Paso a la juventud. Sandra Souto KustrínЧитать онлайн книгу.
1. INTRODUCCIÓN
Juventudes republicanas, juventudes marxistas, ante el programa realizado por nuestra juventud, a nosotros los viejos no nos queda más que una consigna: por nuestra libertad, por nuestra independencia, paso a la juventud española.1
El 18 de julio de 1936 el fracaso de un golpe militar dio comienzo a la guerra civil española. Parte del país quedó en poder de los sublevados mientras otra resistió. En la Galicia rápidamente controlada por los rebeldes, el gobernador civil de La Coruña, Francisco Pérez Carballo, de 25 años, miembro del Comité Nacional de la Juventud de Izquierda Republicana (JIR) –la organización juvenil vinculada al partido del presidente de la República, Manuel Azaña, y a la que representaba en la dirección de este partido– fue fusilado por los sublevados el 24 de julio.2 En Barcelona, en la lucha para hacer fracasar la rebelión militar, murió el mismo 19 de julio Germinal Vidal, secretario general de la Juventud Comunista Ibérica (JCI) del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), que había sido militante del Bloc Obrer i Camperol (BOC) desde 1931.3 En septiembre de 1936, en la sierra madrileña, cayó Fernando de Rosa, un joven socialista italiano que llevaba ya varios años en España y había sido uno de los organizadores de las milicias socialistas que habían actuado en Madrid en octubre de 1934, era comandante del Batallón Octubre 11, creado por la Juventud Socialista Unificada (JSU) –la organización formada por la unificación de la Federación de Juventudes Socialistas de España (FJS) y la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE)– y dirigente de la organización unificada de Madrid. En el mismo mes, en los campos granadinos de Iznalloz, falleció Lina Odena, de 25 años, que había sido organizadora y dirigente de la UJCE en Cataluña y miembro del Comité Central estatal de dicha organización, y acababa de ser incluida en la primera ejecutiva de la JSU.4 En el asedio al Alcázar de Toledo cayó José Antonio Martínez Senderos, que había nacido en Uruguay y era miembro de la anarcosindicalista Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL) y director de su periódico nacional, Juventud Libre.5 En enero de 1937 murió, a causa de una septicemia producida tras ser herido en Guadalajara, Antonio Muñoz García, que había sido uno de los fundadores de la Juventud de Acción Republicana, el partido dirigido por Manuel Azaña que, junto con los republicanos galleguistas y los radical socialistas independientes, formó Izquierda Republicana en abril de 1934. Antonio Muñoz fue también el primer responsable del Frente de la Juventud –en su origen en la primavera de 1936, como veremos, órgano coordinador de diferentes organizaciones juveniles y/o que trabajaban con los jóvenes–, y era secretario de propaganda del Comité Nacional de la JIR.6
Estos primeros ejemplos nos ponen en contacto con una realidad poco estudiada que es la del papel de los jóvenes y de las organizaciones juveniles en la guerra civil española en general y, en concreto, en la zona republicana.