Ensayos de hermenéutica. Julio Amador BechЧитать онлайн книгу.
La hermenéutica como lo propio de la condición de ser del Dasein
Heidegger de cara a la historia de las hermenéuticas
El haber previo como estructura de la precomprensión
La facticidad como el asunto propio de la hermenéutica
La conciencia histórica como exponente de lo ya-interpretado
La hermenéutica filosófica: interpretación y comprensión
La historicidad de la comprensión y el problema de la tradición
El lenguaje como hilo conductor del giro ontológico de la hermenéutica
La hermenéutica de Gadamer y la interpretación de la obra de arte
El epílogo de Verdad y método: la hermenéutica y las ciencias
capítulo IV. La vía corta y la vía larga en la hermenéutica:de Heidegger a Ricoeur
Fenomenología y hermenéutica
La hermenéutica y la cuestión del método
El giro ontológico radical como crítica de la epistemología
El conflicto de las interpretaciones: semiótica, semántica y hermenéutica
capítulo V. Paul Ricoeur: la triple mimesis
Introducción
capítulo VI. Gilbert Durand: fundamentos para una hermenéutica simbólica
La imaginación simbólica: el trayecto antropológico
La hermenéutica simbólica de cara a la comprensión de los símbolos
Durand y la crítica de la iconoclastia
Hermenéuticas reductivas y hermenéuticas instaurativas
La hermenéutica simbólica y la interpretación de la obra de arte
capítulo VII. Perspectivas para una hermenéutica del mito
Introducción
Orientaciones hermenéuticas para la interpretación de los mitos
Análisis de las interpretaciones
Funciones sociales de los mitos
Recapitulación final sobre la hermenéutica del mito
capítulo i
Breves reflexiones en torno a la universalidad del problema hermenéutico
El pluralismo de la tradición clásica
¿Cuándo y dónde nace la conciencia hermenéutica en la filosofía de Occidente? En verdad no lo sabemos; no obstante, podemos proponer un hipotético origen a partir de lo que conocemos. Ya desde Heráclito está presente la inquietud, la necesidad del preguntarse sobre la comprensión; para él, la correspondencia que sigue manteniéndose entre el lenguaje y el ser “no es ya una identidad inmediata sino mediada y, por así decirlo, oculta, pues se acepta que la reflexión sobre el ‘logos’ del lenguaje como un todo puede mostrar el ‘logos’ de la totalidad en devenir del cosmos” (Garagalza, 2006:180). Para su filosofía, “La dicción particular es al mismo tiempo descubrimiento y encubrimiento, por lo que requiere interpretación, y tiene un sentido que va más allá de lo que propiamente dice, un sentido oculto a la visión directa y al que se accede transversalmente, por la interposición de la imagen y la metáfora” (Garagalza, 2006: 180). Tales ideas están contenidas en sus famosas sentencias: “A la naturaleza le gusta ocultarse” (Heráclito, 2011: 51) y “El Señor cuyo oráculo está en Delfos, no dice ni oculta, sino indica por medio de signos” (Heráclito, 2011: 65[136 (22 B 93)]).1 Ricoeur hace referencia a esta misma sentencia de Heráclito para mostrar que el símbolo, en el sentido griego del término, es un enigma mas éste no bloquea la comprensión, por el contrario, provoca la interpretación (2014 [1965]: 20).
Cassirer formula esta cuestión de manera similar:
Cuando se designan al lenguaje, al mito y al arte como “formas simbólicas”, esta expresión parece presuponer que todas ellas, como modalidades espirituales de configuración, se remontan a un último estrato de lo real que en ellas sólo se vislumbra como a través de un medio extraño. Parece que nosotros sólo podemos captar esa realidad en la peculiaridad de esas formas;