El Ego. Iván DuránЧитать онлайн книгу.
egotizada queda esclavizada a la Conciencia Tridimensional que la seduce y la inserta en un mundo alegórico tridimensional del cual le será difícil salir.
¿Por qué es tan difícil elevar la mente a los estados altos de la conciencia? Porque la Conciencia Tridimensional le bloquea el paso de la energía a los centros superiores, interponiendo al ego entre los planos bajos del instinto y los planos altos y puros del espíritu.
Las fuerzas centrípetas que crean el egocentrismo poseen un elemento que tiene un efecto magnético en la mente que le hace perder la conciencia de sí misma, debido a esto, entre más egótica sea una persona estará más apegada a los estados crepusculares.
Desde que usted era un niño y se conectó con la frecuencia mundo quedó esclavizado a su yo inferior; la Conciencia Tridimensional se le infiltró y lo llenó de deseos y ansiedades terrenales, dejándolo encandilado con los ensueños mundanos, buscando afanosamente satisfacer a una infinidad de hambrientos yoes. La fuerza cohesiva que le inserta la Conciencia Tridimensional al ser humano a través de los egos restringe, acorta y comprime el diámetro de visión de la mente, la cual crea comportamientos tribales, localistas y sectarios, que, a su vez, provocan que de estas mentes ensimismadas nazcan las egoístas divisiones humanas, como los países, las fronteras, las tribus, los chauvinismos, las discriminaciones raciales, etcétera.
Con todo esto podemos corroborar que es el ego el creador de las odiosas separaciones entre los seres humanos. Cabe señalar que si la gente fuera espiritual, la armonía del mundo sería perfecta. La usurpadora Conciencia Tridimensional, a través del ego, se disfraza de usted mismo, robándole su identidad y usted que duerme profundamente no se percata de eso y sigue viviendo como un sonámbulo, creyendo inocentemente que usted (su ego) es usted (su esencia); sepa que el día que despierte se dará cuenta que los egos han vivido en su mente y que su espíritu ha estado cautivo esperando el gran día que usted lo libere. Es importante saber que el espíritu es respetuoso del libre albedrío de las personas, por lo tanto él sólo actuará el día que usted lo decida, mientras tanto su evolución será por vía lenta, o sea, a través del karma y de las dualidades. Todo esto parece ficción, pero, desgraciadamente, es la realidad de este bajo nivel de conciencia en que vivimos. La razón de este libro es despertarnos de esta somnolienta hipnosis colectiva y, por fin, poder elevar nuestra mente a la universalidad de la conciencia, pero esta tarea no es tan fácil, ya que la Conciencia Tridimensional y sus egos no quieren morir; por lo tanto, se defenderán usando todas sus estrategias para seguir adormeciéndonos y quitarnos la mayor energía posible.
Ser espiritual significa desalojar toda materia psíquica egótica que no nos deja experimentar la levedad maravillosa del Ser. En esta tercera dimensión, manejada por la Conciencia Tridimensional, todos los estímulos que recibimos están bañados de un magnetismo que nos comprime la mente, bajándonos el nivel de alerta; esto nos hace ser presas fáciles para que los egos nos invadan y tomen el timón de nuestras vidas.
Las personas fluctúan bajando y subiendo sus estados de conciencia, pero la tendencia es más a bajar, debido a que se van haciendo “adictos” a los planos bajos, quedando subyugados por el atractivo placer de los sentidos que ofrece el instinto. Esta caída desvitaliza a la mente, haciéndola perder la conciencia de sí misma, transformando la psiquis humana en un paraíso para los egos; según esto, a menos autoconsciencia mayor será la población de egos. Observe usted a los humanos y verá que la cantidad de magnéticos yoes que portan es tan grande que viven “pegados” al mundo, creyéndose su ficticio, alegórico e ilusorio argumento. Sólo la autointrospección consciente puede desintegrar la cohesiva energía del ego. Aprender a autoobservarse es indispensable para la disolución de cúmulos energéticos centrípetos como el orgullo, el prestigio, los celos, la vanidad, la envidia, etcétera.
Cuando el ego se apodera de alguna mente, la persona queda viviendo como un autómata dentro de una burbuja de fuerzas ensimismadoras que lo separan de la Conciencia universal. Esta egotización la hipnotiza con lo mundano y la hace ir mecánicamente, deambulando de un lado para otro, sin encontrar el sentido trascendente de la existencia. De este sumergimiento en la inconciencia se aprovecha la Conciencia Tridimensional para introducir en la mente de la persona un argumento de vida ficticio e ilusorio.
· Este mapa nos muestra que la humanidad vive abajo en el plano de la materia, desconectado de la conciencia espiritual.
· Esto hace que no pueda experimentar la Conciencia universal ni alimentarse de energía espiritual consciente.
· Nos muestra que existe una conciencia material llamada Conciencia Tridimensional.
· La mente del ser humano está caída, atrapada por esta Conciencia Tridimensional la cual es centrípeta, magnética e inconsciente.
· La mente caída del ser humano está identificada con su sentido de separación, lo que la hace creerse un ego individual.
· Tan dormida está la mente del ser humano que ni siquiera sabe que vive en una dimensión caída. El ego no la deja discernir.
· El ego es adicto a los placeres del instinto por lo que la mente cae más y más a estos planos bajos inconscientes quedando adormilada e hipnotizada en el reino de la Conciencia Tridimensional.
· Para salir de este estado inconsciente, egótico y magnético la mente humana debe despertar.
· Para despertar necesita recibir energía espiritual autoconsciente esto lo haremos a través de la meditación Contacto Directo, con la cual transmutaremos la energía instintiva en energía espiritual consciente y de esta forma se comenzará a universalizar la mente.
[no image in epub file]
Al igual que en los animales el instinto les hace usar la astucia para sobrevivir (sigilo, trampa, camuflaje, acecho, fingimiento y mimetismo) en el ser humano también éste se usa como un recurso de supervivencia el cual se expresa por vía de los egos, que son expertos en el arte del engaño. El ego, aunque suene duro, es en esencia tramposo, fraudulento y manipulador; lo único que le importa es buscar su propia conveniencia. Entonces vemos cómo la Conciencia Tridimensional puede crear seres muy astutos, capaces de vivir toda su vida engañando.
Todos los conflictos humanos, la violencia, las guerras, la incomunicación, las injusticias, los desastres ecológicos que usted observa en el mundo son obra de la Conciencia Tridimensional que baja la energía de las personas a los niveles inconscientes del instinto, desde allí surgen las fuerzas egocéntricas que desequilibran el comportamiento humano, haciendo de esta sociedad un supermercado de yoes narcisistas, egoístas agresivos, odiosos, codiciosos, envidiosos, soberbios, etcétera.
Vemos claramente que la Conciencia Tridimensional ha reemplazado el amor puro por el amor egótico, convirtiendo esta vida tridimensional en un “reino del ego”. Si los gobiernos del mundo fallan es porque el ego los convierte en corruptos, ambiciosos y materialistas; la gente debe saber que mientras haya injusticias y desequilibrios de cualquier tipo, inevitablemente, y aunque cueste creerlo, toda la humanidad pagará por estos karmas. Es imprescindible saber que el caos que existe en el mundo se debe a la conducta egocéntrica del ser humano; la gente debería entender que llegó la hora de darle una oportunidad al Yo superior espiritual, ya que el ego inferior material está llevando a la humanidad al abismo. El mismo ego se encarga de que la gente no comprenda esto, sólo las mentes en proceso de iluminarse lo entienden.
· La Conciencia Tridimensional magnetiza las múltiples formas de la tridimensión material, lo que hace que la mente egótica quede imanada a ellas.
· La Conciencia Tridimensional es una fuerza seductora que encandila a la persona, atrapándola en el ilusorio y subyugante mundo de la materia.
· La Conciencia Tridimensional hace que el ego se “fascine” con el mundo, y debido a que el ser humano se identifica con el ego ambos caen.
· La Conciencia Tridimensional construye egos, el espíritu los diluye.
· La Conciencia Tridimensional tergiversa la realidad objetiva convirtiéndola en una realidad