La helada región del Yukón, aderezado con la ambición de encontrar la forma rápida de hacerse millonario. La famosa fiebre del mineral áureo tiene aquí a dos claros exponentes: Kink Mitchell y Hootchinoo Bill. Se trata, escribe el propio London, de una «narración de desdichas […] más real de lo que pudiera parecer». Los dos hombres están sujetos a la escritura del Norte: el más rápido es aquel que halla el oro y el más fuerte es el que tiene la mejor fogata. Son capaces de todo con tal de obtener lo que ambicionan. Engañan a un inocente sueco, para luego arrepentirse de haberlo hecho.