El texto que Gibrán nos presenta en «El profeta» se nos ofrece como una revelación sobre la verdad de la vida en este mundo. Con estilo sencillo, de estructura dialógica y cierto sentido de parábola, el autor, imbuido de su papel de profeta, nos alecciona sobre el amor, el matrimonio, los hijos, el trabajo, el bien, el mal, la muerte. Cada capítulo del libro se resuelve en una serena meditación de intención utilitaria.