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Resumen Completo: Las Palabras Pueden Cambiar Tu Cerebro (Words Can Change Your Brain) - Basado En El Libro De Andrew Newberg Y Mark Robert Waldman. Libros MaestrosЧитать онлайн книгу.

Resumen Completo: Las Palabras Pueden Cambiar Tu Cerebro (Words Can Change Your Brain) - Basado En El Libro De Andrew Newberg Y Mark Robert Waldman - Libros Maestros


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      RESUMEN COMPLETO

      LAS PALABRAS PUEDEN CAMBIAR TU CEREBRO

      (WORDS CAN CHANGE YOUR BRAIN)

      BASADO EN EL LIBRO DE

      ANDREW NEWBERG Y MARK ROBERT WALDMAN

      RESUMEN ESCRITO POR

      LIBROS MAESTROS

      CONTENIDO

       INTRODUCCION

      -

       CAPITULO 01: ¿Cómo Se Puede Dominar El Arte De La Comunicación?

       CAPITULO 02: ¿Cómo Prepararnos Mentalmente Para Una Buena Comunicación?

       CAPITULO 03: ¿En Qué Influye El Pensamiento Positivo Para Nuestra Mente Y Comunicación?

       CAPITULO 04: ¿Lo Que Consideramos Valores Internos, Pueden Guiar Sus Acciones Y Comunicación?

       CAPITULO 05: ¿Qué Importancia Tienen Las Expresiones Cuando Nos Comunicamos?

       CAPITULO 06: ¿Cómo Actúa El Agradecimiento Y El Tono Cálido En Una Conversación?

       CAPITULO 07: ¿Qué Debemos Hacer Para Escuchar Y Ser Escuchado?

      -

       NOTAS FINALES

       ACERCA DE LIBROS MAESTROS

      -

       NOTA ACERCA DEL LIBRO

       RESEÑAS / REVIEWS

       NOTA LEGAL

       DERECHOS DE AUTOR

      Las Palabras Pueden Cambiar Tu Cerebro (2012) es una guía fácil de seguir sobre el arte de la comunicación efectiva y compasiva. Informados por el comportamiento y las respuestas naturales del cerebro, este capítulo describe las medidas que podemos tomar para mejorar en la escucha, la expresión y el fomento de la confianza y la cooperación con los demás.

      Nuevas investigaciones han demostrado que el poder emocional de las palabras es tan fuerte, que son capaces de cambiar el funcionamiento de nuestro cerebro. El balance entre el número de palabras positivas y negativas es crucial en una conversación. No entender estas claves sería una de las razones de por qué a veces no logramos entendernos cuando hablamos.

      UN “NO” NO ES IGUAL a un “sí” y no sólo porque expresen contenidos completamente diferentes. Cuando escuchamos la primera palabra, el cerebro comienza a liberar cortisol, la hormona del estrés y encargada de ponernos en alerta, lo que hace decaer nuestras funciones lógicas y nos vuelve prejuiciosos frente a los demás. La segunda, produce liberación de dopamina, la hormona que regula el mecanismo de recompensa del cerebro, y nos deja con una sensación de bienestar y apertura frente a la comunicación.

      Estos son sólo un par de los descubrimientos de dos autores estadounidenses que, de la mano de un nuevo libro, proponen una revolucionaria teoría: las palabras son capaces de cambiar nuestro cerebro. Tanto, que, en los efectos hasta ahora poco conocidos de ciertas palabras o ciertas entonaciones al hablar, podría estar la razón de que muchas veces no logremos comprender a los demás o de que ni siquiera seamos capaces de darnos a entender frente a otros.

      Mark Waldman y Andrew Newberg, Profesor de Comunicación y miembro del Programa Ejecutivo del MBA de la Universidad de California, Los Angeles, el primero, y director del Centro de Medicina Integrativa Myrna Brind de la Universidad Thomas Jefferson, el segundo, hablan de una nueva comunicación, a la que llaman “compasiva”. Esta, para ellos, se traduce en una forma de contactarnos con los otros que contempla tanto el debido respeto por los demás como la sinceridad. Y en la cual resulta indispensable la aplicación de todo lo que hasta la fecha ha descubierto la ciencia sobre el impacto de las palabras.

      Desde hace más de una década, los medios electrónicos hicieron que usemos cada vez más herramientas para comunicarnos. Redes Sociales, Correo Electrónico, Mensajerías Instantáneas, Celulares y Teléfonos. La tecnología nos empujó a estar conectados permanentemente y, aunque no pasamos todo el tiempo interactuando mucho tiempo, es asombroso lo malos que somos para comunicarnos. Como seres sociales que somos, hemos desarrollado ingenios que permiten una comunicación instantánea entre dos personas situadas cada una en una punta del planeta. La distancia física no constituye ya una limitación o un impedimento para conectarlas. Sin embargo, el ser humano puede ser incapaz de entenderse con su compañero de trabajo, su hijo o su pareja. Y no siempre conseguimos sortear las barreras que dificultan que los mensajes emitidos sean siempre bien interpretados.

      ¿Alguna vez se ha preguntado cómo me estoy comunicando?

      Ha hecho una pausa pensando, ¿cómo se está sintiendo la persona con la que está hablando? ¿Acaso la forma en la que se expresa está transmitiendo lo que desea? ¿Se estará comunicando de forma positiva?

      Lo primero que debe saber es que, la comunicación positiva, es aquella que expresa las ideas de forma clara, honesta y oportuna, sin afectar o dañar las sensibilidades de los demás, ni las propias. La comunicación positiva debe expresarse con libertad, sin presión y de forma honesta, teniendo en cuenta los sentimientos de los demás y buscando la empatía con el otro.

      La comunicación negativa no solamente es la comunicación agresiva, sino que también es esa comunicación poco clara, que trata de ocultar un suceso de una forma u otra, o menospreciar el resto de opiniones. Cuando nos comunicamos de forma agresiva o negativa, la respuesta de la otra persona suele ser a la defensiva y bloquea las posibilidades de que la información que tienes para comunicar genere un cambio; propiciando que el intercambio de comunicaciones no sea fructífero para ninguna de las partes.

      Tenemos consecuencias graves a veces por comunicarnos mal. Sin quererlo, ponemos barreras en nuestras relaciones personales y laborales por no decir las cosas de la manera en que se debe hacer, inclusive un gesto con nuestro rostro o diferencias en el tono de voz pueden provocar una gran pelea.

      Actualmente la comunicación más bien se erige en un instrumento para reafirmarse, competir, vender un producto o a uno mismo, e incluso manipular, en vez de para conocer al otro, aprender, colaborar o crecer con él.

      Hoy en día existen técnicas para aprender el buen uso de la comunicación. En las próximas páginas verá cómo se puede preparar y resaltar las habilidades para entablar una buena conexión. Doce pasos claros que le ayudarán a crear una dinámica en la charla y que genere confianza y entendimiento.

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