La cábala. Mario SabanЧитать онлайн книгу.
en las dimensiones superiores. Y mientras más amplio sea el Kli de recepción, como lo es en el Keter psicológico, debemos disponer de la máxima cantidad de energía psíquica en el orden trascendente. Las modificaciones en la percepción cognitiva (Biná) se producen en las dimensiones más elevadas. Recordemos siempre que Daat (el Conocimiento) es la confluencia de la Biná psicológica (lo cognitivo) de la Maljut psicológica (lo conductual). Y así como el Yo aprende en sentido descendente de la Biná a Maljut (cognitivismo), así también aprendemos en orden ascendente de la Maljut a la Biná (conductismo). La conducta como hecho material se eleva hacia el Daat, y los elementos cognitivos de la Biná descienden hacia el Daat.
31. El desgaste de las energías psíquicas en defensa de la identidad inferior del Yo
«El extremismo en cualquiera de sus formas es totalmente innecesario».
NAJMÁN DE BRATSLAV
El Yo debe focalizar sus energías psíquicas con el objetivo de expandir el vacío interior dentro de su subjetividad, y así captar las energías cosmogónicas exteriores. Si el Yo exclusivamente trabaja en el sistema defensivo de su propia identidad, el desgaste que se produce es considerable. Hay existencias subjetivas que simplemente existen para defender y delimitar el Yo, y todas las energías psíquicas se ponen al servicio de un refuerzo constante de la identidad. Si bien esto es positivo en la estructuración de la Tiferet psicológica (y es donde trabajan la mayoría de las escuelas de Psicología tradicional), nosotros proponemos que para el «sano» (aquel que tiene solidez identitaria en su centro tiferético) el desafío máximo es el crecimiento constante por su expansión ilimitada de su propio Kli. Sin embargo, no podemos continuar durante toda nuestra existencia desgastando las energías psíquicas en el campo de la defensa del Yo (Tiferet), porque lo que demuestra esta obsesión, en la interioridad subjetiva, es un problema de autoafirmación identitaria. Una constante autoafirmación subjetiva nos puede llevar al narcisismo que paradójicamente posee la misma cara de la baja autoestima. Debemos tener cuidado con que la espiritualidad no sea considerada una excusa en aras de un aumento de una entropía del Yo con la creación de un tipo de egoísmo espiritual.
Como mi vacío existencial me conecta con el vacío general donde se desarrollan todas las manifestaciones del Ein Sof, en realidad, es a causa de mi vacío existencial donde mi Yo al sentir la Nada adquiere su mayor potencial, y es a partir de ahí, donde cada uno puede alcanzar la consciencia de la magnitud de su potencialidad.
Ahora sí estamos en condiciones de comprender la gran enseñanza del judaísmo cuando dice:103
«Haz su voluntad como si fuera la tuya, para que Él haga tu voluntad como si fuera la suya. Supedita tu voluntad a la de Él, para que Él supedite la voluntad de los demás a la tuya».
En primer lugar, ¿cuál es su voluntad? En realidad, toda la manifestación dentro del vacío manifiesta la voluntad del Ein Sof. Nuestra propia existencia existe como una manifestación fragmentaria del Ein Sof. Ahora bien, además de existir dentro de la existencia, existimos para saber que existimos, es decir, tenemos, pues, consciencia de existencia. En segundo lugar, ¿cuál es mi voluntad? Aquí, depende, ya que puedo desgastar mis energías psíquicas en el mundo inferior, o puedo vaciarme interiormente para comprender cuál es la voluntad superior. En tercer lugar, ¿cómo puedo conocer la voluntad de Él si no comprendo la realidad general donde se manifiestan todas las energías? Entonces opera la elevación constante de mi Daat (el Conocimiento) para acceder a mayores niveles de consciencia. Cualquier ser humano que trabaje en el Daat (el Conocimiento) está extrayendo las energías ocultas subyacentes detrás de la materialidad y, por lo tanto, está realizando un trabajo trascendente (más allá de sus creencias subjetivas, porque para el misticismo judío las creencias pueden llevar a la falta de Daat).104
Si mi «Daat» se ajusta exclusivamente a mis límites subjetivos fijos, entonces no puedo acercarme al Ein Sof, debo liberarme en primer lugar de mi propia subjetividad para trascender mi «Yo» y, en consecuencia, operar dentro del sistema general. Amplío, pues, mi «psique» (Neshamá) no por entropía, sino por el carácter relacional de mi Yo con el universo, siendo mi Yo un producto consciente de la misma naturaleza universal de la manifestación del Ein Sof.
32. Las potencialidades ocultas y las potencialidades futuras
«A cada persona le corresponde una letra de la Torá, sin embargo el problema está en encontrarla; cuando uno encuentra su letra en la Torá comprende por qué ha regresado a la existencia física».
MARIO SABAN
Todas las potencialidades del Yo se encuentran ocultas, sin embargo, no existen potencialidades fijas sino modificables. Si decimos que el Yo oculta sus potencialidades, el Yo también oculta el desarrollo de sus potencialidades futuras.
Quiero explicar esta diferencia sutil (y muy importante) para que se comprenda la diferencia entre las potencialidades existentes y las potencialidades futuras. Las potencialidades existentes en el Yo se encuentran dentro de la Jojmá psicológica, y es en la Biná donde podemos hacer conscientes estas energías psíquicas, pero las potencialidades futuras son aquellas que aparecen cuando logramos la ampliación del Kli de recepción dentro del Keter psicológico.
Las potencialidades existentes105 en la dimensión de la Jojmá psicológica se deben organizar dentro de la Biná psicológica, para así llevarlas al centro tiferético. Esto constituye el primer trabajo de la psicología del misticismo judío; el segundo trabajo es indudablemente aprender a focalizar mis energías psíquicas en la ampliación del Kli de recepción creando la máxima expansión del vacío interior del Keter psicológico. Es lamentable percibir cómo la gran mayoría de los seres humanos pierden toda su energía psíquica en establecer la identidad y defensa de su Yo. La tarea de una Psicología de alto nivel será en el futuro elevar la consciencia del ser humano, y reencauzar las energías psíquicas que ahora trabajan al servicio del fortalecimiento del Yo y su defensa, para que se amplíe la capacidad de recepción del Kli. Al ignorar el ser humano (por falta de Daat) la posibilidad de establecer objetivos de alto nivel dentro de las dimensiones superiores, este puede creer de un modo equivocado que exclusivamente existen las dimensiones inferiores, pues entonces ajusta sus objetivos y sus energías psíquicas a dicho orden inferior. Cuando sucede esto se verifica la existencia de la consciencia Bet. Salir de la Conciencia Bet a la Conciencia Alef es un problema existencial de difícil solución, porque hasta en los niveles más elevados de la Biná estamos operando dentro de la Conciencia Bet de forma permanente.
La importancia de no evadirse del vacío existencial es fundamental, la Biná (el Entendimiento) puede confundirse creyendo que la sensación de vacío existencial configura una patología, cuando la patología, en realidad, se configura cuando el sujeto nunca ha sentido dicho vacío existencial.
El que un sujeto nunca haya sentido el vacío existencial se puede deber a dos grandes motivos: el primero es que al existir dentro del mundo de la fragmentación crea ilusoriamente (y muera pensando) que este mundo es el único mundo real, y el segundo motivo es que sintiendo un miedo interior se refugie en el mundo material (exterior) para evadirse del sufrimiento que provoca el reconocimiento de la fragilidad física de su existencia.
Esto demuestra el grado de evasión del sujeto en el mundo inferior.106 Quien asciende en sus niveles de conciencia logra alcanzar el vacío existencial, y quien lo supera (logra pasar el Tejom) unifica el sentido y el sin-sentido existencial en un grado de felicidad de orden superior, en un grado de felicidad extrasubjetiva, una felicidad que podríamos denominar como cosmogónica. La reflexión del alma (psique), como dice Hillman, no debe ser un campo exclusivo de la psicología, sino que el material cosmogónico (los aspectos físicos de la creación del universo) debe ser contemplado para comprender mejor la psique. Siendo un fragmento del Ein Sof, y teniendo en cuenta que, más allá de la Neshamá, el misticismo judío opera con grados o niveles más elevados del alma (Jaiá y Iejidá), la psicología del misticismo judío no puede reducir su comprensión del alma de forma cerrada al interior de la propia psique.
Las Sefirot (o dimensiones energéticas