Эротические рассказы

El infinito naufragio. Laura Emilia PachecoЧитать онлайн книгу.

El infinito naufragio - Laura Emilia Pacheco


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      Vean nuestra sangre.

      En la escalera del edificio Chihuahua

      sollozaban dos niños

      junto al cadáver de su madre.

      —Un daño irreparable e incalculable.

      Una mancha de sangre en la pared,

      una mancha de sangre escurría sangre.

      Lejos de Tlatelolco todo era

      de una tranquilidad horrible, insultante.

      —¿Qué va a pasar ahora,

      qué va a pasar?

      HOMENAJE A LA CURSILERÍA

      Amiga que te vas:

      quizá no te vea más.

      RAMÓN LÓPEZ VELARDE

      Dóciles formas de entretenerte, olvido:

      recoger piedrecillas de un río sagrado

      y guardar las violetas en los libros

      para que amarilleen ilegibles.

      Besarla muchas veces y en secreto

      en el último día,

      antes de la terrible separación;

      a la orilla

      del adiós tan romántico

      y sabiendo

      (aunque nadie se atreva a confesarlo)

      que nunca volverán las golondrinas.

      ALTA TRAICIÓN

      No amo mi patria.

      Su fulgor abstracto

      es inasible.

      Pero (aunque suene mal)

      daría la vida

      por diez lugares suyos,

      cierta gente,

      puertos, bosques, desiertos, fortalezas,

      una ciudad deshecha, gris, monstruosa,

      varias figuras de su historia,

      montañas

      —y tres o cuatro ríos.

      ENVEJECER

      Sobre tu rostro

      crecerá otra cara

      de cada surco en que la edad

      madura

      y luego se consume

      y te enmascara

      y hace que brote

      tu caricatura.

       DICHTERLIEBE

      La poesía tiene una sola realidad: el sufrimiento.

      Baudelaire lo atestigua, Ovidio aprobaría

      afirmaciones semejantes.

      Y esto por otra parte garantiza

      la supervivencia amenazada de un arte

      que pocos leen y al parecer

      muchos detestan,

      como una enfermedad de la conciencia, un rezago

      de tiempos anteriores a los nuestros

      cuando la ciencia cree disfrutar

      del monopolio eterno de la magia.

      EL EMPERADOR DE LOS CADÁVERES

      El emperador quiere huir de sus crímenes

      pero la sangre no lo deja solo.

      Pesan los muertos en el aire muerto

      y él trata (siempre en vano) de ahuyentarlos.

      Primero lograrían borrar con pintura la sombra

      que arroja el cuerpo del emperador

      sobre los muros del palacio.

      AUTOANÁLISIS

      He cometido un error fatal

      —y lo peor de todo

      es que no sé cuál.

      NO ME PREGUNTES CÓMO PASA EL TIEMPO

      En el polvo del mundo se pierden ya mis huellas;

      me alejo sin cesar

      No me preguntes cómo pasa el tiempo.

      LI KIU LING, traducido por MARCELA DE JUAN

      Al lugar que fue nuestro llega el invierno

      y cruzan por el aire las bandadas que emigran.

      Después renacerá la primavera,

      revivirán las flores que sembraste.

      Pero en cambio nosotros

      ya nunca más veremos

      la casa entre la niebla.

      CONVERSACIÓN ROMANA (1967)

      Oremos por las nuevas generaciones

      abrumadas de tedios y decepciones;

      con ellas en la noche nos hundiremos…

      AMADO NERVO, Oremus (1898)

      En Roma aquel poeta me decía:

      —No sabes cuánto me entristece verte

      escribir prosa efímera en periódicos.

      Hay matorrales en el foro. El viento

      unge de polvo el polen.

      Ante el gran sol de mármol Roma pasa

      del ocre al amarillo, el sepia, el bronce.

      Algo se está quebrando en todas partes.

      Se agrieta nuestra edad. Es el verano

      y no se puede caminar por Roma.

      Tanta grandeza avasallada. Cargan

      los autos contra gentes y ciudades.

      Centurias y falanges y legiones,

      proyectiles o féretros, chatarra,

      ruinas que serán ruinas.

      Aire mortal carcome las estatuas.

      Barbarie son ahora los desechos:

      plásticos y botellas y hojalata.

      Círculo del consumo: la abundancia

      se mide en el raudal de sus escombros.

      Pero hay hierbas, semillas en los mármoles.

      ¶ Hace calor. Seguimos caminando.

      No quiero responder ni preguntarme

      si algo escrito hoy dejará huellas

      más profundas que un casco desechable

      o una envoltura plástica arrojada

      a las aguas del Tíber.

      Acaso nuestros versos duren tanto

      como un modelo Ford 69

      —y muchísimo menos que el Volkswagen.

      DISCURSO SOBRE LOS CANGREJOS

      En la costa se afirma que los cangrejos

      son animales hechizados

      y seres incapaces de volverse

      a


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