En un recorrido parabólico de más de dos siglos como nación, que tras superar dolorosos conflictos reconoció un ascenso que se aceleraría en la segunda mitad del siglo XIX y se extendería varias décadas en el XX, Argentina perdió impulso y comenzó a retrasarse relativamente dentro de distintos contextos sociales, internacionales e institucionales. El país que había despertado expectativas desmesuradas distaría mucho de concretarlas. Tras intentos anteriores, en los que incluso abordaría comparaciones clásicas con otras experiencias nacionales, el autor retoma el tema del enigma o misterio argentino procurando llamar la atención sobre aspectos humanos, culturales, relacionales, internacionales, políticos, económicos y sociales que conforman una trama múltiple y lo hacen remontar a los orígenes formativos, el posterior aluvión inmigratorio, los logros y las transformaciones y convulsiones posteriores que concluyeron en una inocultable declinación, que hace tiempo no solo ha concitado la preocupación de propios, sino también, y en no pocos casos, de extraños premios nobel, estudiosos, personalidades, literatos que lo han registrado con expresiones aleccionadoras y también indelebles. Ello permite evocar un recorrido que conecte el arribo inicial y posterior de fragmentos o desprendimientos primariamente europeos, luego diversificados, y la evolución acaecida hasta una frustrante contemporaneidad, donde un pasado de inmigración ya ha conocido expresiones de lo opuesto.