Eat a Peach (2020) es la historia verídica que sigue el ascenso del chef estadounidense David Chang al estrellato culinario. Es un relato crudo y sincero de la lucha de Chang con su enfermedad mental, sus pensamientos sobre la cultura y la identidad, y cómo representó su visión de una nueva forma de comer en Estados Unidos.

CAPITULO 01: ¿Qué es de la vida de uno de los chefs más influyentes de los Estados Unidos?

Es asombroso ver cómo los gigantes de la gastronomía estadounidense llegaron a serlo y lo que llama la atención es que la mayoría partió de un proyecto o negocio muy pequeño. Hoy en día, muchos chefs comienzan con su emprendimiento y, a diferencia de los ya establecidos, necesitan más talento que ingenio para que su negocio progrese y se masifique. Este es el caso de MOMOFUKU NOODLE BAR., un restaurante ubicado en el lado este de la isla de Manhattan, en Nueva York. En 2004, un chef novato y desconocido, David Chang, abrió un pequeño local de venta de sopas al estilo oriental. Años después, el éxito de su emprendimiento marcó una reinvención de la gastronomía estadounidense moderna.

Ese minúsculo proyecto, de sopas con fideos y vegetales, fue modificando su concepto hasta convertirse en un emporio que se desparramó por todo el mundo. Sus recetas se publicaron en un libro de cocina, su forma de hacer negocios en un podcast y un documental en Netflix. Un hombre apasionado por lo que hace, tratando de descifrar las ideas ya concebidas de las costumbres culinarias, pero que a la vez introduce cambios que no pasan desapercibidos a través de su restaurante (Momofuku, significa “Melocotón de la Suerte” en idioma japonés y es también el nombre de pila del inventor de la sopa con fideos instantáneos, Momofuku Andó). No le fue fácil, mientras iba camino al éxito varios problemas existenciales y una peligrosa patología mental se le presentaron.

Chang es uno de los cocineros más cotizados de Estados Unidos. Sus restaurantes atraen a todo tipo de gente, desde los asiduos al Lower East Side (distrito del bajo Este de Manhattan) hasta la crème de la crème de la cultura gourmet más activa de Nueva York.

Hoy en día, todos los restaurantes de su marca forman parte del grupo Momofoku, sociedad de Chang y Christina Tosi, famosa repostera. Con más de 15 locales distintos en Nueva York, Washington D.C., Las Vegas, Toronto (Canadá) y Sídney (Australia), Chang gerencia sus restaurantes, así como otros negocios relacionados con la industria culinaria, entre ellos la revista Lucky Peach.

Cuando está fuera de su empresa, Chang es también un cocinero mediático. Tuvo breves apariciones en la serie de televisión Treme (HBO, 2010) y como jurado invitado en los realities Top Chef y MasterChef Australia. En 2012 accedió a protagonizar la primera temporada de The Mind of a Chef (La mente de un Chef), serie creada por Anthony Bourdain para la cadena nacional PBS; en ella hace mención de sus referentes culinarios y cuenta con las participaciones de otros famosos chefs.

En febrero de 2018, la multinacional de series, documentales y películas por internet, “Netflix” estrenó la serie Ugly Delicious (Deliciosamente horrible), en la que Chang dedica cada episodio a analizar el impacto cultural y social de un plato específico.

En las próximas páginas nos sumergiremos en las vivencias de Chang, sus batallas, victorias e inspiraciones.

CAPITULO 02: ¿Qué hizo Chang para darle una perspectiva distinta a su vida y dedicarse a la cocina?

David no es uno de esos chefs de renombre internacional que tienen una carrera desde muy joven. Su amor por la cocina llegó tarde porque no se había percatado del mismo. El narra su infancia con la cautela necesaria para no forzar a compactar su historia en poco espacio, y tratar de resumirla ordenadamente para que se entienda su ingreso al mundo de la cocina. Aunque lo que él considera que lo influenciaron a dedicarse al arte culinario fue la identidad coreana de su familia y su relación con los miembros de la misma.

Mientras David crecía, y entraba a la adolescencia, tenía un trato rígido con sus padres de origen coreano. Era reprendido y castigado con frecuencia por su padre, quien era duro con él, y el amor que sus progenitores era solo a través de sus los logros en su vida. Él desesperadamente trataba de gratificarlos, pero sentía que no podía hacerlo siendo un estudiante regular.

Había algo, sin embargo, que satisfacía a su padre y era por medio del golf. A sus cinco años estaba practicándolo en los campos de Virginia, y con nueve se consagró en campeonatos de ese mismo estado. Aunque era un fenómeno del golf, su padre no dejaba de ser estricto con él. David era ambidiestro, y eso es una cualidad muy poco común en un jugador de Golf. Pero para su padre, él tenía que cambiar su manera de jugar porque

Скачать книгу