Un libro que explica las facetas más perversas y enigmáticas de varios personajes que han pasado a la historia. Son vidas a veces maquilladas por intereses partidistas, por la tradición y el tópico. Los acontecimientos de la historia y el paso del tiempo acomodaron la vida de las personas a la realidad del momento, para eso estaban los cronistas, los poetas de artificios literarios y los juglares de imaginación desbordante. Y de ello dieron fe las obras medievales, adaptadas para la ocasión, lo que ahora denominaríamos «propaganda». Es posible que la humanidad prefiera quedarse antes con la leyenda que con la verdad porque la verdad se olvida con frecuencia y la ficción se recuerda con agrado. ¿Qué hay de verdad en algunos acontecimientos históricos, notables por su crueldad?, ¿realmente ocurrieron como sabemos o fueron el resultado de la fantasía o distorsión interesada de algún cronista? Muchos personajes de nuestra cultura han pasado a la historia acompañados de una leyenda negra que ha ocultado, a veces, las buenas obras realizadas. Con frecuencia el investigador tropieza con historias amañadas, difíciles de entender por la falta de documentos y a veces, cuando los encuentra, nota que el cancionero o el romanticismo de una época ha contaminado su espíritu. Dice la Real Academia que la leyenda negra es una opinión contra lo español difundida a partir del siglo XVI; y añade una segunda acepción de opinión desfavorable y generalizada sobre alguien o algo, generalmente infundada. Y es en este segundo supuesto donde se detiene la obra, en una selección de hechos históricos, más o menos legendarios, que bautizaron a sus protagonistas con la aureola de leyenda negra. Hechos diversos marcados siempre por la sangre, la violencia, el dolor o la excentricidad que con el paso del tiempo o por intereses varios desvirtuaron la verdad.