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Cuentos Habbaassi IV. Juan Moisés De La SernaЧитать онлайн книгу.

Cuentos Habbaassi IV - Juan Moisés De La Serna


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cuando se quitaban el cuerpo físico, le preguntó y

      –¿El cuerpo energético?

      –No lo sé ―se le dijo―, pues hace poco que soy de ENERGÍA, antes era una mujer que vivió en el mundo físico, y tuve marido y dos hijos, y cuando me llegó el momento me quité lo físico y me quedé como ahora mismo me puedes ver, con el cuerpo de energía que tenía dentro del físico, y ahora tengo que seguir viviendo aquí hasta que consiga purificarme y marcharme al lugar donde viven los PUROS.

      El pájaro entendió que había muchas cosas que no sabía y preguntó si conocía a alguien que le pudiera contestar algunas de sus preguntas y ella le dijo,

      –Sí, existe un CUERPO ENERGÉTICO PURIFICADO que ha bajado para ayudarnos a los recién nacidos. Él ha pasado por este mundo físico y al mismo tiempo también ha pasado por el periodo de purificación y ha subido arriba al lugar de los PUROS, y allí ha vivido algún tiempo antes de tomar la decisión de ayudar a los demás. Él tiene que conocer todo, aunque no sé si querrá hablar con un pájaro.

      Aquello ofendió a nuestro amigo y desde aquel día preguntaba a todos los CUERPOS DESENCARNADOS que veía por él y todos le conocían pero no le decían dónde podía estar, pues le contestaban.

      –Una vez que nos ha ayudado nos deja tranquilos y según dice él mismo ya el proceso que tenemos por delante es natural y no necesitamos ayuda, sin embargo cuando se pasa del mundo físico al mundo energético, la mente sufre una gran transformación y pierde los recuerdos, y en esos momentos te encuentras como perdido, por eso se tiene que recibir su ayuda.

      Aquellas razones le parecieron muy bien a nuestro amigo el pájaro y siguió buscando a aquel ser hasta que se dijo,

      “Veré de algún humano que esté muriendo, esperaré y así vendrá a su encuentro y conseguiré ver a aquel ser”, y así lo hizo y cuando consiguió ver a aquel ser, él le miró y le dijo,

      –¿Acaso estas tú también para dar el paso de la transformación?

      El pájaro le dijo que no pero que necesitaba de su ayuda y el otro le dijo,

      –Tengo que pensarlo, dime dónde te puedo encontrar y si acudo te ayudaré y si no lo hago es que he pensado lo contrario.

      El pájaro acudió a donde habían quedado y aquel ser de CUERPO ENERGÉTICO LUMINOSO, para el pájaro, apareció y le dijo,

      –Dime ¿qué quieres de mí?, pues ahora tengo algún tiempo.

      Así el pájaro le preguntó qué tenía que hacer para ser humano y poder pasar por el mismo proceso, dado que según creía los pájaros no pasaban al otro lugar. Y el otro le miró sonriendo y le dijo,

      –¿Quieres vivir eternamente?, mira que esto es algo que todos quisieran hacer, pero dime ¿cómo ayudarías tu a los demás?, pues cuando se pasa al otro lado, por la puerta de la desencarnación se tiene que tener un oficio de ayudar a los que se quedan a conseguirlo.

      El pájaro que como era inteligente había preparado algunas preguntas dijo,

      –No importa el oficio si no lo consigo, dime ¿qué tengo que hacer para conseguirlo?, pues seguro que algo podré hacer, en bien de los demás, pero dime primero ¿por qué no he encontrado a ninguno de los que se consideran MALOS?, pues solo he visto a los JUSTOS.

      –Los que tú dices MALOS ―respondió el ser―, son seres que voluntariamente hacen cosas en contra de la humanidad del hombre, seres que acogen el poder, el dolor, la enfermedad, el vivir bien, el tener a los demás esclavos y así te podría decir muchas cosas, cada acción que hacen los hombres le purifica o le contamina, ellos se contaminan de energía de la tierra y así cuando se desencarnan y eso lo tiene que hacer todos, se hunden en la tierra.

      –Sin embargo –le dijo el pájaro–, he visto seres energéticos que se dedican a asaltar a otros seres energéticos e incluso a algunos humanos, y les chupan la energía como alimento.

      –Tienes razón algunos de estos seres consiguen quedarse encima de la tierra y hacen eso para vivir, tiene que alimentarse de energía, y esta solo puede ser de energía negativa pues ellos están cargados de esta energía, pero llega un día que sobrepasan el límite y se hunden.

      –Bueno de eso no me hables, háblame de los otros y de cómo yo puedo ser igual a ellos ―dijo el pájaro.

      Y el ser le sonrió y le dijo,

      –Tienes mucha fuerza de voluntad y mucho coraje y esto ya es positivo, te diré lo que tienes que hacer y si lo cumples bien, vendré y te ayudaré y te llevaré a donde puedas morar con los seres PUROS.

      »Primero tendrás que hacer un trabajo de pájaro pues tienes que superar tu animalidad, y así tendrás que ayudar a algún pájaro en un servicio que le sea vital para él y que a ti te guste mucho, y así cuando lo consigas tendrás que hacer un segundo trabajo. Tendrás que hacer algo bueno por algún otro animal, que no sea pájaro y así será importante para él, y a ti también te tendrá que costar trabajo y por último tendrás que hacer algo bueno por un humano, y sucederá lo mismo y así cuando hayas hecho los tres trabajos, acude a este lugar y llámame y acudiré ―dicho lo cual desapareció.

      El pájaro se dijo a sí mismo “pues parecía un poco tonto pero es más listo que yo, mira que de entrada me manda trabajar y en segundo lugar no me ha dicho su nombre, seguro que es que no piensa acudir pues no cree que un pájaro pueda hacer lo que él ha dicho, pero se equivoca, ya veremos, voy a conseguirlo”, y así empezó a buscar a un pájaro que necesitara de su ayuda y vio como una madre que estaba dando de comer a unos polluelos era devorada por una serpiente y se dijo, “ya tengo mi trabajo”.

      Así durante un tiempos e convirtió en madre de los polluelos, y cuando estos volaron y pudo dejarlos tranquilos, se dijo, “ya he cumplido uno, ahora buscaré el segundo”.

      El segundo le resultó un poco difícil, y así terminó viendo como una madre y un cervatillo del bosque iban por un camino en el que serían pastos de los lobos, y así se dirigió hacia ellos y armó tanto alboroto que consiguió que salieran del camino, y se dirigieran a otro lugar, así estuvo un tiempo con aquellos animales protegiéndolos desde arriba hasta que el cervatillo pudo valerse por sí mismo y consideró que el trabajo estaba hecho.

      Buscó el tercer trabajo, y así resultó que era el más difícil pues los hombres vivían en las casas y tenía que intentar conocerlos

      El pajarillo que no conocía a los hombres, los observó y vio que estos eran peligrosos dado que comían pájaros, y los cogían y los mataban solo por el placer de hacerlo, tiraban piedras a los nidos, y subían a los árboles a robar los huevos, y todo esto lo vio y se dijo “¿para qué voy a ayudar a estos que son humanos si son seres terribles?”, pero algo en su interior le dijo que no todos eran iguales que buscase a alguien que era diferente.

      Voló lejos preguntando a sus familiares dónde vivían más humanos y en el centro del bosque encontró a una familia no muy numerosa que tenía por amigos a los animales, eran los DRUIDAS que vivían de y para la naturaleza.

      Así vio cómo se preocupaban de socorrer a un árbol que le había caído un rayo y de cómo le quitaron las ramas y la corteza quemada y le frotaron con sabia sacada de otros árboles que le sobraba y así al poco tiempo el árbol volvía a la vida, pues el tratamiento con tierras y sabia y también con agua en abundancia había dado su resultado. Vio también que los animales bajaban a donde estaban los humanos y no les temían y estos les daban en alguna ocasión de comer y les respetaban.

      Así conoció a un joven que parecía un poco diferente de los demás ya que tenía un defecto en la espalda y no se movía bien. Con mucho cuidado se acercó a él y viendo que parecía dormido se puso en su hombro y cuando estaba tranquilo sintiendo respirar a aquel ser bajo sus patas el niño abrió los ojos y le habló, pero no le habló con el sonido de los humanos que el pájaro no entendía si no que lo hizo con la mente y le entendió, y el niño le dijo,

      –Noté cómo te estabas acercando y he visto que te dábamos miedo, algo habrás visto de otros hombres.

      El pájaro iba hablar y pensó en cómo hacerlo para


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