Esta breve obra de gran calado espiritual ha resistido a los siglos y sigue siendo un apoyo importante para tratar la Pasión de Cristo desde la vida interior personal. Escrita por Tomás Moro poco antes de ser ejecutado, esta obra es un testamento admirable de su autor como humanista y como cristiano. A partir de la contemplación de la Pasión de Cristo, Moro muestra al mundo que el dolor es un ingrediente del amor y la felicidad.