Desafío social. José KentenichЧитать онлайн книгу.
estas penosas situaciones
9.3 ¿Qué pretende el moderno trabajador asalariado?
DÉCIMA CONFERENCIA Crítica del socialismo marxista
10.1 Indicaciones sobre la autovaloración de la educadora
10.2 Respuesta del socialismo al grito de redención del moderno trabajador asalariado
10.3 Crítica de la teoría Marxista
10.4 Problemas relativos a la repercusión en la vida práctica
UNDÉCIMA CONFERENCIA El orden económico capitalista la iglesia
11.1 El orden económico capitalista. Repercusiones prácticas
11.2 Un imperativo: la desindustrialización
11.3 ¿Que podemos hacer concretamente?
DUODÉCIMA CONFERENCIA Reflexiones sobre la acción práctica
DECIMOTERCERA CONFERENCIA Un programa de reforma cristiano
13.1 Desindustrialización de la situación en la Iglesia: el principio del espíritu de familia
13.2 Revitalización de la imagen cristiana del hombre
13.3 Desproletarización del espíritu
13.4 Vistazo general
Introducción
EL DESAFÍO SOCIAL DEL S. XXI
Francisco Gallego
Doctor en economía (MIT), investigador y académico de la PUC
Escribo esta introducción desde mis conocimientos como economista académico que estudia temas de desarrollo económico. También lo hago desde un interés personal por la Doctrina Social de la Iglesia y por el modo como se aplica este tema en nuestro movimiento de Schoenstatt. Este enfoque enmarca y probablemente limita mi análisis a los temas que domino más.2
En este contexto partamos indicando cómo eran las condiciones de vida de las personas que vivían en Alemania en los tiempos en que escribía el Padre Kentenich. Para ello tomaré tres medidas simples: el ingreso por persona (en dólares comparables entre países y en el tiempo de 2011), la esperanza de vida al nacer y el porcentaje de niñas y niños que asisten a la escuela primaria. Estas tres dimensiones permiten grosso modo entender aspectos importantes de la calidad de vida de las personas. El PIB per-cápita en dólares de 2011 era de US$ 4.624 (o sea cerca de la mitad de esa misma variable en la misma época para Estados Unidos, dos tercios del valor para Gran Bretaña y el 80% del de Francia), la esperanza de la vida al nacer era de cerca de 55 años (algo menor que los valores de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña) y el porcentaje de niñas y niños que asistía a la escuela era de algo menos que 75% (algo menor que los valores para Francia y Gran Bretaña, pero mucho menor que el 93% de Estados Unidos). En ese momento las personas trabajaban en promedio algo más de 50 horas a la semana y muchas veces en condiciones muy malas.
Es importante poner en contexto lo que el Padre Kentenich escribió, y por qué lo hizo. Los valores de PIB y esperanza de vida de Alemania en 1930 son comparables a los de Costa de Marfil hoy y la asistencia a la escuela primaria a los de Chad. O sea, para estándares contemporáneos la vida en Alemania era comparable a la de un país africano promedio del s. XXI. Esto se compara con la realidad de hoy en Alemania. Un ingreso per-cápita de US$ 46.841 por persona (un 37% mayor que el de Francia, casi igual que el Gran Bretaña y cerca de 10% menor que el Estados Unidos). Su esperanza de vida es de algo más de 81 años (casi igual que la de Gran Bretaña, algo menor que la de Francia y mayor que la de Estados Unidos). Hoy la persona promedio que vive en Alemania trabaja menos de 40 horas a la semana.
También vale la pena considerar que el mundo ha crecido entre 1930 y hoy, con un ingreso por persona que es más de 5 veces que el de 1930. Esto ha llevado a bajar las tasas de pobreza en el mundo. En 1930 cerca del 70% de las personas vivían en condiciones de pobreza extrema (con menos de US$ 1 por persona al día), mientras que hoy ese número es menor que 20%. Ciertamente, este progreso esconde tanto continentes casi completos que no han podido ofrecer condiciones mínimas de vida para las personas, como países o sectores de la sociedad que aún viven en condiciones muy básicas. Por otro lado, como muestra recientemente protestas en diferentes lugares del mundo, la desigualdad de ingresos no parece estar disminuyendo y más bien parece estar volviendo a los niveles de comienzos del s. XX, aunque cabe enfatizar que es muy diferente tener la misma desigualdad con una pobreza del 70% que con los niveles actuales. Así mismo, las mejoras económicas han ido asociadas a aumentos de la contaminación y las emisiones de diversos contaminantes que han puesto en riesgo el futuro de nuestro planeta. Por ejemplo, el mundo hoy emite más 36 millones de toneladas de CO2, mientras que en 1930 emitía algo menos de 4 toneladas. En Laudato Si, el papa Francisco ha resaltado este punto y ha argumentado que esto corresponde no a una mera crisis ambiental, si no que, a una crisis más amplia, antropológica y social, que tiene que ver con una mirada más amplia de la persona humana y cómo se relaciona con su entorno y con otras personas.3
¿Qué podemos aprender en este contexto y considerando la historia siguiente de lo que escribió el Padre Kentenich en 1930? Me centraré en cuatro aspectos que probablemente reflejan temas donde fue muy señero y sus ideas sirvieron tanto para “predecir” cosas que han ido pasado en el mundo, como también aspectos que pueden ayudar en las soluciones a problemas claves que enfrenta el mundo hoy.
1. EL ROL DE LA FAMILIA, UNA EDUCACIÓN INTEGRAL Y LOS VÍNCULOS PERSONALES
El Padre Kentenich enfatiza este punto en muchos lugares del libro. Repetitivamente enfatiza el rol del contexto familiar en la educación de las niñas y niños. Menciona el rol de la educación. Le preocupa las condiciones de vida de esos hogares y cómo ello alimenta sus creencias y valores. Le preocupa a su vez cómo las comunidades, incluidas la misma Iglesia y el movimiento de Schoenstatt, pueden replicar las condiciones de una familia acogedora.
Esta intuición está muy presente en las investigaciones de las ciencias sociales. Por ejemplo, el Premio Nobel de Economía James Heckman, ha dicho “The common feature of successful interventions across all stages of the life cycle through adulthood is that they promote attachment and provide a secure base for exploration and learning for the child. Successful interventions emulate the mentoring environments offered by successful families”. O sea, esta línea de investigación basada en evidencia científica rigurosa, argumenta que en diferentes ambientes es clave tener relaciones que impliquen vínculos personales fuertes en que permitan potenciar a las niñas y niños y a jóvenes para que crezcan y se desarrollen. Es clave en esta línea la cercanía y el conocimiento de estudiantes que enfatiza tanto el Padre Kentenich en este libro.4 Pero también Heckman enfatiza que eso se extiende a otras dimensiones diferentes de la vida social. Por ejemplo, al modo cómo una persona adulta puede aprender y ser capacitada. De hecho, el Padre Kentenich habría estado muy preocupado por la tendencia que se observa en las sociedades modernas a tener personas que viven en hogares uni-personales.5
Más aún, cuando hablamos de desarrollo, la literatura moderna enfatiza el rol de las habilidades integrales que incluyen aspectos tales como la empatía, las habilidades intra-personales y sociales y no sólo el rol de los conocimientos básicos. ¡Qué más cercano al modelo que menciona cada vez que puede la idea de una educación integral y de la auto-educación! Este punto aparece en una buena parte de los capítulos del libro.
En suma, la idea de la cercanía, el rol de la familia, la educación y los vínculos personales parecen ser claves en diferentes dimensiones. Potenciar estilos de vida y relaciones familiares parece ser un elemento crucial en la solución de diferentes temas sociales relevantes