Espiritualidad y vida cotidiana. Jordi Sapés de LemaЧитать онлайн книгу.
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Autor: Jordi Sapes de Lema
Corrección: Adoración Pérez Ferrer – Maquetacionlibros.com
Diseño: Jorge Herreros – [email protected]
Maquetación: Georgia Delena – [email protected]
© Boira Editorial
Depósito legal: L 448-2020
ISBN: 978-84-16680-90-0
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN: LO SUPERIOR EN EL TRABAJO ESPIRITUAL
Plantear la trascendencia
Los inicios del Trabajo espiritual
Mirar el personaje desde arriba
LA REALIDAD SE MANIFIESTA DE ARRIBA HACIA ABAJO
LA CONCIENCIA SE RECUPERA DE ABAJO HACIA ARRIBA
Diferentes niveles de conciencia
La armonización de lo inferior con lo superior
La acción consciente en la sociedad
Perspectiva religiosa de la Trinidad
La función de las iglesias y de las escuelas espirituales
INTRODUCCIÓN: LO SUPERIOR EN EL TRABAJO ESPIRITUAL
Plantear la trascendencia
El curso de presentación del Trabajo espiritual se divide en tres partes.
En la primera, nos preguntamos por la razón de la insatisfacción que arrastramos y también por esta realidad posible que intuimos, sin tanta angustia y desorientación. La explicación de Antonio Blay responde a esta inquietud, con un diagnóstico y una alternativa práctica: nos habla de la desconexión del niño y la génesis del personaje; de la identificación con un modelo y la desorientación que produce, y nos dice también que esto es algo artificial que podemos superar. Hablamos de nuestra naturaleza esencial, hecha de inteligencia, amor y energía, cualidades que podemos utilizar de un modo consciente y voluntario; y constatamos que el exterior nos ha obligado a prescindir de esta capacidad, para subordinarnos a un modelo social negativo y limitante.
En la segunda parte, proponemos un sistema práctico capaz de hacernos recuperar la conciencia para ejercitar este potencial que somos. Exponemos todos los ejercicios que hemos diseñado para recuperar el protagonismo y la libertad: despertar, observar y comprender el personaje, equilibrar el yo experiencia, protagonizar una existencia creativa, reconectar con la esencia y limpiar el inconsciente. Y resaltamos que las creencias o las maneras de pensar alternativas no desarrollan nada: solo el ejercicio práctico de estas capacidades nos hace evolucionar, porque nos obliga a superar las limitaciones artificiales que nos han impuesto.
En la tercera parte, nos gusta comunicar que esta existencia, tan limitada desde los anteojos del personaje, adquiere una dimensión muy diferente, cuando la miramos desde una conciencia despierta. Y otra, todavía más revolucionaria, si la vemos desde el espíritu. Pero tenemos dificultades para imaginar una dimensión espiritual que solemos ignorar por completo. Nos movemos mucho por la mente y tenemos tendencia a confundir la espiritualidad con la psicología, pero la psicología no conduce a la experiencia del espíritu.
Claro, del espíritu han hablado tradicionalmente las religiones; y la gente que acude a nuestros cursos suele tener una postura crítica en relación a las mismas. Preguntados acerca de la existencia de Dios, la mayoría se declaran agnósticos y algunos ateos. Por eso, en la tercera parte del curso, cuando intentamos hablar del Ser Esencial y de la trascendencia, nos encontramos con dificultades porque se interpreta que hablamos de religión.
En cierto momento, nos llegamos a plantear si no sería mejor eludir esta última parte para no asustar a nadie: los que iniciaran el camino ya se la encontrarían más adelante y, entonces, estarían más preparados. Sin embargo, decidimos que no podíamos obviar esta cuestión en un curso que promueve el redescubrimiento de nuestra identidad esencial. Todo tiene sentido en la medida en que caminamos hacia la experiencia del ser que somos; así que, si no podemos hablar de la Esencia, de Dios, se nos cae todo.
Además, para facilitar la experiencia de la trascendencia, nos retiramos una semana en un monasterio, una vez al año, porque encontramos allí la atmósfera propicia para un contacto con los niveles espirituales del ser humano. Y también aquí aparecen problemas y discusiones porque la gente, de entrada, no se siente atraída por participar en las liturgias y convivir con los monjes. Y ahí es donde tenemos que resaltar que esta es una vía práctica que se fundamenta en la experiencia. Rechazar esta experiencia porque no se cree en algo, nos deja bloqueados en el mundo de las creencias; da igual que sean positivas o negativas, que se esté a favor o en contra.
El hecho es que, durante el retiro al que acudimos con una previa preparación, la práctica totalidad de los participantes viven la experiencia del contacto con lo