La ciencia de hacerse rico. Wallace D. WattlesЧитать онлайн книгу.
Nada ocurre porque sí. Todo en la vida es una
sucesión de hechos que, bajo la lupa
del análisis, responden.
Richard Freeman
De la misma manera que las matemáticas o el álgebra están constituidas por un conjunto de reglas que las convierte en ciencias exactas, también en el proceso de adquirir riqueza se deben seguir ciertas normas; una vez que se aprenden y se llevan a cabo con precisión, es más fácil convertirse en una persona próspera. Los bienes y el dinero son resultado de un adecuado uso de las herramientas que daremos en el transcurso de este libro. Hacer las cosas correctamente a veces con conciencia de ello y a veces por accidente— nos llevan al triunfo, pero si hay alguna falla en el proceso, no importa lo mucho que trabajemos o cuán inteligentes seamos, permaneceremos pobres.
Esta ley es conocida como causa y efecto, e indica que a toda acción corresponde una reacción determinada por la primera, y que la fuerza y exactitud de cada causa producirá efectos iguales. Por lo tanto, podemos decir que la riqueza es consecuencia de ciertas acciones, así que cualquier persona que sepa producir acciones a lo largo de su vida, sin duda, triunfará. Para demostrar la veracidad de estas declaraciones, presento los siguientes hechos. La abundancia económica no está determinada por el medio o la ubicación geográfica, porque, en ese caso, todas las personas de ciertos poblados se volverían ricas, mientras que en los poblados predeterminados para la pobreza no existiría una sola persona próspera. Sin embargo, si elegimos un punto cualquiera en un mapa, encontraremos personas ricas y pobres coexistiendo, y a veces en forma muy cercana, compartiendo el mismo territorio, el medio ambiente y hasta el oficio. El que en un mismo lugar haya dos personas con la misma profesión, pero una próspera y la otra no, demuestra que hacerse rico no está determinado por el medio. También es cierto que algunos ambientes son más propicios y favorables que otros, pero si vemos a dos personas que han desarrollado la misma empresa, en el mismo vecindario, durante el mismo lapso y uno ha logrado el éxito mientras el otro fracasa, significa que la riqueza es el resultado de hacer las cosas de determinada manera.
La capacidad para seguir este procedimiento adecuadamente no sólo es producto del talento, pues podemos encontrarnos con que hay muchas personas con gran inteligencia que son pobres y personas aparentemente poco talentosas que se hacen ricas. Si observamos a quienes prosperan, encontramos que son personas promedio en general. Es notorio que su riqueza no tiene que ver con capacidades extraordinarias, sino con la manera como actúan y aprovechan los recursos que tienen. La prosperidad tampoco es producto del ahorro o de la mezquindad. Podemos encontrar tanto a personas avaras que son pobres como a otras que despilfarran sus recursos, pero que viven en abundancia. Por lo tanto, si la riqueza es consecuencia de ciertas acciones realizadas de determinada manera, que producen un resultado exacto sin importar el caso, podemos decir que lograr la libertad financiera se debe a una ciencia exacta. La pregunta aquí sería si esta manera de hacer las cosas es tan complicada como para que sólo algunos puedan aprenderla y llevarla a cabo. Esto no es así, por lo menos en cuanto a las habilidades y capacidades naturales del individuo, ya que podemos encontrar a gente talentosa que se hace rica y a personas mucho menos virtuosas que también lo logran. Encontramos personas inteligentes que obtienen riqueza y otras con muy poca preparación o estudios que también lo logran. Encontramos gente con gran fortaleza física que logra el éxito financiero y personas débiles y enfermizas que también lo logran. Por supuesto, se requiere de cierto grado mental de comprensión y pensamiento para poder seguir el método hacia la riqueza.
Ya hemos hablado de que la ubicación geográfica no tiene influencia en este aspecto, aunque es realista pensar que construir un restaurante en medio del desierto tendrá poco éxito. El éxito implica la manera de tratar e interactuar con las demás personas: estar rodeado de ellas. Y si a esta gente le interesa lo que tú ofreces, mucho mejor; pero eso es todo lo que se necesita para considerar tu negocio como bien ubicado. Si alguien en tu comunidad ha adquirido riqueza, tú también puedes lograrlo; si en tu país hay personas con libertad económica, tú también puedes alcanzarla. No tiene que ver la actividad, profesión y negocio que desempeñes, la gente se puede enriquecer con cualquier actividad, aunque el de al lado no lo logre. No obstante, es indudable que te será más fácil lograrlo si haces algo que te guste y con lo cual sientas afinidad. Si has desarrollado ciertos talentos, te irá mucho mejor en un negocio que requiera de dichas habilidades. Pero no olvides que todos tenemos la capacidad de desarrollar cualquier destreza que nuestra empresa requiera. Lo único que necesitamos es motivación y disciplina para adquirir y desarrollar dicho talento. Además de los aspectos anteriores, considero importante recalcar que el éxito financiero no depende de la clase de negocio o profesión en que trabajes, sino de tu disposición para actuar de acuerdo con los principios del éxito. Eso es todo.
Si estás emprendiendo una nueva actividad y conoces a alguien que ha logrado amasar una gran fortuna en ello, mientras tú no has logrado hacerlo, la razón es que no estás haciendo las cosas de la misma manera que la otra persona o, por lo menos, con el mismo nivel de compromiso. Casi siempre tenemos la idea de que nuestro negocio no avanza porque no contamos con el capital suficiente, y aunque éste puede ser un factor importante —pues entre más inversión hagamos, mayor será el crecimiento de nuestro negocio—, también es cierto que la inmensa mayoría de los emprendedores que lograron crear grandes fortunas empezaron sin un solo centavo. No importa con qué capital cuentes, si empiezas a dar los pasos correctos, comenzarás a recorrer el camino de la prosperidad. Amasar una fortuna es parte de este proceso y resultado de llevar a cabo con mesura los procedimientos necesarios. Tal vez seas terriblemente pobre, tus finanzas estén por los suelos y te sientas ahogado en deudas. También es posible que no tengas amigos influyentes o bienes en los que puedas apoyarte para comenzar un negocio, pero si sigues el procedimiento como se explica aquí, empezarás a adquirir fortuna, ya que las mismas acciones con las que otros han generado riqueza te servirán para lograr tus objetivos. Si no tienes dinero para comenzar a invertir, seguramente lo conseguirás. Si te encuentras en un negocio o profesión que no te gustan, puedes cambiar. Si crees que no estás en el sitio correcto, reubícate y encuentra la ruta que te interesa. No creas que hasta que experimentes dicho cambio podrás empezar a triunfar. Tu éxito comenzará a partir de que hagas lo necesario para lograr el éxito y la prosperidad.
Desde ese momento comenzarás a ubicar las actividades que prefieres llevar a cabo con el fin de revitalizar tus finanzas y obtener riqueza.
Capítulo 3 · ¿Existe el monopolio de oportunidades?
Avanzar por caminos construidos
es negarse la oportunidad de construir
mejores caminos.
Anónimo
La pobreza no es culpa de nadie. Ninguna persona te ha quitado la oportunidad de ser rico ni ha monopolizado esta capacidad construyendo una cerca alrededor para evitar que puedas tener acceso a ella. Aunque es posible que cierto tipo de negocios, inversiones o actividades no estén a tu alcance, existen infinidad de rubros que esperan que tú los desarrolles. Si buscamos las biografías de algunas de las personas que admiramos, encontraremos grandes historias de éxito que han sido resultado de su capacidad para crear nuevas oportunidades en nuevos mercados o en industrias que no existían hasta ese momento. En todas las épocas, las oportunidades se mueven en distintas direcciones, de acuerdo con las necesidades del mercado y el proceso en que la sociedad se encuentre en ese momento.
Siempre habrá oportunidades para quienes usan su ingenio e iniciativa para crear una fuente de ingresos ante los obstáculos, en lugar de chocar contra las paredes quejándose de lo injusto de la situación. Aunque no siempre queramos aceptarlo, lo cierto es que cualquier empleado, obrero o comerciante tienen las mismas y muchas oportunidades. Los trabajadores no están destinados a la pobreza por sus jefes ni por las grandes empresas o los bancos. Ellos están colocados en un lugar poco afortunado, como resultado de sus acciones, que han sido contrarias a los principios del éxito. La ley natural que nos conduce a la riqueza funciona para todos, pero es necesario que asumamos nuestros errores y cambiemos lo que hemos venido haciendo, para empezar a cosechar