Psicología de las percepciones interiores. Lily LiuЧитать онлайн книгу.
pasa».
Tras sentir su estado interno le dije que cuando tenía doce o trece años algo ocurrió que ejerció una gran influencia en él y dejó una marca en su corazón. Tenía relación con su padre o con su familia y había estado tratando de escaparse de ello. Cuando escuchó esto se dio cuenta de lo que le hablaba y me contó la razón: cuando tenía doce años su padre perdió el trabajo y se volvió alcohólico. La situación se volvió tan dura para él que se escapó de su casa. Desde entonces comenzó a tener un sentimiento de amargura.
Una niña traviesa con insomnio
Hace algún tiempo, me vino a visitar un amigo y me habló de una niña de diez años que tenía insomnio. Dijo que la niña en algunas ocasiones se quedaba despierta la noche entera. Enfoqué mi atención en ella y detecté que el Shen de la niña no estaba en su corazón, lo cual es problemático ya que «el corazón es la casa del Shen». Tras dos sesiones terapéuticas mejoró.
Más tarde me contaron la historia de la niña y comprendí la causa de su problema. Sus padres se habían divorciado y ella vivía con su abuela y su tío. La niña era traviesa y un poco hiperactiva, por lo que era reprendida por la familia, que le pegaba. La falta de amor paterno y materno hizo que su Shen vagara fuera buscando una casa, causando que «el Shen no estuviera en el corazón».
Un niño autista e hiperactivo
Una vez conocí a un chico de trece años que era hiperactivo y tenía un grado leve de autismo. Enfoqué mi atención en su interior y detecté que había pasado miedo en su infancia, lo que le había dejado una marca en el corazón que percibí como un entumecimiento. Además, noté una cierta oscuridad en su hígado-bazo. El hígado-bazo4 gobierna el espíritu de una persona. El chico estaba asustado y su espíritu estaba disperso, por eso había una sensación de oscuridad en su hígado-bazo.
La enfermedad cardíaca de mi paisana se curó
Hace dos años cuando volví a mi pueblo natal, me vino a visitar Zhang, una maestra de guardería jubilada. Nos conocíamos desde hacía más de diez años. Había tenido problemas cardiacos desde que tenía treinta años. Yo desconocía la causa concreta y no se la había preguntado. Tras años de tratamiento se había recuperado pero de vez en cuando todavía sentía molestias. Me visitó para preguntarme si podía hacer algo por ella.
La exploré interiormente y descubrí que tenía una herida desde su juventud. Le pregunté si le había pasado algo a los diecisiete años y me dijo que no. Le dije que el problema había empezado dos años antes, a sus quince años. Y dijo: «Ah, sí. Mi padre murió cuando yo tenía diecisiete años, después de dos años de convalecencia».
Después de aquello, el corazón de Zhang mejoró. Cuando volví a casa el año pasado, me dijo que no había vuelto a tener molestias desde nuestro último encuentro.
El corazón de un francés
Cuando estuve en Francia, un chico muy alto me visitó quejándose de problemas psicológicos. No tenía ni idea de por qué le sucedían. Exploré su estado mental y le dije que aunque tenía una mente fuerte, tenía cierto desconcierto en el corazón. Los canales de qi en el lado derecho de su corazón estaban bastante limpios, pero los del izquierdo estaban de alguna forma entumecidos. Le dije que veía que le faltaba confianza y que aunque había tenido algunas dificultades en sus negocios era un hombre de buenas ideas. Le dije que aunque se llevaba bien con las mujeres, tenía problemas para tratarse con los hombres, especialmente con su jefe y con su padre. Admitió que estaba en lo cierto.
Ajusté su mente. El chico sintió que su corazón se enderezaba y una alegría interior surgió de repente de forma natural. Este es un buen ejemplo de lo importante que es tener un corazón justo e íntegro.
La función del espíritu
En marzo de 2012, poco después de haberme mudado a Pekín, un amigo me habló sobre su empresa y sus compañeros de trabajo. Después de enfocarme un rato en lo que me contaba, le dije que veía que el espíritu del director estaba débil y por ello, muy pocos clientes estaban dispuestos a hacer negocios con la empresa. No procedía con estrategia y no podía captar la atención de sus clientes. Mi amigo se mostró sorprendido de entrada y luego se mostró de acuerdo afirmando con la cabeza repetidamente. Alguien con el espíritu débil no puede ejercer una buena influencia en las personas, por eso no será bueno en los negocios.
Las notas de una estudiante de instituto
Antes de la Fiesta de la Primavera del 2015, una amiga y su sobrina vinieron de visita a mi apartamento. Su sobrina estaba en segundo año del colegio secundario. Traía con ella sus tareas para las vacaciones de invierno. Mientras Lily le ayudaba haciendo sus deberes, percibí que el Shen de la niña no estaba adentro suyo. Le dije que no estaba concentrada y respondió: «Ah, no. Yo también me doy cuenta de que no puedo concentrarme». Le dije que era por causa de un susto. La niña y su tía pensaron en ello y dijeron que no recordaban ningún susto importante. Le pregunté si sus padres o sus profesores en la escuela le gritaban. La niña respondió: «Sí, uno de mis profesores de la escuela primaria era muy estricto con nosotros. Me daba miedo estar en su clase».
Este caso también nos dice que tanto los padres como los profesores deberían usar métodos más apropiados para educar a los niños. De lo contrario, puede resultar en impactos negativos de larga duración en su mente.
El lector o la lectora puede sentirse sorprendido o sorprendida por mis experiencias y percepciones relatadas a través estos casos exitosos. He dedicado muchos años a procurar respuestas a través de mi propia práctica y en el legado cultural chino. Encontré, por cierto, que la China clásica había elaborado muchas ideas sobre la naturaleza y las funciones del corazón dejando a las siguientes generaciones un legado de sabiduría. ¡Muchas de las ideas se ocultan en los caracteres y refranes usados durante miles de años! ¿Pero por qué, a estas alturas, no son más conocidos por la gente? En primer lugar, los caracteres chinos, expresiones y proverbios están en gran parte, dados por hecho. A sólo unos pocos les importa por qué los antiguos chinos los hicieron de ese modo. En segundo lugar, aunque los métodos que los profesionales de la medicina china aplicaron a las ‘enfermedades emocionales’ son obviamente psicoterapias, no han sido asociadas con la psicología de una manera sistemática.
En lo que se refiere a la Psicología de las Percepciones Interiores (PPI), desarrollar la capacidad para percibir interiormente es un prerrequisito. A pesar del hecho de que las percepciones interiores existieron durante miles de años, no han sido extendidas para el tratamiento de patologías psicológicas, ni se ha hecho ningún avance en aclarar sus métodos y mecanismos. La psicología es muy popular en Occidente. Uno de los métodos más usados es buscar la fuente del problema mental a través de preguntas al paciente. El psicólogo indaga sobre el pasado del paciente para encontrar la razón de su problema actual. Todo el proceso se basa en el razonamiento en lugar de analizar el lado interior de la mente del paciente para percibir la raíz del problema. Así pues, incluso cuando se puede encontrar la causa, el problema no puede resolverse. Por eso, la primera vez que percibí mi corazón y disolví las marcas negativas en mi mente, supe que podría desarrollar esta percepción como una nueva rama de la psicología. Fui verificando mis descubrimientos en sesiones terapéuticas a pacientes con desórdenes mentales.
Al cabo del tiempo, comencé a enseñar a la gente lo que había descubierto. En un curso organizado en 2009, enseñé a los asistentes a percibir su corazón. Algunos sintieron un vacío en él, otros sintieron tensión y presión, otros rabia y furia. En el Instituto Central de Educación Física de Pekín, el profesor Ru Kai organizó un curso sobre la PPI en junio de 2014 al que asistieron más de diez estudiantes. Durante el curso, la señorita Wen percibió un sentimiento de ansiedad y algo que se le pegaba en su mente. La señorita Bao sintió alegría interior. El señor Lu percibió alegría que más tarde se convirtió en preocupaciones y después en vitalidad.