Curso de sociología general 2. Pierre BourdieuЧитать онлайн книгу.
(ePub): 978-987-801-091-5
Presentación
Alicia B. Gutiérrez[1]
Los volúmenes del Curso de sociología general, que comenzaron a publicarse en Francia recién en 2015, recuperan los primeros años de enseñanza de Pierre Bourdieu en el Collège de France, donde impartió clases durante casi veinte años, entre 1982 y 2001. Curiosamente, las ediciones iniciales de esta parte fundamental de la obra de Bourdieu, la que documenta su experiencia docente, se concentraron en su primera clase y en el curso final (que corresponde al año académico de 2000-2001) en la prestigiosa institución. Tardía pero felizmente aparecieron los cursos que nos ocupan ahora y que tienen un vínculo orgánico y decisivo tanto con la lección inaugural, titulada Leçon sur la leçon, como con el último curso.
Algunas precisiones sobre esto. La clase inaugural fue pronunciada ante autoridades y colegas el viernes 23 de abril de 1982 y publicada en Francia ese mismo año.[2] Su texto fue traducido al castellano en dos oportunidades: en 1990, con el nombre de, precisamente, “Clase inaugural”, dentro de la compilación Sociología y cultura, y en 2002, como pequeño libro que recupera el título Lección sobre la lección.[3] Por su parte, el último curso –en versión resumida y preparada especialmente por el propio Bourdieu, poco después de dictarlo en 2000-2001– fue publicado bajo el título Science de la science et réflexivité y traducido al castellano dos años más tarde.[4] Como se ve, el ejercicio de la cátedra en el Collège de France está marcado por una preocupación central sobre el ejercicio de la reflexividad, independientemente de la atención dedicada a diversos objetos de indagación.[5]
Detengámonos brevemente en la “lección sobre la lección”, que se define como “un discurso que reflexiona sobre sí mismo en el acto del discurso”[6] y, desde luego, preanuncia lo que desarrollarán las clases posteriores. Casi al comienzo, Bourdieu recuerda uno de los fundamentos de su sociología: “Todas las proposiciones que enuncia esta ciencia pueden y deben aplicarse al sujeto que hace la ciencia”.[7] Es decir, si la sociología pretende un estatus científico, no solo debe evitar dejarse llevar por las apariencias, sino que también debe tomarse a sí misma como objeto. Más específicamente, tiene que tomar como objeto “la lucha por el monopolio de la representación legítima del mundo social, esa lucha de las clasificaciones que es una de las dimensiones de cualquier tipo de lucha de clases, bien sea de clases etarias, sexuales o sociales”[8] y analizar con particular atención la posición del sociólogo en ese espacio de luchas y respecto del espacio mismo. De ninguna manera esta tarea fundamental implica destruir a la ciencia en el relativismo ni condenarse a la resignación. En efecto, el conocimiento de los mecanismos que afectan socialmente la producción de conocimiento permite dar cuenta de las condiciones y de los medios para dominarlos. Así, tiene un efecto liberador y, por ello, “en todos los casos se justifica el rechazo del sociologismo que trata lo probable como un destino”.[9] Aún más –señala Bourdieu–, “si hay una verdad, esta es que la verdad es objeto de lucha”; pero para que esa lucha resulte efectiva y conduzca a la verdad científica, debe obedecer “a una lógica tal que la única forma de vencer al adversario sea empleando contra él las armas de la ciencia”.[10]
De allí en más, Bourdieu presenta brevemente su propuesta analítica. Señala que el principio de la acción no está en las cosas ni en las conciencias de los agentes, sino en la relación entre dos estados de lo social: la historia objetivada en las cosas e instituciones y la historia incorporada en los agentes bajo la forma de disposiciones. Más adelante, recuerda sus conceptos clave: campo, habitus, capital, illusio, creencia. Por último, vuelve su mirada sobre la sociología y sobre la posición misma desde la cual enuncia su toma de posición: “La empresa paradójica que consiste en utilizar una posición de autoridad para decir con autoridad lo que es hablar con autoridad, para dar una lección, pero una lección de libertad respecto a todas las lecciones, sería simplemente inconsecuente, incluso autodestructiva, si la ambición misma de hacer una ciencia de la creencia no supusiera una creencia en la ciencia”.[11]
Cinco días después, Bourdieu comienza a desarrollar su Curso de sociología general, nombre que mantiene durante los primeros cinco años del ejercicio de su cátedra. Ciertamente –como el propio autor menciona en la primera de estas clases–, se trata de presentar los lineamientos principales de su perspectiva teórica, de “exponer la articulación entre los conceptos fundamentales y la estructura de las relaciones que los unen”.[12] Pero este Curso también es una reflexión permanente sobre la sociología, su objeto, el oficio de sociólogo y las relaciones que trazan una separación entre este y otros modos de conocimiento, incluido el conocimiento práctico que los agentes sociales legos comprometen en sus acciones y representaciones. En sus páginas, vemos la “cocina” de las categorías bourdieusianas en plena construcción: surgen de la relación inseparable entre la discusión teórica y su puesta en obra en problemáticas específicas de la realidad social. En este sentido, las clases que dicta Bourdieu son mucho más que una simple reseña de su teoría.
Gracias a un exhaustivo y cuidadoso trabajo de edición, con referencias aclaratorias y con invitaciones a profundizar las diferentes dimensiones involucradas en los análisis (incluidas las que remiten a obras y artículos publicados posteriormente), podemos acceder a esta especie de introducción magistral a la sociología, a su lógica de pensamiento y a sus maneras de proceder, plasmada en dos volúmenes en la versión francesa.[13]
Respecto del plan de publicación de esta obra inmensa en la Biblioteca Clásica de Siglo XXI, recapitulamos que el volumen 1 –Conceptos fundamentales, de 2019– abarca los dos años iniciales del curso. En el primero –ocho clases dictadas entre el 28 de abril y el 16 de junio de 1982– Bourdieu focaliza en un aspecto fundamental de su sociología reflexiva, la relación entre el sujeto científico y su objeto; más específicamente, entre las clasificaciones que produce el científico social y las que los agentes sociales comprometen en sus prácticas y representaciones. En el segundo –trece clases pronunciadas entre el 5 de octubre de 1982 y el 25 de enero de 1983– desarrolla minuciosamente dos de las nociones clave de su sociología y el modo como se relacionan: habitus y campo.
El volumen 2 de la edición francesa, que testimonia los tres años siguientes, supera las mil doscientas páginas. Pensando en nuestro público lector y en las condiciones de edición y circulación de estos textos en lengua castellana, y luego de un examen atento de las unidades temáticas relativamente independientes que integran ese volumen, hemos considerado lo más conveniente organizar la publicación en tres libros sucesivos. Cada uno de ellos corresponde a un año de curso, lo que garantiza que el hilo conductor de la reflexividad no se vea sometido a cortes arbitrarios. Hemos respetado fielmente el original, reduciendo nuestra intervención a lo estrictamente necesario, con ajustes indispensables en las referencias de los editores franceses que recuerdan o adelantan algunas reflexiones. El plan que completa el Curso de sociología general se delinea de esta manera:
El presente volumen, El concepto de capital, reúne diez clases, desde el 1° de marzo hasta el 17 de mayo de 1984, y se centra en el tercer concepto clave de la sociología de Bourdieu: el de capital y sus diferentes formas, y sus relaciones con campo y habitus. En este volumen se incorpora también la situación del segundo bloque del curso (que –como dijimos– se desarrolló a lo largo de tres años lectivos), en que Julien Duval proporciona el marco necesario para su comprensión.
El volumen 3, Cómo se define la visión legítima del mundo social, suma las nueve clases pronunciadas entre el 7 de marzo y el 30 de mayo de 1985, cuando Bourdieu desarrolla la idea de que el campo es un campo de luchas entre las percepciones de los diferentes agentes sociales, lucha que tiene como apuesta fundamental la imposición de una visión legítima del mundo.
Por último, el volumen 4, Campo de fuerzas, campo de luchas, incluye las ocho clases impartidas entre el 17 de abril y el 19 de junio de 1986, en las que Bourdieu profundiza el análisis del año anterior, para luego mostrar las dos dimensiones del campo –como ámbito de fuerzas y de luchas–, gracias a la puesta en relación con sus otros dos conceptos fundamentales,