Vacuidad y no-dualidad. Javier García CampayoЧитать онлайн книгу.
que la consciencia no es un simple producto del cerebro, y tratan de integrar los aspectos trascendentes de la experiencia humana (Miovic, 2004).
La consciencia no-dual podría considerarse como la máxima expresión de la deconstrucción del yo. Se ha definido como «una cognición abierta y despierta, que precede a la conceptualización y a la intención, y que contextualiza y unifica tanto los procesos mentales extrínsecos, dirigidos a una tarea, como los intrínsecos autorreferenciales, sin fragmentar el campo de experiencia en dualidades opuestas» (Josipovic, 2014). En la consciencia no-dual no existe la identificación primaria con el constructo mente-cuerpo, por lo que se supera también la dicotomía ordinaria entre sujeto-objeto. De esa forma, las polaridades son recontextualizadas: el conocedor, lo conocido y el proceso de conocimiento son experimentados como una única experiencia (Mills y cols., 2018).
Escalas que miden la deconstrucción del yo
Aunque se han desarrollado diferentes cuestionarios para evaluar diferentes aspectos relacionados con la psicología transpersonal y la espiritualidad, apenas hay escalas que midan la consciencia no-dual, no existiendo ninguna que evalúe concretamente la deconstrucción del yo. Resumiremos, a continuación, algunas de las más importantes:
La Nondual Embodyment Themativ Inventory (NETI). Butlein (2005a, 2005b) y un grupo de expertos en no-dualidad intentaron evaluar las cualidades de la experiencia no-dual y, sobre esta base, surgió este cuestionario. Consta de 20 ítems que se evalúan mediante una escala Likert que va de 1 (nunca) a 5 (todo el tiempo), por lo que la puntuación global varía entre 20 y 100. Permite diferenciar entre personas que muestran ideas transpersonales (puntuaciones bajas), hasta individuos que viven la experiencia no-dual al más profundo nivel (puntuaciones elevadas) (Butlein, 2005b). Las cualidades que mide el test incluyen: compasión, resiliencia, tendencia a rendirse ante la realidad que no se puede cambiar, interés en la verdad, no defensividad, capacidad de tolerar la disonancia cognitiva o la incomodidad emocional, gratitud, frecuencia de experiencias no-duales, niveles de ansiedad, paradigma motivacional, autenticidad, grado de desidentificación con los procesos de la mente, y humildad (Butlein 2005a, 2005b). Nuestro grupo está validando la versión española. Incluimos la escala en el anexo final del capítulo, para que los lectores puedan evaluar su nivel de no-dualidad. En nuestra opinión, es la escala que mejor evalúa este constructo.
La Nondual Awareness Dimensional Assessment (NADA) (Hanley y cols., 2018): incluye dos medidas, NADA-Trait (rasgo) y NADA-State (estado). El estudio de componentes principales revela dos dimensiones: 1) autotrascendencia y 2) gozo. Ambas dimensiones, en la escala rasgo, son componentes de segundo orden de un constructo de consciencia no-dual. Muestra buena validez convergente con constructos afines como el mindfulness disposicional o la interdependencia. Se confirma que la práctica de mindfulness se asocia a aumento de los niveles de NADA-T. La escala NADA-S se desarrolla para comprobar el efecto de la práctica de mindfulness en el constructo no-dualidad de forma inmediata. Esta segunda escala puede ser útil para valorar cambios en no-dualidad como resultado de la práctica meditativa. Esta escala es muy reciente, pero resulta prometedora para evaluar la no-dualidad. Tampoco existe versión española, por lo que nuestro grupo está validándola.
La Ego-Dissolution Inventory (Nour y cols., 2016): es un cuestionario de 8 ítems, que mide el grado en que los límites del yo se disuelven. Tiene una única dimensión y se evalúa con la puntuación global de la escala. La consistencia interna reportada por los autores es de 0,93. Presenta validez convergente con experiencias misticas medidas con el Mystical Experiences Questionnaire. Para evaluar su validez de constructo se utilizaron algunas de las drogas psicodélicas que se sabe que producen la disolución del yo, como la psilocibina, dietilamida de ácido lisergico (LSD) y dimetiltriptamina (DMT). Se compararon con otras drogas, como alcohol o cocaína, que no disuelven el yo. Algunos ejemplos de ítems de esta escala son: «Experimenté la disolución de mi yo o ego», «Me sentí uno con el universo» o «Toda noción de yo o de identidad se disolvió completamente». Este cuestionario tiende a usarse más en relación con la experiencia psicodélica que con la meditativa. No existe versión española.
The Quiet Ego Scale (Wayment y cols., 2015): el concepto de «yo tranquilo» se refiere a una autoidentidad que trasciende el egoísmo y se identifica con una relación menos defensiva y más equilibrada respecto a uno mismo y a los otros. El problema del egoísmo se ha resuelto porque el yo no solicita tanta atención y puede escuchar a los otros, y a uno mismo, de forma humana y compasiva. Es una identidad que incorpora a otros sin perder el yo (Wayment y cols., 2015). Incluye cuatro facetas:Identidad inclusiva: se refiere al grado en que uno se identifica con los otros, ve el yo propio como similar al de los demás y considera que uno mismo comparte cualidades personales con otros. Todo ello desarrolla un potente sentido de cooperación con los demás.Toma de perspectiva: enfatiza ver el mundo desde los ojos de los demás, genera un pensamiento crítico que facilita desarrollar no solo compasión, sino que también permite comprender las condiciones en las que viven las otras personas.Consciencia desapegada: sería un concepto similar a mindfulness. Se centra en el momento presente y protege de la emocionalidad positiva y negativa.Crecimiento: cambia el foco del momento inmediato hacia el futuro, facilitando el desarrollo personal a lo largo de la vida (Wayment y cols., 2015). Es un cuestionario de 14 ítems que se puntúa mediante una escala Likert que va de 1 (completamente en desacuerdo) a 5 (completamente de acuerdo). Algunos ejemplos de sus ítems son: «Siento una conexión con todos los seres vivos» (identidad inclusiva); «Antes de criticar a otros, pienso cómo sería estar en su lugar» (toma de perspectiva); «Cuando pienso sobre ello, creo que he mejorado mucho como persona en los últimos años» (crecimiento); «Me descubro a mí mismo haciendo cosas sin prestar mucha atención» (consciencia desapegada). No existe versión española, nuestro grupo está validándola.
Práctica: la felicidad auténtica a lo largo de la vida
Adopta la postura habitual de meditación. Conecta, interiormente, con situaciones en tu vida en que hayas experimentado una felicidad auténtica. No una sensación agradable ligada a algo externo, sino una experiencia de bienestar profundo, de paz y plenitud. Identifica algunas de esas situaciones y pregúntate: ¿Qué me produjo aquella sensación? ¿Cuál fue la causa? Reposa unos segundos contestándote sin palabras esas cuestiones.
Céntrate en tu situación actual, en tu vida en este momento concreto. ¿Disfrutas de esa sensación de felicidad auténtica, o no? Si la respuesta es que sí, intenta identificar cuál es la causa, por qué se produce esa sensación. Si la respuesta es que no, pregúntate: ¿Qué me daría la auténtica felicidad? Una profunda, completa, estable. De nuevo, mantente unos segundos contestándote silenciosamente esa cuestión.
Piensa en tu vida futura. En los próximos 5 o 10 años. Incluso en el final de tu vida, cuando tengas 80 u 85 años. Piensa en qué te dará la felicidad auténtica en esos momentos. En psicología positiva se habla de ¿qué tendrías que hacer para morir con una sonrisa? Si has identificado la respuesta, pregúntate si con tu vida actual vas en la dirección adecuada para alcanzar esa felicidad/sonrisa cuando seas mayor. Y si no es así, ¿qué podrías hacer, en este momento, para ir en esa dirección en el futuro? Permanece unos segundos con esa idea en la mente. Cuando te sientas preparado, puedes poner fin a la práctica.
Constructos relacionados con la deconstrucción del yo
La práctica de mindfulness y de otros tipos de meditación va a desarrollar algunas cualidades de la mente que están relacionadas con la deconstrucción del yo. Las más importantes son la metacognición, el descentramiento y el no apego. Podríamos decir que hay una especie de gradación en la deconstrucción del yo, siendo la metacognición el proceso menos relevante y el no apego el más potente para ese desmantelamiento del yo, quedando el descentramiento en una posición intermedia. A continuación vamos a conocer estos factores, cómo se miden y su relación con la meditación y con la deconstrucción del yo.
1. La metacognición: describe la capacidad de reconocer el estado mental de uno mismo, tolerándolo y regulándolo, reconociendo simultáneamente la mente de otro con un contenido mental diferenciado del propio (Semerari y cols.,