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El Ciudadano Inválido Y Otras Historias. Foraine Amukoyo GiftЧитать онлайн книгу.

El Ciudadano Inválido Y Otras Historias - Foraine Amukoyo Gift


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tu hijo. Tengo mis dudas. Por favor deja de darle a mi bebé bueno esas cosas para beber. Su sistema puede que no concuerde.

      ̶ ¿Pero su sistema concuerda con comer dulces? Hummm, beberá agbo para limpiar la dulzura – el bebé orinó a Sissy –. Oh querida, lo lamento, ha arruinado tu vestido.

      ̶ Está bien. ¿Por qué no le pusiste pañales? ¿Preferirías ponerle hojas alrededor de su cintura? – Sissy meció al bebé y le dio besitos en las mejillas – Iya se rio.

      ̶ Le pondré pampers. Si se come otra cosa dulce le daré agbo de beber. Una persona a la que no le gustan las hojas amargas no debería ser tan entusiasta de comer dulces.

      ̶ Iya, te he advertido – Sissy suspiró y le dio el bebé a su madre.

      ̶ Así que, Sissy, cariño, ¿cuál de los pantalones vas a comprar? – Iya extendió muchos pantalones en la mesa – Tu hombre amará mucho este color rojo. Combina con tu pintura de uñas.

      ̶ No he usado los pantalones que compré la vez pasada, jare3. He estado muy ocupada para ir a la casa de mi novio durante el fin de semana. Solo tomaré dos sostenes negros. Los necesito para las camisas blancas polo que usaré para dos días de la caminata de concientización. Es una campaña para que la gente deje de auto medicarse. Me gustaría que fueras. Es para gente como tú que les gusta administrarse drogas a sí mismos, peor aún, medicinas tradicionales.

      ̶ ¿Quién cuidará de mi negocio mientras recorro las calles con pancartas y carteles? Por favor, estoy muy hambrienta para involucrarme en tu campaña, no puedo permitirme la caminata y no tengo la fuerza. Estoy buscando por dinero Sissy, quizá vaya en alguna otra ocasión.

      ̶ Iya, no todo en la vida se trata de hacer dinero. Iya, también deberías aprender cómo usarlo. Puedes guardar los cincuenta naira para comprar medicina para gusanos los próximos tres meses. Por favor, deberías prestar atención a programas importantes, especialmente aquellos con beneficios para la salud. Si cierras la tienda por un día, no habrá pérdida en tu negocio ni margen de ganancias. El tipo de bienes que vendes permite a la mayoría de tus clientes esperar o esperar a que vuelvas si no estás aquí. Pueden llamar a tu teléfono cuando necesitan un ítem urgentemente.

      ̶ Okey, te escucho. Me uniré a la campaña. ¿No es solo para repartir folletos y levantar carteles sobre mi cabeza?

      ̶ No es solo eso. Te llevarás a casa lecciones que puedes aplicar para tu salud y practicarlas.

      ̶ Okey, gracias Sissy. Te veré mañana.

* * * * * *

      Al día siguiente, Iya estaba poniendo en los estantes sus productos cuando Sissy pasó.

      ̶ Ah, Iya, estás mostrando tus productos. Te dije que el programa empieza a las once en punto y ya son más de las diez en punto.

      Iya ajustó su gorro. Se soltó. Lo removió y ató una bufanda alrededor de su pequeña cintura.

      ̶ Eh, Sissy, la cosa es que no podré ir hoy. Verás, hoy era el saneamiento del mercado y tomó treinta minutos extra antes de que terminara la reunión. Abrimos el mercado hace solo cinco minutos así que quiero compensar las ventas perdidas, espero que entiendas.

      ̶ Iya… deberías simplemente cerrar la tienda hasta que volvamos. Te ayudaré a organizar la mercancía y a vender por el día.

      ̶ Sissy, por favor, hoy no, no puedo ir. Por favor no estés molesta. Sabes que soy la única que está cuidando de la familia. Mi esposo aún no consigue otro trabajo. Estoy tratando de reunir capital para que él empiece un negocio pequeño.

      ̶ Sí, Iya, entiendo. Quisiera poder ayudar – las cejas de Sissy se llenaron de surcos.

      ̶ Sissy, tu patrocinio es una garantía de que le sacaremos provecho y podremos mantener cuerpo y alma juntos. Por favor dile a tus amigas que patrocinen mi ropa interior. Venderé a buenos precios – comenzó a organizar las bragas más finas y sexis en colgadores.

      ̶ Seguro lo haré, Iya. Voy de salida. Compartiré información de utilidad cuando vuelva. ¿Cómo está tu hijo? ¿No trajiste mi buen niño a la tienda? – Sissy miró dentro de la tienda.

      ̶ Hoy se quedó en casa con su padre. Lo dejo cuidarlo por hoy.

      ̶ Está bien. Iya, te veré más tarde. Envíale mi amor a mi buen niño – Sissy se fue e Iya abrió completamente su tienda.

      Después de que hizo algunas ventas, Iya sumó el dinero de ventas anteriores y contó. Se veía triste ante la suma total que se extendía por sus palmas. Rebuscó en su arca de madera y salió decepcionada. Facturas, nuez de cola, un bolígrafo viejo y algunas notas de naira eran todo lo que llenaba la caja.

      ̶ Dios, estoy demasiado lejos de ahorrar una cantidad substancial para que mi esposo pueda empezar su negocio de reparaciones. Dios, por favor aumenta las ventas para que yo pueda recaudar suficiente dinero – Iya se levantó y sostuvo sus productos para atraer clientes. Cantó mientras limpiaba su terraza.

* * * * * *

      Iya cerró la tienda bastante tarde. Llegó a casa y colgó su bolsa en la silla más cercana. Su hijo estaba hirviendo en fiebre.

      ̶ Kenny, ¿por qué no me llamaste? – envolvió a su hijo con sus brazos.

      ̶ No quería molestarte. Ha tenido una temperatura un poco elevada desde las cuatro de la tarde, se hizo peor en la noche, hace como una hora – Kenny trajo agbo para el niño. Iya apartó la copa de agbo.

      ̶ No, no está mejorando. No le des la hierba. Vamos a llevarlo al hospital – dijo.

      ̶ Kenny estaba frenético. Se apuró dentro de la habitación y cambió sus boxers por unos pantalones. Se fueron hacia el hospital ansiosos.

      El hospital admitió al niño.

      ̶ Señora, ¿con qué ha estado tratando a su hijo? Está en condición severa – dijo el doctor.

      ̶ Doctor, ha estado bien, no estaba enfermo – dijo Iya en tono lloroso.

      ̶ Ha estado enfermo por un largo tiempo, los síntomas no eran claros para usted. Está muy enfermo – el doctor escribió en el reporte médico.

      ̶ Oh, Dios mío, ¿qué enfermedad es esa? – preguntó Kenny. De repente se veía pálido.

      ̶ ¿Qué le dieron antes de venir acá? ¿Qué drogas le dieron? – preguntó el doctor.

      ̶ Agbo señor, es usual que le demos medicinas herbales para curar su barriga azucarada porque unos buenos patrocinadores en mi tienda le dan cosas dulces de comer y tomar – el doctor sacudió su cabeza. Iya sostuvo los brazos del doctor y cayó a sus rodillas –. Doctor, por favor, salve a mi hijo. No puedo tener otro niño. Por favor, su nacimiento fue complicado. Mi doctor removió mi útero para evitar que se extendiera la infección. Mi hijo es mi vida.

      ̶ Señora, hacemos lo mejor que podemos. Le haremos unas pruebas. Enfermera, por favor, obtenga una muestra de sangre.

      ̶ Por favor, salven a nuestro hijo – dijo Kenny.

      ̶ Haremos lo mejor que podamos. Enfermera, haga el examen de sangre con urgencia – el doctor le dio una palmadita al hombro de Kenny y salió de la habitación.

      ̶ No puede hacerse nada por el niño – le dijo el doctor a la enfermera unos minutos más tarde –. Tiene pocas horas de vida. Los componentes herbales han cortado su hígado y abrieron huecos en su riñón. Lo que fuera que estuviera mezclado en la sustancia era ácido. Era muy tóxico para un niño que aún no llega al año.

      La


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Jare es una persona de la que se pueden aprovechar fácilmente.

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