La danza. Virginia WilmerdingЧитать онлайн книгу.
Extremidades superiores
Seguramente, cuando piensas en los movimientos de las extremidades superiores, al igual que la mayoría, pensarás en los brazos. Cuando los brazos se mueven, no se mueven solos; el cuerpo coordina el movimiento multiarticular de la parte superior del cuerpo. De hecho, has aprendido esta coordinación mediante tareas simples como alargar el brazo para coger algo, que exige un movimiento multiarticular de manos, muñecas, codos y articulación del hombro con algún movimiento en los tres planos. Cada una de estas áreas puede describirse por separado en términos de movimientos y músculos específicos.
Articulación radiocubital y codo. Cuando mueves la parte inferior del brazo, las acciones articulares que se producen son la acción rotatoria (como para girar el pomo de una puerta) y la acción bisagra (como al levantar un vaso). En términos científicos, estos dos movimientos prominentes de la articulación radiocubital son, en el plano transversal: supinación, provocada por un músculo llamado supinador y ayudado por el bíceps, y pronación, provocada por el pronador cuadrado y el pronador redondo. El codo también tiene solo dos movimientos, que se producen en el plano sagital. El primero es la flexión, generada por el bíceps, el braquial y el braquiorradial. El otro es la extensión, generada por el tríceps. El bíceps y el tríceps se consideran los músculos motores más grandes de la articulación del codo. En las flexiones de brazos interviene el tríceps y en las dominadas, el bíceps.
Articulación del hombro. La articulación del hombro es más compleja; se mueve en los tres planos. Tres grupos musculares se consideran los músculos motores de la articulación del hombro: el pectoral mayor, el grupo deltoides y el dorsal ancho; son músculos superficiales (cercanos a la piel). Además, están los cuatro músculos pequeños conocidos como manguito de los rotadores —supraespinoso, redondo menor, infraespinoso y subescapular—, que son más profundos (cercanos al hueso; véase la figura 2.6). La función principal de este grupo de músculos es la estabilización de la articulación. Teniendo en cuenta esta introducción general, se podría decir que los movimientos en cada plano se pueden describir en función de los músculos específicos que producen esos movimientos.
Los músculos anteriores —porción superior del pectoral mayor (también llamada porción clavicular) y deltoides anterior— producen la flexión. Los músculos de la extensión son posteriores —dorsal ancho (y el músculo más pequeño que siempre trabaja con él, llamado redondo mayor) y deltoides posterior. El deltoides medio y el supraespinoso se encargan de la abducción. El dorsal ancho, el redondo mayor, el deltoides posterior y el pectoral mayor generan la aducción. El redondo menor, el infraespinoso y el deltoides posterior producen la rotación externa. El subescapular, el pectoral mayor, el deltoides anterior, el dorsal ancho y el redondo mayor dan lugar a la rotación interna. El pectoral mayor, el deltoides anterior, el subescapular y el coracobraquial se encargan de la flexión horizontal. El deltoides posterior, el dorsal ancho, el redondo mayor, el infraespinoso y el redondo menor generan la extensión horizontal. A grandes rasgos, los músculos anteriores mueven el húmero hacia la parte delantera del cuerpo (flexión, rotación interna y flexión horizontal), mientras que los músculos posteriores mueven el húmero hacia la parte trasera del cuerpo (extensión, rotación externa y extensión horizontal). Aunque aprenderse todos estos músculos puede parecer una poco abrumador, la forma más sencilla de recordar los músculos de la articulación del hombro (figura 2.7) es pensar en términos de planos y direcciones.
Figura 2.6 Músculos del manguito de los rotadores (supraespinoso, redondo menor, infraespinoso y subescapular).
Figura 2.7 Músculos de la articulación del hombro.
Cintura escapular. Cuando el húmero se mueve (es decir, cuando el brazo está en movimiento), la escápula también se está moviendo para adaptarse a estas acciones. En ocasiones, a esta relación se la conoce como ritmo escapulohumeral. La cintura escapular tiene tres pares de movimientos: elevación/depresión, protracción/retracción (también llamada abducción/aducción) y la rotación hacia arriba y hacia abajo. El elevador de la escápula, los romboides (debajo del trapecio) y las porciones superiores del trapecio (un gran músculo triangular de la espalda) producen la elevación. El pectoral menor en la porción frontal e inferior del trapecio en la espalda produce la depresión. El serrato anterior (que conecta la escápula a la parte frontal de las costillas) y el pectoral menor, debajo del pectoral mayor, se encargan de la protracción. El trapecio medio y el romboides intervienen en la retracción. El trapecio inferior y el superior y el serrato anterior, en colaboración, producen la rotación hacia arriba. El romboides y el pectoral menor generan la rotación hacia abajo.
Ten en cuenta que, en términos de función de movimiento, puedes realizar una elevación/ depresión y una protracción/retracción con los brazos colgando a los lados del cuerpo. El enrollamiento de hombros que se hace en jazz es, en realidad, el resultado de combinar estos cuatro movimientos de la cintura escapular. Sin embargo, la rotación hacia abajo y hacia arriba solo se produce cuando el húmero está en movimiento; es decir, cuando el brazo se mueve hacia delante o hacia un lado (húmero en flexión o abducción), la cintura escapular debe rotar hacia arriba para adaptarse a la altura del brazo. De igual forma, para que el húmero vuelva a posición neutra, la cintura escapular debe rotar hacia abajo.
Extremidades inferiores
La coordinación multiarticular de las extremidades inferiores es tan común en los humanos porque llevan andando desde aproximadamente el año de edad. De hecho, tan solo para andar es necesario organizar las articulaciones de los pies, los tobillos, las rodillas y las caderas con algún movimiento en los tres planos. Cada una de estas áreas puede describirse por separado en términos de movimientos y músculos específicos.
Figura 2.8 Capas musculares intrínsecas del pie.
Pie y tobillo. Piensa en los músculos del pie y el tobillo desde la perspectiva de estos cuatro cuadrantes: anterior, posterior, medial y lateral. Los músculos anteriores dorsiflexionan el tobillo; son el tibial anterior, el tercer peroneo, el extensor largo de los dedos y el extensor largo del dedo gordo. Los músculos posteriores flexionan plantarmente el tobillo; son el gastrocnemio (superficial) y el sóleo (profundo). Estos dos músculos tienen un tendón de unión, llamado tendón de Aquiles, en la parte trasera del tobillo. Actividades como saltar y el relevé son ejemplos de movimientos que usan la flexión plantar. El tobillo no se mueve medial ni lateralmente, y los músculos de estos dos cuadrantes producen movimiento en el pie. En el cuadrante medial se encuentra el tibial posterior, el flexor largo de los dedos y el flexor largo del dedo gordo, y estos músculos supinan (en forma de hoz) el pie. Además, el tibial anterior contribuye a la supinación. El cuadrante lateral incluye el peroneo largo y el corto. Estos dos músculos, junto con el peroneo anterior y el extensor largo de los dedos, pronan (en forma de ala) el pie. Los tres peroneos reciben este nombre porque están fijados al peroné en la pantorrilla lateral.
En general, los músculos del pie se dividen en dos grupos principales. Uno es intrínseco al propio pie, es decir, con ambas fijaciones dentro del pie. El otro grupo es extrínseco, lo que significa que la fijación proximal está en la parte inferior de la pierna con la fijación distal en el pie. La forma más simple de comprender qué hace un músculo del pie es analizar su nombre; muchos músculos del pie tienen tres palabras en el nombre. Ya hemos visto algunos de estos músculos en la descripción de los cuatro cuadrantes. La primera palabra del nombre nos dice qué hace el músculo. La segunda