Tratado general de fútbol. Jorge CasteloЧитать онлайн книгу.
adversarios.
3. Reaccionar constantemente a las diferentes acciones de los adversarios directos variando los ángulos y las posiciones en relación con éstos.
• El driblin o la finta
Entendemos por «dribling o finta» las acciones técnico-tácticas de sobrepasar al adversario directo con el balón perfectamente controlado. La diferencia entre estas dos acciones técnico-tácticas se refiere al contacto físico, pues en el dribling el contacto directo es más fuerte, mientras que en la finta el jugador atacante pasa al lado del adversario directo.
Este comportamiento técnico-táctico es un elemento fundamental del fútbol actual debido a la falta de espacios libres y a las acciones de marcaje desarrolladas por los adversarios en el proceso defensivo. Tanto el dribling como la finta son elementos muy personales y originales que exigen un gran virtuosismo técnico y un sentido muy elevado de la improvisación.
Existen cinco elementos importantes que concurren en la ejecución eficaz del dribling:
1. La aproximación. La aproximación del atacante en dirección al defensa debe tener dos objetivos: la línea de aproximación ha de ser lo más recta posible y la velocidad de aproximación tiene que resultar máxima, observando una disminución de esa velocidad en el momento final de aproximación para que pueda existir la posibilidad del cambio de dirección y de velocidad cuando se sobrepasa al adversario.
2. El control del balón. El dribling conlleva sobrepasar al adversario directo, y, por ello, su ejecución debe objetivar dos aspectos: el control del balón para que el defensa no lo pueda interceptar y conducir con el balón atacando de inmediato al defensa.
3. Engaño y desequilibrio al adversario directo. Es importante para el atacante engañar al defensa, especialmente si éste tiene cobertura defensiva, dependiendo siempre de la velocidad y de la distancia en la que el defensa se encuentra. Cuanta más rápida es la aproximación, más lejos de la defensa se debe ejecutar el engaño. El defensa, al reaccionar incorrectamente a las intenciones del atacante, se desequilibrará y resultará más fácil la ejecución del dribling.
4. Cambio de dirección. Normalmente los defensas eficientes sólo reaccionan a los movimientos del balón; de ahí la importancia del cambio de dirección para desequilibrar al adversario.
5. Cambio de velocidad. El tiempo necesario para que el defensa vuelva a estar en equilibrio en su posición debe usarse para que el atacante sobrepase rápidamente al defensa.
• La finta
Entendemos por «finta» la acción técnico-táctica individual realizada con cualquier segmento corporal que busca provocar un desequilibrio momentáneo del adversario directo, es decir, simular que se va a ejecutar una acción por un lado, cambiando bruscamente hacia otra dirección.
La importancia creciente de la ejecución de las acciones de la finta en el fútbol se debe fundamentalmente a la necesidad que tienen los jugadores de «ocultar» a los adversarios directos en todo momento sus verdaderos objetivos.
• El pase
Entendemos por «pase» la acción técnico-táctica de relación de la comunicación material establecida entre los jugadores del mismo equipo, por lo que es la acción de la relación colectiva más simple de observar y ejecutar.
La acción técnico-táctica del pase se considera el elemento fundamental básico de la colaboración entre los jugadores de un mismo equipo (los cuales deben poseer un amplio «bagaje técnico» de los diferentes tipos de pases), imprescindible para la consecución de los objetivos tácticos del ataque. El pase es, sin duda, una acción predominante en el juego del fútbol. En el 80% de las situaciones en las que el jugador está en posesión del balón tiene la intención de pasarlo a otro compañero; en las restantes situaciones, conduce, finta, hace dribling o remata.
Según Houghes (1990), «nada destruye tan rápidamente la confianza de un equipo como un pase impreciso; nada construye tan rápidamente la confianza de un equipo como un pase preciso (…) no existe ningún sustituto para una buena acción técnica de pase ni ninguna estrategia que se resista a los pases imprecisos». La ejecución técnico-táctica del pase está basada en una actitud que busca llevar el centro del juego rápidamente en dirección a la portería adversaria buscando dos aspectos esenciales:
1. Táctico, es decir, seleccionar el pase. Está determinado por el análisis de la situación momentánea del juego y establecerá el objetivo táctico de la ejecución del pase. Este análisis está basado en cinco factores. Primero, la posición de los compañeros, es decir, la existencia o no de atacantes posicionados o preparados para explorar espacios vitales del terreno de juego con el objetivo de concretar el desarrollo del ataque. Segundo, la posición de los adversarios, que se concreta en el nivel de organización defensiva y en la posibilidad de obtener ventajas de su precariedad. Tercero, la zona del terreno de juego donde se calcula la relación entre el riesgo y la seguridad de la ejecución de la acción técnico-táctica (se observa una disminución porcentual de la ejecución de esta acción a medida que el centro del juego se aproxima a la portería adversaria). En este sentido, el 60% de los pases son ejecutados en el medio campo porque en estas zonas del terreno de juego se constituyen los espacios preferenciales para la preparación y construcción de las acciones ofensivas. Complementariamente, los jugadores, cuando están cerca de la portería adversaria, tienen que encontrar y ejecutar otros procedimientos técnico-tácticos, como el dribling/la finta o la simulación, que conllevan la búsqueda de la creación de ventajas para la concreción eficaz del proceso ofensivo). Cuarto, el conocimiento por parte del jugador de sus propias capacidades para la ejecución del pase seleccionado. Quinto, los objetivos tácticos momentáneos del equipo, cuyos presupuestos comprenden un largo conjunto de factores, como el resultado del marcador en el partido, el tiempo de juego, la ruptura del ritmo de juego del adversario o esperar a que los compañeros se desplacen hacia ciertas posiciones que determinan un elevado nivel de organización ofensiva.
2. Técnico, es decir, la ejecución del pase está determinada por la ejecución propiamente dicha de esta acción. En este sentido, existen cinco factores fundamentales en la ejecución de un pase:
A. Simular: el atacante debe simular su verdadera intención táctica produciendo un conjunto de «falsas señales» contribuyendo de esta forma a que los defensas adopten posiciones inadecuadas a la