Эротические рассказы

Los Obsidianos. Морган РайсЧитать онлайн книгу.

Los Obsidianos - Морган Райс


Скачать книгу

      —Entiendo que pudiste activar el antiguo portal que se decía que lleva al Elixir. Debo decir que me sorprende bastante que te llevara hasta aquí —Había un destello de emoción en su mirada—. Y pensar que la clave para encontrar el Elixir has estado todo el tiempo en el umbral de mi puerta —Sonrió a Oliver—. No me sorprende que después de todos estos siglos, fueras tú de entre todos el que consiguiera activar el portal, Oliver Blue.

      Oliver frunció el ceño, confundido. ¿Qué significa eso?

      —No lo entiendo —dijo—. ¿A qué se refiere con “de entre todos”?

      —¡Pues que tú eres el hijo de Margaret Oliver y Theodore Blue! —exclamó—. ¿No es así?

      Al oír el nombre de sus padres, Oliver sintió que su corazón empezaba a latir con fuerza. Walter y Hazel dieron un tirón visiblemente en sus asientos. Como dos de los amigos más cercanos de Oliver, sabían a la perfección que él había estado buscando a sus padres desesperadamente.

      —¿Conoce a mis padres? —preguntó Oliver, con una voz que parecía sin aliento por la conmoción.

      —Por supuesto que sí —respondió la directora. Esta frunció un poco el ceño—. Son bastante famosos por esta zona. Pero tú ya lo sabes todo.

      —En realidad no —se apresuró a decir Oliver—. Mis padres me dieron en adopción. No sé nada de ellos —Ahora aceleró la voz, como si intentara ir a toda prisa con la conversación para llegar más rápido a la conclusión—. ¿Están aquí? ¿En Roma? ¿Sabe dónde puedo encontrarlos?

      Lucia Moretti puso cara de decepción.

      —Lo siento. Creo que he hablado cuando no debía.

      —Para nada —respondió Oliver rápidamente—. Por favor, cuénteme lo que sabe. No tengo nada para continuar. Solo sus nombres y que estudiaron en Harvard. Ah, y un cuaderno que era de mi padre.

      La directora levantó lentamente las cejas hacia la frente.

      —¿Un cuaderno? —preguntó—. ¿Puedo verlo?

      —Por supuesto —Oliver cogió el cuaderno de Hazel, que lo tenía guardado en su mochila y se lo pasó rápidamente. Si sabía algo de sus padres, él quería saberlo.

      La Señorita Moretti hojeó el libro.

      —Oliver, ¿sabes qué es esto?

      Él negó con la cabeza.

      —Es una fórmula —le dijo—. Una fórmula para el Elixir.

      Oliver soltó un grito ahogado.

      —¡¿Cómo?! ¿Quiere decir que el remedio ha estado siempre conmigo?

      —Espera. Relájate —dijo—. No te precipites. Lo que quiero decir es que esto es un intento por crear la fórmula del Elixir. Tus padres eran humanos, Oliver. Esto lo sabes, ¿verdad? Ellos no tenían poderes de vidente. Por lo tanto, los viajes en el tiempo no estaban en absoluto disponibles para ellos. Pero se movían en círculos de videntes. Querían experimentar lo que los videntes podían experimentar. Aquí está la prueba de que tu padre trataba de crear su propio Elixir. Con él, podría viajar en el tiempo, a través de líneas temporales y mundos paralelos alternativos. Pero está incompleto. No lo logró.

      Un montón de emociones luchaban en el interior de Oliver. No podía absorber toda la información que le acababan de dar. Pensar que sus mortales padres habían estado intentando desentrañar los secretos del viaje en el tiempo se le hacía raro. ¿Para qué querrían poder viajar en el tiempo? Los videntes viajaban en el tiempo para cumplir el destino del universo, para proteger las líneas temporales que estaban bajo su control, para enmendar el trabajo de los videntes canallas que intentaban crear el caos. Pero los humanos no tenían ninguna necesidad de viajar en el tiempo. Para un vidente era muy peligroso, ¿y para un humano? Sin duda alguna era un suicidio.

      No sabía si sentirse o no aliviado de que la fórmula de su padre estuviera incompleta. Si Teddy Blue hubiera logrado crear el Elixir, hubiera podido salvar la vida de Ester. Pero al no haberlo hecho, ¿quizás esto mismo había salvado la vida de su padre?

      La Señorita Moretti cerró de golpe el cuaderno.

      —Oliver, sabes que nada pasa por casualidad. El portal te trajo hasta aquí por alguna razón, porque de algún modo este es el lugar en el que se descubrirá el Elixir. Creo que este cuaderno es el primer paso. El segundo paso proviene de mí.

      Oliver frunció el ceño con curiosidad.

      —¿A qué se refiere?

      —Yo soy matemática, Oliver —dijo la Señorita Moretti—. La mejor mente que el universo haya conocido jamás. Tengo una mente a la que solo puede ganar la de Einstein —Repiqueteó los dedos encima de la mesa y sus ojos brillaron por la emoción—. Necesitas mi instrucción. Necesitas mi conocimiento. Si te preparo, juntos podremos completar la fórmula.

      —Pero yo no tengo tiempo —dijo Oliver—. No estoy intentando encontrar el Elixir para desentrañar el viaje en el tiempo, ¡lo estoy haciendo porque el Profesor Amatista me dijo que esto es lo único que puede salvar a mi amiga de la enfermedad del viaje en el tiempo! Mi amiga está cerca de la muerte —Su voz se rompió cuando apareció una imagen de Ester en su imaginación. Por instinto, agarró con fuerza el amuleto—. No tengo tiempo para prepararme aquí.

      La directora hizo una pausa. Inclinó la cabeza hacia un lado y observó a Oliver por un instante.

      —Ya veo.

      Parecía decepcionada porque Oliver no había aceptado su oferta de formarlo aquí. Él no pretendía insultarla. En otro momento y lugar, hubiera aceptado sin dudar la oportunidad de formarse en la Escuela de Videntes de Roma, para aprender toda la genialidad matemática que poseía la Señorita Moretti. Pero no tenía tiempo.

      Hazel no paraba de pasarse ansiosamente las manos por el regazo. Miró a Oliver con gesto nervioso

      —Pero ¿no es esta nuestra única oportunidad? —preguntó—. El Elixir no se ha creado nunca. El portal nos trajo hasta aquí porque era aquí donde podíamos encontrar todas las piezas del rompecabezas necesarias para crearlo. La mente de la Señorita Moretti sin duda es parte de ese rompecabezas.

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

      Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

/9j/4SPnRXhpZgAATU0AKgAAAAgADAEAAAMAAAABE4gAAAEBAAMAAAABCv0AAAECAAMAAAADAAAA ngEGAAMAAAABAAIAAAESAAMAAAABAAEAAAEVAAMAAAABAAMAAAEaAAUAAAABAAAApAEbAAUAAAAB AAAArAEoAAMAAAABAAIAAAExAAIAAAAmAAAAtAEyAAIAAAAUAAAA2odpAAQAAAABAAAA8AAAASgA CAAIAAgALcbAAAAnEAAtxsAAACcQQWRvYmUgUGhvdG9zaG9wIEVsZW1lbnRzIDEyLjAgV2luZG93 cwAyMDE5OjA4OjIyIDEzOjMwOjI2AAAAAASQAAAHAAAABDAyMjGgAQADAAAAAQABAACgAgAEAAAA AQAABXigAwAEAAAAAQAACDQAAAAAAAAABgEDAAMAAAABAAYAAAEaAAUAAAABAAABdgEbAAUAAAAB AAABfgEoAAMAAAABAAIAAAIBAAQAAAABAAABhgICAAQAAAABAAAiWQAAAAAAAABIAAAAAQAAAEgA AAAB/9j/4gxYSUNDX1BST0ZJTEUAAQEAAAxITGlubwIQAABtbnRyUkdCIFhZWiAHzgACAAkABgAx AABhY3NwTVNGVAAAAABJRUMgc1JHQgAAAAAAAAAAAAAAAAAA9tYAAQAAAADTLUhQICAAAAAAAAAA AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAABFjcHJ0AA
Скачать книгу
Яндекс.Метрика