus abrazos eran aplausos retumbantes
Sus sonrisas la luna llena
Sus ojos las estrellas brillantes
Su caballero está aquí, todo lo demás se detiene
La noche, el amante del universo
El bromista oscuro.
Malas Palabras
Antes que golpees ese soplido
Que ahoga mi pecho
Dale una nota a mi sexo que está enfermo
Siendo natividad sincronizó nuestra alma y nos ata como compañeros
De tu costilla, tomo tu aliento y respiro
Antes de arrojar ese golpe
Ese golpe que tambalea mi afecto
Cavilado por un momento mi corazón es frágil
Mi cuerpo es tan suave como mis paredes
Se desliza con tu fluido, mis costillas no pueden separarse
Tu espada ardiente me corta para gemir en enfermedad
La presión de tu azada explota en quemaduras basculante
Enceguece como un arco de cerdas en mi suelo
Ensordece como un calabozo de celdas de ladrillo adormecido
No me aplastes; deberías calmar mis huesos
Golpéame con amor, no con tu arco
Aliméntame con adoración, no con tu flecha
Para la natividad, los genes están encadenados
Mi ego es tan frágil como un huevo
Mi mente finge ferocidad; incursiona en las colmenas
Antes de incrustar el eje de néctares en tu lengua
Tamiz de la sabiduría cristalina, mi psique suprema es derramada
El reloj de arena del tiempo es sumiso