Ser paz en un mundo en conflicto. Marshall B. RosenbergЧитать онлайн книгу.
del proceso de comunicación que describo en este libro.
Me gustaría expresar mi gratitud a mi amiga Annie Muller. Al animarme a ser más claro acerca de los fundamentos espirituales de mi trabajo, este se ha fortalecido y mi vida se ha enriquecido.
Siempre estaré agradecido al profesor Michael Hakeem por ayudarme a ver las limitaciones científicas y los peligros sociales y políticos que entraña la comprensión del ser humano basada en la patología. Ver las limitaciones de ese modelo constituyó un estímulo para buscar un modelo de psicología basado en una claridad cada vez mayor sobre cómo vivir de acuerdo con nuestra naturaleza humana.
Estoy especialmente agradecido por todas aquellas personas a quien yo llamo “productores” de la CNV, personas que han comprometido sus vidas a difundir la conciencia de la CNV. La pequeña lista que sigue incluye a personas a las que me siento agradecido por haberse convertido en instrumentos de la difusión de la CNV, durante los primeros años, en diferentes países del mundo.
NAFEZ ASSAILY en Palestina
ANNE BOURRIT en Francia
BOB CONDE en Sierra Leona
VILMA COSTETTI en Italia
DUNIA HATEGEKIMANA en Burundi
RITA HERZOG en EE.UU.
NADA IGNJATOVIC-SAVIC en Yugoslavia
SAMIE IHEJIRKA en Nigeria
BARBARA KUNZ en Suiza
JEAN-FRANCOIS LECOQ en Bélgica
LUCY LEU en EE.UU.
PASCALE MOLO en Francia
THEODORE MUKUDONGA en Ruanda
LA HERMANA CARMEL NELAND en Irlanda
CHRIS RAJENDRAM en Sri Lanka
JORGE RUBIO en Colombia
ISOLDE TESCHNER en Alemania
TOWE WIDSTRAND en Suecia
Y hay muchos, muchos otros; más de los que puedo enumerar aquí. Es una fuente de enorme alegría para mí ver cómo estos individuos, junto con otros miles, están contribuyendo a desarrollar la paz en sus comunidades, en sus regiones, en sus países y ahora en todo el mundo.
MARSHALL B. ROSENBERG
Prólogo
DOROTHY J. MAVER
El sonido es un poderoso agente creativo. Nuestro lenguaje refleja nuestros pensamientos y percepciones, definiendo el mundo en que vivimos.
Mediante nuestro lenguaje nos damos a conocer, porque cuenta la historia de nuestro pensamiento vital y de nuestro ser esencial. Cómo hablamos puede abrir o cerrar puertas, sanar o dañar, producir alegría o sufrimiento y, en última instancia, determina nuestro propio grado de felicidad.
Cuando escuché por primera vez a Marshall Rosenberg hablar de paz, supe que me habían presentado a un hombre con una visión y el coraje necesario para actuar de manera consecuente con esa visión. Mientras compartía su perspectiva, profunda y llena de humor, y algunas historias reales sobre vidas que cambiaban porque se estaban cubriendo las necesidades de sus protagonistas, afirmó lo que yo ya sabía desde el fondo de mi corazón: es posible vivir manteniendo una relación justa entre unos y otros y con cualquier forma de vida.
En esta época de dolor y sufrimiento en nuestro mundo, Marshall nos da una llave. Con esta llave se abre un regalo: la comprensión de cómo nuestro uso del lenguaje influye y afecta a nuestras vidas y las vidas de los demás. Marshall ofrece ejemplos concretos, un conocimiento profundo y una plétora de recursos para alcanzar la armonía durante un conflicto en cualquier situación donde haya voluntad de buscar una solución.
Evaluando un taller de Comunicación NoViolenta para activistas políticos, una participante compartió el alivio y la esperanza que experimentó cuando su rabia se transformó y acabó. En el pasado, su airada forma de comunicarse le había impedido ser efectiva como activista política y agente de cambio.
A medida que aprendemos a ser paz en un mundo en conflicto, transformamos el mundo en que vivimos, convirtiéndonos en una causa y no solo en un efecto. Nuestro lenguaje ayuda a crear un mundo que funcione para todos, un mundo en el que entendamos y vivamos el concepto de Comunicación NoViolenta. Al vivir de manera consciente según sus preceptos, nuestras motivaciones se transforman y llegamos a entender lo que Marshall quiere decir cuando afirma que “… las acciones se emprenden con el único propósito de contribuir al bienestar de los demás y de nosotros mismos”.
Ser paz es mucho más que un libro de autoayuda. Después de leerlo, sabrá cómo participar de manera eficaz en el cambio personal, social, político y global. Este libro es excelente y muy necesario en esta coyuntura de nuestra evolución. La paz comienza con cada uno de nosotros. Gracias, Marshall Rosenberg, por esta significativa contribución a la construcción de una Cultura de la Paz.
DOROTHY J. MAVER, directora ejecutiva de la organización The Peace Alliance (Alianza por la Paz) y The Peace Alliance Foundation (Fundación Alianza por la Paz), que educan para una Cultura de la Paz y abogan por la creación de un Ministerio de la Paz en EE.UU. (www.ThePeaceAlliance.org).
Prólogo
DAVID HART
Washington, D. C, julio de 2005
Mientras estoy aquí sentado para escribir este prólogo sobre la importancia de la Comunicación NoViolenta, el mundo todavía se estremece a causa de los atentados del metro de Londres ocurridos el 7 de julio de 2005. Ese día, nos despertamos y nos enteramos de que había vuelto a suceder. Vimos las imágenes, escuchamos el sonido de la violencia y sentimos una profunda conexión personal con aquellos que estaban sufriendo y cuyos seres queridos están sufriendo aún.
De alguna manera, a pesar de los kilómetros que nos separan del lugar del bombardeo, comprendemos el dolor que acarrea la violencia. Una vez más, contemplamos una realidad: que las bombas destruyen los frágiles moldes humanos y arrebatan valiosas vidas. Aunque la distancia podría haber amortiguado el golpe, ese día, en Washington D. C. y a lo largo y ancho de los Estados Unidos, sentimos el aplastante poder del miedo.
Al mismo tiempo que celebro los recursos de Comunicación NoViolenta que se presentan en este libro que tiene en las manos, me pregunto qué hará falta para que verdaderamente “seamos paz en un mundo en conflicto”. La violencia que nos impactó el 7 de julio es demasiado común, demasiado familiar, demasiado parte de nuestras vidas. A veces conseguimos identificar nuestra conexión con aquellos que se ven afectados por esta pandemia de violencia. En la mayoría de los casos, nos volvemos insensibles, incapaces de sentir ni el dolor de la violencia ni la belleza de la humanidad que compartimos.
El día anterior a los bombardeos de Londres, se arrebataron vidas en Bagdad y Fallujah. Somos partícipes de esa violencia, pero no hicimos duelo por sus víctimas ni preguntamos cuándo iba a terminar. Tendemos a percibir la violencia solo si consideramos a aquellos cuyas vidas han sido apagadas prematuramente “gente como nosotros”. Si llevan el uniforme “correcto” o su aspecto es “como el nuestro”, reconocemos nuestra experiencia común y los vemos como plenamente humanos. Si no, es posible que seamos incapaces de entender el valor de sus vidas.
En esta importante obra, el Dr. Rosenberg nos recuerda que “durante mucho tiempo hemos vivido bajo esta mitología destructiva, que se completa con un lenguaje que deshumaniza a las personas y las convierte en objetos”. Además, nos sugiere un itinerario para salir de esta oscuridad. Nos recuerda que lo que decimos y hacemos importa. Nuestras acciones y la inacción frente a la creciente violencia dan forma a nuestro mundo y determinan nuestro futuro.
En el puesto que ocupo en la Asociación para la Resolución de Conflictos, tengo el gran placer de trabajar con profesionales preparados que se esfuerzan cada día para ayudar a otras personas a resolver conflictos de una manera creativa, constructiva