Ofrezco respeto, recibo respeto. Sura HartЧитать онлайн книгу.
Orejas de jirafa y orejas de chacal
Cartas de sentimientos y necesidades
Prefacio
En 2003 escribimos The Compassionate Classroom: Relationship Based Teaching and Learning (El aula compasiva: enseñanza y aprendizaje basados en las relaciones). En ese libro nuestro objetivo era compartir con otros docentes un modo de comunicación “sin culpas”, desarrollado por el doctor Marshall Rosenberg y conocido como Comunicación NoViolenta, o CNV, para abreviar. Al escribir The Compassionate Classroom, nuestra motivación era escribir un libro que nosotras deseábamos que hubiera existido cuando éramos profesoras e intentábamos hallar maneras eficaces de crear, junto con nuestro alumnado, un entorno de aprendizaje cooperativo; algo que estábamos convencidas de que tenía que ser posible de algún modo. Desde la publicación de The Compassionate Classroom, ha sido muy gratificante escuchar, por parte de docentes de diferentes lugares del mundo, que el libro les ha ayudado a convertir sus aulas en entornos de aprendizaje basados en el cuidado de las relaciones.
Ahora nos encontramos escribiendo de nuevo un libro juntas para compartir la CNV, esta vez con padres y madres. Hemos sido madres más tiempo del que hemos sido profesoras, así que para nosotras los temas sobre los que hablamos y escribimos en este libro tocan fibras aún más profundas, y avivan muchos recuerdos de cuando éramos jóvenes madres. Si bien los principales temas de crianza que tratamos en este libro son en gran medida los mismos que recordamos haber experimentado en los años setenta, cuando nuestras hijas e hijos eran pequeños, nos damos cuenta de que muchas cosas han cambiado en la cultura durante los últimos veinticinco años, y de que dichos cambios hacen que la tarea de la crianza sea aún más compleja y suponga un reto mayor, tal vez, que nunca antes.
Reflexionando sobre los tiempos en que éramos jóvenes madres, estamos agradecidas por haber podido pasar los primeros años en casa con nuestros hijos e hijas. En los años sesenta y setenta era más fácil que una familia de clase media se mantuviera con un solo sueldo. Y aunque la crianza no se consideraba un trabajo “de verdad”, en general se aceptaba que las madres de clase media se quedaran en casa con sus hijas e hijos. Hoy en día, algunas naciones industrializadas apoyan que las madres se queden en casa durante los tres primeros años; no obstante, aquí, en los Estados Unidos, no solo no hay ningún apoyo gubernamental para quienes toman esa decisión, sino que además el coste de la vida requiere ahora que los dos progenitores trabajen para mantener la economía familiar estándar de una familia de clase media.
Además del estrés económico, las familias de hoy en día sienten el estrés generado por el aumento de su ritmo de vida y la aceleración de la información que llega a través de tecnologías de alta velocidad como Internet, el correo electrónico, la mensajería instantánea y los teléfonos móviles. Ahora hacemos muchas más cosas que antes y mucho más rápido: nos volcamos a lo loco en la multitarea con el fin de hacer y conseguir lo máximo posible. Se suponía que la tecnología nos daría libertad y nos permitiría pasar más tiempo con nuestra familia, o dedicarlo a nuestras aficiones y al ocio. En lugar de ello, hemos creado nuevos estándares de lo que es posible lograr y por tanto nos enfrentamos a expectativas más altas como superempresas, superempleados, supermamás, superpapás, superhijos y superhijas. Las reacciones emocionales de las personas también se han acelerado, hasta el punto de que el menor roce, retraso o desvío nos puede hacer estallar. La sobrecarga emocional puede agotar nuestra energía y hacernos sentir cansancio y experimentar mal humor.
En respuesta a las “malas noticias” expuestas arriba, este libro trae buenas noticias: un enfoque probado para lograr una comunicación interpersonal respetuosa. Muchas familias ya lo están empleando para abordar cada situación y satisfacer las necesidades de todos los miembros de la familia de modo que el conflicto se transforme en cooperación. Al escribir este libro, esperamos brindarle apoyo para que pueda elegir cómo criar a sus hijas e hijos, basándose en sus valores más preciados y en lo que más desea para su prole.
Agradecimientos
Nos gustaría expresar nuestro reconocimiento y profundo aprecio por las siguientes personas, que han contribuido a hacer realidad este libro:
A nuestros colaboradores y colaboradoras
A nuestra editora y editor principales, Kyra Freestar y Stan Hodson, que dedicaron días y noches a leer, dar forma y continuidad a este manuscrito.
A nuestro ilustrador, Marty Mellein, por su apoyo y comprensión para con este trabajo, así como por su capacidad de hacer que una imagen valga mil palabras.
A Meiji Stewart y Neill Gibson de PuddleDancer Press, que durante muchos años han sostenido la visión de la publicación de un libro sobre crianza y que hicieron posible esta oportunidad. Admiramos y agradecemos su disposición y capacidad de vivir el proceso CNV en sus prácticas empresariales. También nos gustaría expresar nuestro agradecimiento a Tiffany Meyer y Shannon Bodie, del equipo de PuddleDancer, por su flexibilidad, disponibilidad y apoyo inquebrantable.
A nuestras maestras y maestros
En primer lugar, a las madres y a los padres que han estudiado y consultado con nosotras a lo largo de los años y que nos han dado el coraje necesario para escribir este libro.
A Marshall B. Rosenberg, por crear y compartir el proceso de la Comunicación NoViolenta, que constituye el corazón de este libro.
A J. Krishnamurti, cuya obra nos hizo coincidir por primera vez en 1986 para dar clase en su escuela en Ojai (California). Las conversaciones que mantuvimos con él nos llevaron a comprender más profundamente algunos conceptos como el pensamiento, el miedo y la motivación humana para la acción, y allanaron el camino para nuestra comprensión e integración de la Comunicación NoViolenta.
Prólogo
Ha pasado bastante tiempo desde los años en que ejercí la crianza. Aun así, casi cada día, las madres y padres que asisten a mis talleres en todo el mundo me expresan su dolor hablándome de los retos a los que se enfrentan al criar a sus hijos e hijas. Sin duda sus retos me resultan familiares, si bien en estos tiempos las exigencias que se derivan de las agendas apretadas y las influencias del mundo exterior son mucho más inquietantes que nunca. Cada día miles de mensajes de violencia y desconfianza llegan a nuestras hijas e hijos. Además, está la agobiante presión por definirnos en base a lo que tenemos en lugar de hacerlo en base a lo que valoramos. En este contexto, madres y padres viven una gran confusión y reclaman ayuda y apoyo. Ya era hora de que respondiéramos a su llamada.
Este libro es una respuesta convincente a dicha llamada, en un momento de vital importancia: los cimientos de la familia tal vez nunca hayan sido tan importantes para el futuro de nuestra sociedad y para el bienestar de nuestro planeta como lo son hoy. Las herramientas presentadas en este libro empoderan a padres y madres para servir como fuerzas de cambio eficaces y activas en sus familias, sus comunidades y el mundo en general. Estoy de acuerdo con las autoras cuando dicen “Su forma de abordar la crianza no solo afectará a sus hijas e hijos, sino también a las vidas de los cientos o tal vez miles de personas que estarán presentes en su futuro. No puede elegir si afecta o no a la red de interdependencia; sin embargo, sí puede elegir de qué manera la va a afectar”.
Las autoras, Sura Hart y Victoria Kindle Hodson, van más allá de las recetas rápidas y las técnicas de disciplina, al sentar los cimientos de un modo de comunicación y presentar unas competencias relacionales que mejoran radicalmente la calidad de las relaciones en el seno familiar. Con la ayuda de este libro, madres y padres tendrán una mayor capacidad de transformar los patrones de comunicación habituales, que no están en armonía con su deseo de contribuir al desarrollo de sus hijos e hijas. Y al practicar estas competencias esenciales, pueden establecer un entorno de seguridad emocional y apoyo en el que los niños y las niñas puedan desplegar todo su potencial.
Todas las personas llegamos a este mundo con un sentido inherente de nuestra interconexión y una necesidad de comunidad y de apoyo. También nacemos con un sentido