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Dramas de Guillermo Shakespeare: El Mercader de Venecia, Macbeth, Romeo y Julieta, Otelo. William ShakespeareЧитать онлайн книгу.

Dramas de Guillermo Shakespeare: El Mercader de Venecia, Macbeth, Romeo y Julieta, Otelo - William Shakespeare


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       William Shakespeare

      Dramas de Guillermo Shakespeare: El Mercader de Venecia, Macbeth, Romeo y Julieta, Otelo

      Publicado por Good Press, 2019

       [email protected]

      EAN 4057664132895

       ADVERTENCIA PRELIMINAR.

       EL MERCADER DE VENECIA .

       ACTO I.

       ACTO II.

       ACTO III.

       ACTO IV.

       ACTO V.

       MACBETH.

       ACTO I.

       ACTO II.

       ACTO III.

       ACTO IV.

       ACTO V.

       ROMEO Y JULIETA.

       PRÓLOGO.

       ACTO I.

       ACTO II.

       ACTO III.

       ACTO IV.

       ACTO V.

       OTELO.

       ACTO I.

       ACTO II.

       ACTO III.

       ACTO IV.

       ACTO V.

       Índice

      Sale á luz este primer tomo de la version de Shakspeare, sin la biografía y juicio del autor que debian encabezarle. Ocupaciones y tareas de todo género, falta de reposo, y áun obstáculos literarios que fuera largo enumerar, nos hacen diferir para remate del último volúmen lo que debió ir en el primero. Quizá con la tardanza resulte menos imperfecto nuestro estudio.

      En la traduccion he procurado, ante todo, conservar el sabor del original, sin mengua de la energía, propiedad y concision de nuestra lengua castellana. Muchas veces he sido más fiel al sentido que á las palabras, creyendo interpretar así la mente de Shakspeare mejor que aquellos traductores que crudamente reproducen hasta los ápices del estilo del original, y las aberraciones contra el buen gusto, en que á veces incurria el gran poeta. Como la gloria de Shakspeare, el más grande de los dramáticos del mundo (aunque entren en cuenta Sófocles y Calderon), no consiste en estas pueriles menudencias, sino en el vigor y verdad de la expresion, y sobre todo en el maravilloso poder de crear caractéres y fisonomías humanas, reales y vivas, que es entre todas las facultades artísticas la que más acerca al hombre á su divino Hacedor, pareceria mezquindad y falta de gusto entretenerse en recoger las migajas de la mesa del gran poeta, cuando nos brindan en el centro de ella los más sabrosos y fortificantes manjares. Mi traduccion no es literal ó interlineal, como puede hacerla quienquiera que sepa inglés, con seguridad ó de no ser entendido ó de adormecer á lectores españoles. Yo he querido hacer, bien ó mal, una traduccion literaria, en que comprendiendo á mi modo los personajes de Shakspeare, colocándome en las situaciones imaginadas por el gran poeta, y sin omitir á sabiendas ninguno de sus pensamientos, ninguno de los matices de pasion ó de frase, que esmaltan el diálogo, he procurado decir á la española y en estilo de nuestro siglo lo que en inglés del siglo XVI dijo el autor. No he añadido ni un vocablo de mi cosecha, ni creo haber suprimido nada esencial, característico y bello. En conservar las rudezas de expresion y las brutalidades de color he puesto especial ahinco, como quiera que forman parte y muy esencial de la índole del poeta. Algo he moderado el pródigo lujo de su expresion, sobre todo cuando degenera en antítesis, conceptillos y phebus extravagante. Sírvame de disculpa el que lo mismo han hecho los alemanes que han traducido á Calderon, y por análogas razones los extraños que sólo ven en el gran poeta la alteza del pensamiento, y no la expresion casi siempre falsa y desconcertada, ponen á Calderon sobre su cabeza mucho más que los nuestros. Quizá me haya llevado demasiado lejos mi amor á la sencillez, á la sobriedad y al nervio del estilo. Por si fuese así, anticipadamente pido perdon, declarando que mi principal objeto ha sido hacer una traduccion que pueda leerse seguida con facilidad y sin tropiezo de notas y comentarios, en suma, popularizar á Shakspeare en España.

      De las cuatro obras dramáticas incluidas en este tomo hay excelentes traducciones castellanas. El Macbeth fué puesto en versos castellanos, algo duros y parafrásticos, pero fidelísimos y robustos, por D. José García de Villalta (que escribia el inglés con tanta facilidad como el castellano), y silbada estrepitosamente (para vergüenza nuestra debe decirse, aunque muy bajo y de modo que no lo oigan los extranjeros) por el público del teatro del Príncipe en 1835. Despues le ha traducido con mayor fluidez y armonía D. Guillermo Macpherson, á quien debemos otra elegante version de Julieta y Romeo. Villalta publicó tambien un fragmento de Otelo, y así ésta como el Mercader de Venecia y Julieta fueron bien interpretadas, con ciertas escabrosidades de diccion pero con mucho sabor shaksperiano, por el malogrado Jaime Clark. Tambien hemos oido aplaudir, aunque sin llegar á verlas, las traducciones del Marques de Dos Hermanas.

      De todas las demas nos hemos aprovechado en la interpretacion de los pasajes difíciles, así como de la comparacion de algunos textos ingleses y de varios comentadores.

      M. M. P.

       DE VENECIA.

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