La última vez que te vi. Liv ConstantineЧитать онлайн книгу.
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley.
Diríjase a CEDRO si necesita reproducir algún fragmento de esta obra.
www.conlicencia.com - Tels.: 91 702 19 70 / 93 272 04 47
Editado por HarperCollins Ibérica, S.A.
Núñez de Balboa, 56
28001 Madrid
La última vez que te vi
Título original: The Last Time I Saw You
© 2019 by Lynne Constantine and Valerie Constantine
© 2021, para esta edición HarperCollins Ibérica, S.A.
Publicado por HarperCollins Publishers LLC, New York, U.S.A.
© Traducción del inglés, Carlos Ramos Malavé
Todos los derechos están reservados, incluidos los de reproducción total o parcial en cualquier formato o soporte.
Esta edición ha sido publicada con autorización de HarperCollins Publishers LLC, New York, U.S.A.
Esta es una obra de ficción. Nombres, caracteres, lugares y situaciones son producto de la imaginación del autor o son utilizados ficticiamente, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, establecimientos comerciales, hechos o situaciones son pura coincidencia.
Diseño de cubierta: James Iacobelli
Imagen de cubierta: Nigel Cox
ISBN: 978-84-9139-523-2
Conversión a ebook: MT Color & Diseño, S.L.
Índice
A LAS DAMAS DEL MARTES:
Ginny
Ann
Angie
Babe
Fi
Mary
Santhe
Stella
Modelos incomparables de amistad y lealtad.
Os echamos de menos.
Prólogo
Gritó y trató de levantarse, pero la habitación daba vueltas. Volvió a sentarse y respiró profundamente, tratando de centrarse. ¿Había manera de escapar? Piensa. Al levantarse, le temblaron las piernas. El fuego se estaba extendiendo, tragándose los libros y las fotografías. Se puso a cuatro patas cuando el humo denso empezó a inundar la habitación. Cuando el aire se volvió irrespirable, se cubrió la boca con la camisa, tosiendo mientras avanzaba por el suelo hacia el pasillo.
—¡Ayuda! —gritó, aunque sabía que no había nadie allí que pudiera ayudarla. Se dijo a sí misma que no debía asustarse. Debía intentar calmarse, conservar el oxígeno.
No