Lunes por la tarde… Tomo 2. José KentenichЧитать онлайн книгу.
de varón! ¿Qué queréis ver en Juan? ¿A un hombre arrastrado de un lado a otro por el viento? ¡Qué va! ¡No es un hombre que esté siempre mirando lo que hacen los demás! Es un hombre que tiene el coraje de nadar contra la corriente. Es una vigorosa figura de varón26.
Continuemos: es grande en su riqueza, grande en su pequeñez, grande en su madurez, grande en su pureza. He ahí ante nosotros a la figura virginal de lirio. Para nosotros es evidente: donde reina y triunfa la Santísima Virgen tiene que estar arraigada la pureza. No en vano la Sagrada Escritura caracteriza a la Santísima Virgen así: el ángel fue enviado a una virgen, y el nombre de la virgen era María;27 ambas veces se reitera la palabra «virgen». Por eso se aplica a la Santísima Virgen todo lo que se dice en el Cantar de los cantares acerca de los lirios, las azucenas. Como azucena entre cardos, así es mi amada, así es la Santísima Virgen entre las hijas de Israel28.
Y si contemplamos hoy ante nosotros al Señor y a la Santísima Virgen tal como bendicen la casa, la familia de san Zacarías, y si vemos cómo bendijeron la casa a través de esa figura vigorosa de varón y figura virginal de lirio, se despertará también en nosotros el anhelo de que nuestra familia pueda engendrar asimismo hijos como él.
Si contemplamos el altar, hoy no vemos solamente rosas sino también azucenas. Eso debe señalarnos qué fuerte es también nuestro anhelo de que, de nuestras familias, broten azucenas.
¿Qué entendemos por azucenas? Son hombres virginales que se entregan de forma total e indivisa a Dios. Por supuesto, es una gracia el ser llamado a un carisma tal, a una tal condición de azucena. Pero donde la Santísima Virgen posa su pie, allí crecen azucenas, no sólo rosas.
¿Habremos visto ya lo suficiente en la segunda familia y en la segunda visita de la Santísima Virgen? ¿Entendemos qué significado tiene una consagración de familia como ésta?
¿Y la tercera visita? Una familia joven. Apenas se habían casado. Celebraban sus bodas. La Santísima Virgen visita junto con el Señor a esa familia29.
¿Y qué obra esta visita? Basta con que escuchemos dos frases que aquí se pronuncian, que pronuncia la Santísima Virgen. Es casi como si ella repitiera el Acta de Fundación: «Señor, no tienen más vino».
Como ven, la Santísima Virgen está preocupada por las pequeñas cosas de esta familia. No tienen más vino. Sí, ya han bebido suficiente vino, pero están en un aprieto: se les ha acabado.
¡Cuán a menudo se dirá nuestra joven familia:30 no tenemos más vino. No tenemos más el vino del amor a Dios, que es necesario para que nuestra familia llegue a ser santa y pura. No tenemos más el vino de una vigorosa firmeza de carácter, a fin de imponernos en la vida actual. Entonces le escuchamos decir una y otra vez a la Santísima Virgen, en virtud de la alianza de amor: no tienen más vino.
O, más adelante, vienen las preocupaciones por la educación de los hijos. La Santísima Virgen asume la responsabilidad también por el hijo que la madre lleva en su seno. También el niño debe ser regalado y consagrado hoy con los padres. No tienen más vino: es una y otra vez la preocupación de la Santísima Virgen en virtud de la alianza de amor que hoy sella con la familia.
Pero ¿qué condición pone ella? «Haced lo que él os diga». Eso significa para nosotros: seguir siendo una familia católica, aplicar en la familia los principios de Cristo. Es lo mismo que está en el Acta de Fundación: amo a los que me aman, cuido de ellos. Pero primero deben demostrar que me aman viviendo de forma auténticamente cristiana, aspirando a la palma de la santidad31.
Mi querida Familia de Schoenstatt, así es la alianza de amor que la Santísima Virgen sella hoy con una familia.
Y puedo imaginarme muy bien que todos los padres que el 2 de febrero sellaron la alianza de amor dicen ahora: ¡Oh, si mis hijos estuvieran ya preparados! ¡Si también yo pudiese decir: mi casa y yo nos hemos consagrado por entero a la Santísima Virgen, y ella nos utiliza como su instrumento!
La Santísima Virgen va hoy desvalida por el mundo. Tiene la gran misión de depositar el mundo a los pies de Cristo. Por eso anda en busca de familias y, entre las familias, especialmente las de la generación joven.
Nuestra familia Horning sellará así hoy en su conjunto su alianza de amor con la Santísima Virgen. Y nosotros nos alegramos de corazón con ella.
Y nosotros, los padres de otras familias, queremos pedir a la Santísima Virgen una gracia semejante para nuestra familia.
Por eso, todos queremos depositarnos a nosotros mismos, depositar todos nuestros deseos y a todos nuestros hijos en la patena, y ofrecérselo todo de nuevo al Dios trino por las manos de la Santísima Virgen. Esperamos, entonces, que de esta pequeña fiesta del día de hoy brote una inmensa bendición para nosotros, para nuestros hijos y nuestros nietos.
1 Plática en el santuario.
2 El P. Kentenich se refiere a la consagración de matrimonios celebrada el 2-2-1956 (véase tomo 1 y siguientes). El carácter especial de la alianza de amor del 25-3-1956, para la cual el P. Kentenich pronuncia esta plática, estriba en que es la primera vez en que una familia entera se entrega a la Santísima Virgen: el señor y la señora Horning, junto con el hijo que esperan.
3 Bodas de Caná Jn 2, 1-12
4 Véase Schönstatt, Primera Acta de Fundación, n. 11 (versión publicada en 1919).
5 El joven matrimonio de Caná.
6 Véase Lc 19,1-10.
7 Véase Lc 19,2.
8 Véase Lc 19,9s.
9 Véase Lc 19,8.
10 George Mortimer Pullman, 1831-1897, empresario estadounidense que construyó en 1858 el primer coche cama para ferrocarril.
11 Alfred Krupp, 1812-1887, empresario siderúrgico alemán que se especializó en la fabricación de cañones y fue proveedor de material bélico para el ejército alemán.
12 Véase Lc 19,3.
13 Véase Jn 4,53.
14 Véase Josef Schmid, «Zacchäus», en: K. Rahner et al. (dir.), Lexikon für Theologie und Kirche, t. 10, Friburgo de Brisgovia 1965, col. 1303.
15 Referencia a la familia Horning.