Manual ACSM para el entrenador personal (Color). American College of Sports MedicineЧитать онлайн книгу.
como mínimo, ya que los puntos en los que se tengan mayores carencias pueden llegar a dominarse con el tiempo, sobre todo si se dedica un tiempo de estudio adicional y, lo que es más importante, deben desarrollar una base de clientes en la que determinadas áreas tengan mayor aplicación que otras. Si se procede de este modo sistemáticamente de un año a otro, la recertificación se convierte en algo gratificante y no en una imposición. Algunos entrenadores personales tienden a esperar al último momento, con el fin de acumular el mayor número posible de UEC/CEC. Este planteamiento no solo genera un alto nivel de estrés, sino que, además, no es un medio eficaz de ampliar la propia base de conocimientos sobre el entrenamiento personal.
Ciencias del ejercicio
Un entrenador personal competente debe disponer de una sólida base de conocimientos sobre ciencias del ejercicio, que combine formación en liderazgo y asesoramiento. La ciencia del ejercicio define un amplio marco en el que se encuadran numerosas disciplinas. Tales disciplinas comprenden, entre otras, la anatomía y la fisiología, la fisiología del ejercicio, el aprendizaje/control del movimiento, la nutrición (dietética), la biomecánica/cinesiología aplicada, el asesoramiento sobre bienestar y la psicología del ejercicio (o psicología deportiva). Los programas formativos de alta calidad (cursos o programas online ofrecidos por organizaciones de certificación o planes de estudios de instituciones académicas) pueden incluir ciclos formativos que incorporen contenidos o seminarios que ayuden al entrenador personal a desarrollar el conocimiento de estas disciplinas específicas.
Un entrenador personal competente debe disponer de una sólida base de conocimientos sobre ciencias del ejercicio.
El ACSM ha trabajado en colaboración con la Fitness Education Network (FEN) para elaborar sendos cursillos de 1 y 3 días de duración que ayudan a los candidatos a preparar el examen de titulación de entrenador personal certificado por el ACSM. Estos cursillos repasan los conocimientos, capacidades y aptitudes más importantes dentro de las áreas que se someten a examen. La participación en estos cursillos en modo alguno garantiza que se vaya a aprobar el examen. Sin embargo, numerosos candidatos los encuentran útiles, dado que permiten repasar lo que ya se ha aprendido (más información en www.acsm.org).
Desarrollo de capacidades
Además de un sólido fundamento de conocimientos sobre las ciencias del ejercicio, los entrenadores personales eficaces deben desarrollar de manera constante nuevas capacidades que añadir a su «caja de herramientas». Entre las herramientas más importantes cabe citar las siguientes:
• Recursos de comunicación eficaz (en persona, por teléfono y por escrito, p. ej., por correo electrónico).
• Capacidad para motivar correctamente.
• Habilidad para influir en los cambios de comportamiento.
• Entrevistas y procesos de selección eficaces.
• Gestión eficaz de objetivos.
• Diseño de programas de ejercicio eficaces y seguros.
• Capacidad de demostración, impartición de instrucciones, seguimiento y supervisión adecuados de los movimientos de los ejercicios.
• Uso eficaz de la tecnología más actualizada para acceder a recursos de formación continuada por medio de webinars y otros recursos online.
• Obtención de recursos de nueva titulación, primaria o de especialidad.
• Uso eficaz de redes sociales, páginas web, blogs, mensajes de correo electrónico masivos y demás medios de marketing y seguimiento electrónico.
• Uso de un modelo de negocio equilibrado.
Tales son, como mínimo, las herramientas que los entrenadores personales deben manejar y dominar, empleándolas de manera eficaz, individualmente o combinadas con otras. En cualquier caso, es preciso que los entrenadores eficientes incorporen nuevas herramientas de trabajo a lo largo de su trayectoria profesional.
RECURSOS DE COMUNICACIÓN (MOTIVACIÓN E INFLUENCIA EN LOS CAMBIOS DE COMPORTAMIENTO)
Tal vez uno de los aspectos que más a menudo se pasa por alto y que, sin embargo, es muy importante en lo que se refiere a las capacidades del entrenador personal es el relacionado con la comunicación. Dicha comunicación es mucho más que la simple interrelación verbal, ya que incorpora elementos no verbales, como los visuales (lo que se observa) o los cinestésicos (lo que se siente). Además, la comunicación eficaz supone mucho más que el simple intercambio de información. Por ejemplo, cabe preguntarse si un cliente está «listo» para aceptar información o si presenta cierta resistencia provisional a que le sean suministrados nuevos datos. Asimismo, los entrenadores personales pueden ser motivadores eficaces cuando generan un estado emocional óptimo en las personas con las que trabajan, de modo que estas estén dispuestas no solo a aceptar la información que se les proporciona, sino a aplicarla de la manera más idónea. En tanto que capacidad ciertamente compleja e importante, la comunicación se analiza en diversas partes de este libro y, en particular, en el capítulo 9.
SELECCIÓN, VALORACIÓN Y DERIVACIONES
Otro conjunto de herramientas que debe dominar el entrenador personal es el relacionado con las entrevistas, los procesos de selección, la valoración de riesgos y la capacidad de reconocer cuándo se debe derivar a un cliente a profesionales sanitarios como médicos, fisioterapeutas, psicólogos deportivos o dietistas. Cuando los formularios de valoración de la salud se utilizan correctamente, ayudan a concretar la necesaria base de confianza que favorece la consolidación de la relación entre entrenador y cliente. En combinación con las capacidades de comunicación eficaz, estos medios contribuyen, en buena medida, a la consecución de los objetivos del cliente.
El entrenador personal realiza una entrevista inicial con el potencial cliente, en la que se recaba información personal básica, además de los antecedentes médicos. Se suelen emplear al menos dos tipos de formulario: el de antecedentes de salud y el cuestionario de disposición para la actividad física (PAR-Q, del inglés Physical Activity Readiness Questionnaire). En el capítulo 11 se ejemplifican estos y otros cuestionarios. En esta entrevista inicial es conveniente preguntar a los clientes cuáles son sus expectativas ante el trabajo con el entrenador personal, qué objetivos iniciales se plantean y sobre diferentes aspectos de sus estilos de vida. He aquí algunos ejemplos:
• Antecedentes recientes y más antiguos de actividad física (si los hay).
• Información sobre lesiones previas (si las hubo).
• Grado de apoyo social por parte de familiares y amigos.
• Potenciales elementos generadores de estrés/obstáculos que puedan suponer un problema para el régimen de ejercicio; por ejemplo, exceso de horas de trabajo, trabajo que requiere esfuerzo físico o múltiples compromisos sociales o familiares.
A modo de conclusión, esta primera consulta debe aprovecharse para sincronizar las expectativas de cliente y entrenador, para solicitar cualquier tipo de autorización médica que pueda ser necesaria para obtener, convenientemente firmados, los pertinentes descargos de responsabilidad, documentos de consentimiento informado y/o demás requisitos contractuales, según los requerimientos del empleador del entrenador.
El siguiente paso es la valoración de los riesgos. Es importante puntualizar que, bajo ninguna circunstancia, los entrenadores personales tienen que diagnosticar ni tratar enfermedades, trastornos, lesiones y otras alteraciones médicas. La presencia de factores de riesgo específicos y/o múltiples hace necesario que el entrenador derive al cliente al correspondiente profesional sanitario, para que reciba orientación adicional y/o una autorización médica, antes de diseñar y poner en práctica el programa de ejercicios. Por otra parte, aunque el cliente no revele inicialmente datos que puedan ser conocidos más tarde, el entrenador personal tiene la obligación legal de