Cuando Griffin Sinclair anuncio que Dora y él iban a casarse, ella se quedó muy sorprendida… ¡Sobre todo porque ni siquiera se lo había pedido! Griffin se había inventado aquel compromiso para evitar que su madre siguiera tratando de imponerle una novia y parecía que Dora no tenía más remedio que seguirle la corriente. Tendría que pasar mucho tiempo junto a aquel hombre tan atractivo, pero no le iba a resultar fácil, ya que llevaba años enamorada de él en secreto.