Calor. Amy BlankenshipЧитать онлайн книгу.
Boris habÃa pasado la mañana con el abogado de Anthony terminando el papeleo que lo convirtió en el nuevo gerente de uno de los bares más grandes de la ciudad ... Love Bites. En cuanto a quién serÃa el nuevo dueño ... ambos habÃan decidido que el pariente más cercano de Anthony era la forma más inteligente de ir, legal y lógicamente. Titus Valachi era uno de los lobos más fuertes y más imparciales que Boris habÃa conocido. HabÃa odiado a su tÃo y se habÃa negado a hacer nada relacionado con la mafia.
Boris sonrió sabiendo que acababa de ayudar al abogado a poner la mitad de las posesiones de la manada de lobos en el nombre de Titus sin que Titus lo supiera. Ahora todo lo que tenÃan que hacer era convencer a Titus para que se convirtiera en el nuevo alfa antes Lucca tenido la oportunidad de reclamarlo.
En cuanto a Love Bites, el dueño anterior habÃa perdido el club con Anthony solo un par de semanas atrás, y como el abogado de Anthony era uno de sus lobos, se estaba ocupando de todo el papeleo tan rápido como pudo en caso de que los federales congelaran todo de las propiedades de Anthony.
La mayor parte del clan habÃa trabajado para Anthony de una manera u otra, pero como el alfa ya no existÃa, dejaba a muchos lobos sin trabajo. Los lobos con demasiado tiempo en sus manos nunca fueron algo bueno y Boris ya estaba oyendo hablar sobre tomar represalias contra los pumas por matar a Anthony.
La mayorÃa de esos lobos estaban saliendo con Lucca Romano, que era el protegido de Anthony de muchas maneras. Esos eran los lobos con los que no querÃa estar.
Lucca era fuerte. Anthony lo habÃa sentido y usado Lucca para la mayorÃa del trabajo de la mafia. Eso, y Anthony no confiaba completamente en Lucca, por lo que pensó que mantener a Lucca cerca y tener el control de una sección de los lazos de la mafia lo mantendrÃa lo suficientemente ocupado como para no intentar derrocarlo. El problema era ... si Titus no se acercaba al plato pronto, entonces Lucca harÃa.
Con eso en mente, Boris habÃa sido selectivo al contratar a miembros de la manada para ayudar a ejecutar Love Bites. Era un paso adelante pasar de la mayor parte de su tiempo repartiendo el castigo a quienquiera que hubiera enojado a Anthony por el dÃa. Pero eso era lo que era ... el castigador. Y tenÃas que ser la mano derecha de la alfa para convertirte en el castigador, por lo que la mayorÃa de los lobos lo obedecerÃan sin pensarlo mucho. Ahora era la mano derecha de Titus y allà era donde querÃa quedarse.
Mirando alrededor del bar, escuchó como algunos de los lobos se burlaban de las decoraciones góticas, pero Boris señaló que la multitud gótica en la ciudad estaba llena de ricos universitarios con un fetiche de vampiros al estilo de las pelÃculas que estaban cargados de dinero. Eso pareció llamar su atención. SÃ, siempre fue lo mismo con los lobos ... el dinero fue el resultado final.
Sintiendo el poder de un verdadero alfa entrar en la barra, Boris miró hacia las puertas desde su vista a través de la ventana de la oficina. Sonrió al ver a Titus detenerse justo dentro de las puertas para mirar a su alrededor. TenÃa que admitir que este lugar era un poco sorprendente para cualquiera que nunca hubiera estado aquÃ. Estaba sorprendido de que Titus hubiera llegado tan rápido. Ãl todavÃa estaba en Malta cuando lo llamó durante las horas previas al amanecer.
Alargando el brazo, Boris presionó el botón del sistema de intercomunicación, "Titus, hay un tramo de escaleras en el extremo izquierdo. Ven hacia la oficina."
Cerró los ojos sabiendo que tenÃa el equivalente de dos minutos para decidir cómo decirle a Titus que acababa de heredar la mayorÃa de las propiedades de Anthony.
*****
Alicia estaba cansada de enfurruñarse sobre eso. Si tuviera que quedarse aquÃ, entonces ella podrÃa hacer lo mejor posible. Además, tenÃa hambre y todos se habÃan ido. La casa era tan grande que tardó unos minutos en localizar la cocina ... eso y el hecho de que la puerta estaba cerrada. La mayorÃa de la gente no tenÃa una puerta en su cocina, pero de nuevo ... no era gente que vivÃa en esta casa.
Los cambia formas no comen tanto como los humanos porque no envejecieron al mismo ritmo. Incluso podrÃan pasar meses sin que los afectara, aunque a la mayorÃa de los cambia formas les gustaba la comida lo suficiente como para participar en ella todos los dÃas. Vivir alrededor de los humanos tenÃa una forma de refregar lo paranormal. Sin embargo, habÃa un par de cosas que harÃan que un cambia formas tenga hambre ... lesiones, peleas, sexo ... o la necesidad de sexo ... conocido como calor. Y en este momento ella estaba muerta de hambre.
Al abrir la nevera frunció el ceño ... hay mucho para beber pero no comida. Revisar los gabinetes fue igual de deprimente. Todo está vacÃo, a menos que cuentes las telarañas en las esquinas y las cinco latas de café. Ahora entendÃa por qué la puerta estaba cerrada.
Al oÃr algo detrás de ella, Alicia se dio la vuelta y vio a Damon entrar en la cocina con los brazos llenos de bolsas de la compra.
Damon retuvo la sonrisa y mantuvo su expresión relajada, "Pensé que estarÃas hambriento". Dejó las bolsas sobre la barra y volvió al exterior para buscar el resto.
Alicia estaba aturdida. Damon habÃa ido de compras ... ¿para ella? Mirando en las bolsas, sus ojos se abrieron ante toda la comida ... buena comida también. Sacó una bolsa de uvas blancas sin semillas y comenzó a comer mientras ponÃa la comida.
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