Explotación, colonialismo y lucha por la democracia en América Latina. Pablo González CasanovaЧитать онлайн книгу.
dando lugar a discriminaciones raciales y culturales que acentúan el carácter adscriptivo de los grupos de la sociedad colonial: los conquistadores y los conquistados.
Por otra parte, la estructura colonial se parece a las relaciones de dominio y explotación típicas de “los propietarios ingleses de fábrica y los capataces de principios del siglo XIX, que no dudaban en usar el látigo sobre las espaldas de los niños cuando no trabajaban o se caían dormidos” porque, como dice Hoselitz —de quien hemos tomado el párrafo anterior— aquéllos operaban en condiciones similares a las de los colonialistas extranjeros y nativos de los países subdesarrollados: abundancia de mano de obra, masas de gente que tiene que ajustarse a la disciplina y la regularidad de la sociedad industrial, en la que “la manipulación sin freno y a menudo inhumana ofrece amplios rendimientos en la producción, el dinero y el poder social”.[27]
La estructura colonial y el colonialismo interno se distinguen de la estructura de clases porque no son sólo una relación de dominio y explotación de los trabajadores por los propietarios de los bienes de producción y sus colaboradores, sino una relación de dominio y explotación de una población (con sus distintas clases, propietarios, trabajadores) por otra población que también tiene distintas clases (propietarios y trabajadores). La estructura interna colonial, el colonialismo interno, tiene amplias diferencias con la estructura de clase, y suficientes diferencias con las relaciones de la estructura ciudad-campo como para utilizarla como instrumento analítico. Su función explicativa necesariamente aclarará estas diferencias.
2. Siendo una categoría que estudia fenómenos de conflicto y explotación, el colonialismo interno, como otras categorías similares, amerita un estudio analítico y objetivo si queremos avanzar en su comprensión y derivar de su conocimiento preciso, su riqueza explicativa y práctica. Al efecto podemos emprender estudios similares a los que ha hecho Shannon[28] para medir —con objetivos distintos— la capacidad de las naciones para ser independientes; o a los que ha hecho Deutsch —en forma ejemplar— para medir la movilización de la población marginal en los procesos de desarrollo,[29] y para levantar un inventario de las tendencias y patrones básicos de la política.[30] Anexo a este trabajo presentamos un esquema con los distintos atributos y variables que hemos registrado, en los trabajos de los antropólogos, sobre la situación indígena en México. Una gran parte de estas variables no presenta dificultades analíticas, y algunas de ellas corresponden a indicadores que son objeto de registro estadístico nacional e internacional. La medición del monopolio y la dependencia, de la discriminación agraria, fiscal, en créditos oficiales, inversiones públicas y salarios, así como la medición de los bajos niveles de vida de la población indígena o “para-colonizada”, quizá presenten los menores problemas.[31]
En todo caso, para una serie de características se hace necesario el trabajo directo, que presenta las dificultades propias de toda investigación basada en categorías que estudian fenómenos de conflicto y explotación. Quizá la obra clásica de Myrdal sobre El dilema americano, y el uso abundante que hace de las técnicas de investigación histórica y documental, pueda ser ejemplar para este tipo de estudios. La realidad es que los obstáculos que presenta el problema ni han sido ni son insuperables en la historia de la investigación científica sobre conflictos y explotación.
3. El valor explicativo, práctico y político del colonialismo interno, en el orden nacional y a lo largo de las distintas etapas del desarrollo y la movilización social, se percibe claramente cuando se buscan las características del fenómeno en una estructura concreta. El caso de México puede ser útil para ese fin.
Tabla x. Las formas del colonialismo interno
Monopolio y dependencia | Relaciones de producción y discriminación | Cultura y niveles de vida |
1. El “Centro Rector” o Metrópoli y el aislamiento de la comunidad indígena (zonas de difícil acceso, falta de vías de comunicación, aislamiento cultural).2. Monopolio del Comercio por el “Centro Rector” (Relaciones de intercambio desfavorables para la comunidad indígena; especulaciones, compras prematuras de cosechas, ocultamiento de mercancías).3. Monopolio del Crédito (usura, control de la producción indígena).4. Monocultivo, población económicamente activa dedicada a la agricultura y dependencia.5. Deformación y dependencia de la economía indígena.6. Descapitalización. | 1. La explotación conjunta de la población indígena por las distintas clases sociales de la explotación ladina.2. Explotación combinada (esclavista, feudal, capitalista; aparcería, peonaje, servicios gratuitos).3. Despojos de tierras comunales y privadas: creación de asalariados.4. Trabajo asalariado (salarios diferenciales: minas, ingenios, fincas de café).5. Explotación del artesano (lana, ixtle, palma, mimbre, cerámica).6. Discriminación social (humillaciones y vejaciones).7. Discriminación lingüística.8. Discriminación jurídica (utilización de la ley contra el indígena, abuso de su ignorancia de la ley). | 1. Economía de subsistencia, mínimo nivel monetario y de capitalización.2. Tierras de acentuada pobreza agrícola o de baja calidad (cuando están comunicadas) o impropias para la agricultura (sierras) o de buena calidad (aisladas).3. Agricultura y ganadería deficientes.4. Técnicas atrasadas de explotación (prehispánicas o coloniales).5. Bajo nivel de productividad.6. Niveles de vida inferiores al campesino ladino (salubridad, mortalidad, mortalidad infantil, analfabetismo, subalimentación, raquitismo).7. Carencia de servicios (escuelas, hospitales, agua, electricidad).8. Cultura mágico-religiosa y manipulación económica (economía de prestigio) y política (elecciones colectivas). |
7. Migración, éxodo y movilidad de los indígenas.8. Reforzamiento político del monopolio y la dependencia (medidas jurídicas, políticas de información, militares y económicas). | 9. Discriminación política (actitudes colonialistas de los funcionarios locales y federales; carencia del control político por los indígenas en los municipios indígenas).10. Discriminación sindical.11. Discriminación agraria.12. Discriminación fiscal (impuestos y alcabalas).13. Discriminación en inversiones públicas.14. Discriminación en créditos oficiales.15. Otras formas de discriminación (regateo, pesas, medidas).16. Proceso de desplazamiento del indígena por el ladino (como gobernante, propietario, comerciante).17. Reforzamiento político de los sistemas combinados de explotación. | 9. Fomento del alcoholismo y la prostitución.10. Agresividad de unas comunidades con otras (agresividad real, lúdica y onírica).11. Rutinarismo, tradicionalismo y conformismo.12. Reforzamiento político del tradicionalismo (técnico e ideológico), el conformismo y la agresividad de unas comunidades con otras. |
Fuentes generales: J. de la Fuente, “Población Indígena” (inédito); A. D. Marroquín, “Problemas Económicos de las Zonas indígenas” (inédito); A. D. Marroquín, “Problemas Económicos de las Comunidades Indígenas de México”, Programa de un curso (mimeógrafo), México, 1956; M. O. de Mendizábal, “Los Problemas Indígenas y su más Urgente Tratamiento”, Obras completas, t. IV, México, 1946; M. T. de la Peña, “Panorama de la Economía Indígena de México” (ler. Congreso Indigenista Interamericano, Pátzcuaro, 1946); Jorge A. Vivó, “Aspectos Económicos Fundamentales del Problema Indígena” (América Indígena 1, vol. III, [enero, 1947]); M. Gamio, “Consideraciones sobre el Problema Indígena”; G. Loyo, “Estudio sobre la Distribución de los Grupos Indígenas en México” (ler. Congreso Indigenista Interamericano de Pátzcuaro, 1946); G. Aguirre Beltrán, “Instituciones Indígenas en el México Actual”; A. Caso, Indigenismo.
México es un país que hace 150 años logró la independencia política; que ha repartido 48 millones de hectáreas de tierra cultivable entre 2.5 millones de campesinos, acabando con el antiguo sistema latifundista; su población rural es menor al 50% en 1960 (considerando como límite de lo rural-urbano los poblados de 2,500 habitantes), y en ese mismo año ya sólo el 53% de la fuerza de trabajo se ocupa en la agricultura, y el resto en actividades secundarias y terciarias. Tiene tasas muy altas de movilización de la población o de integración de ésta al desarrollo y la cultura